El sue?o de los osos es cada vez m¨¢s ligero
Los cient¨ªficos han constatado numerosos episodios de no hibernaci¨®n en las poblaciones de osos en Espa?a
La imagen de osos paseando en pleno invierno, justo en el periodo en que deber¨ªan estar hibernando, no es tan extraordinaria como pueda parecer. La mayor¨ªa de los expertos en estos mam¨ªferos considera que es bastante habitual, sobre todo en madres con cr¨ªas, y que existe constancia desde la Edad Media de esta actividad invernal. Sin embargo, este a?o, el movimiento de osos en los Pirineos y en la cornisa cant¨¢brica, donde se encuentran las dos poblaciones espa?olas de estos animales, es mucho m¨¢s intenso de lo habitual, aunque los cient¨ªficos se?alan que es demasiado pronto para llegar a la conclusi¨®n de que la suavidad del invierno ha cambiado sus costumbres de hibernaci¨®n.
"Es una situaci¨®n extra?a, porque normalmente en invierno disminuye el n¨²mero de osos circulando y este a?o parece que hay muchos", explica Carlos Nores, zo¨®logo de la Universidad de Oviedo y uno de los m¨¢ximos expertos en los osos pardos de la cornisa cant¨¢brica. Nores fue precisamente uno de los seis cient¨ªficos que constat¨® uno de los principales patrones de la no hibernaci¨®n, que recogi¨® en 2010 en un art¨ªculo en la revista cient¨ªfica Mammal Research. Este trabajo mostraba que las osas con oseznos del sur de Europa prefer¨ªan muchas veces no hibernar para recuperar la energ¨ªa que hab¨ªan consumido amamantando a sus cr¨ªas. Esto ocurre siempre que el invierno y la ausencia de nieve permitan encontrar alimento.
Este comportamiento
ha sido documentado
por primera vez en los Pirineos
Fue la primera vez que ese comportamiento quedaba reflejado en un estudio cient¨ªfico, pero el texto destaca que, en el siglo XIV, Alfonso XI de Castilla se?al¨® que las osas con cr¨ªas no hibernaban, un hecho que tambi¨¦n fue destacado en un documento an¨®nimo sobre caza del siglo XV. Carlos Nores insiste, adem¨¢s, en que tampoco se puede afirmar cient¨ªficamente que los osos este a?o no est¨¦n hibernando, aunque hayan sido grabados por c¨¢maras trampa en plena actividad, primero porque la estaci¨®n no ha acabado todav¨ªa y, sobre todo, porque estos plant¨ªgrados pueden moverse de un sitio a otro durante la hibernaci¨®n sin abandonar este estado (no comen ni defecan), para buscar otro lugar en el que continuar su larga siesta invernal.
Este comportamiento, del que hab¨ªa muchas evidencias en la cornisa cant¨¢brica, ha sido constatado por primera vez en los Pirineos. Tres filmaciones, grabadas entre el 8 y el 12 de enero de este a?o por una c¨¢mara trampa, muestran a una osa con sus tres cr¨ªas caminando en pleno invierno. Un portavoz del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalu?a asegura que, hasta ahora, no se hab¨ªa detectado algo as¨ª en esta regi¨®n, cuyos ejemplares son descendientes de osos acarreados desde Eslovenia, primero, en 1995-1996, y posteriormente, en 2006. La no hibernaci¨®n ha sido constatada en m¨¢s pa¨ªses mediterr¨¢neos, como Croacia o Grecia, pero no en el norte de Europa, donde los osos no han cambiado su ciclo.
Muchas osas con cr¨ªas evitan el letargo invernal para recuperar energ¨ªa
"Eso no quiere decir que no vaya a producirse la hibernaci¨®n, sino que ha habido mucha comida y est¨¢n m¨¢s activos de lo habitual", se?ala Guillermo Palomero, de la Fundaci¨®n Oso Pardo, cuyos expertos son los que grabaron a los ejemplares pirenaicos. "El equipo que trabaja en el seguimiento de los osos ha detectado este trasiego por primera vez en los Pirineos. En la cordillera cant¨¢brica, en cambio, ya ten¨ªamos constancia de que hay ejemplares que no hibernan, aunque no sabemos cu¨¢ntos", prosigue Palomero.
"Esta misma semana, hemos localizado a osas con cr¨ªas en movimiento y nuestros guardas ha observado a un macho", agrega este cient¨ªfico, que indica que ha sido "un a?o extraordinario de bellotas", un fruto que les encanta. Sin embargo, este experto, que tambi¨¦n particip¨® en el estudio de 2010 sobre la no hibernaci¨®n de los osos, se?ala que en los ¨²ltimos d¨ªas el trabajo de rastreo est¨¢ siendo cada vez m¨¢s intenso para localizar ejemplares, lo que podr¨ªa indicar que el letargo invernal ha empezado. "Solo un sector, el formado por los animales que m¨¢s lo necesitan, como las hembras que quieren recuperar la energ¨ªa consumida, permanece activo. Los dem¨¢s normalmente hibernan", prosigue.
En Espa?a, existen dos poblaciones de osos diferenciadas, con 27 ejemplares en los Pirineos y 230 en la cornisa cant¨¢brica, seg¨²n la Fundaci¨®n Oso Pardo. Este a?o, el mes de enero ha sido especialmente c¨¢lido, en el caso de Asturias el m¨¢s caliente desde 1972, con m¨¢ximas a mediados de enero de 24,7 en Mieres o de 24,5 en Cabrales, similares a las de Canarias.
Los estudiosos no creen que se trate de un fen¨®meno relacionado con el cambio clim¨¢tico y opinan que se detect¨® con mucho retraso porque es dif¨ªcil distinguir a un oso "son¨¢mbulo" ¡ªque se desplaza de un lugar a otro sin abandonar su letargo¡ª de otro que ha preferido no dormir. Sin embargo, el aumento de machos en movimiento y, sobre todo, el desplazamiento del fen¨®meno hacia el norte puede indicar un cambio mucho m¨¢s profundo en los patrones del sue?o.
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