¡°El hambre se ha convertido en una cuesti¨®n pol¨ªtica¡±
El especialista en nutrici¨®n critica la escasa voluntad de Guatemala por solucionar un problema que afecta al 45% de los ni?os del pa¨ªs
El doctor Carlos Arriola, dedicado al tratamiento de la desnutrici¨®n infantil severa en Guatemala desde hace 25 a?os, explica que la desnutrici¨®n se ha normalizado y critica la escasa voluntad pol¨ªtica por garantizar el derecho a la alimentaci¨®n en un pa¨ªs donde el 45% de los ni?os est¨¢ desnutrido. Guatemala es el pa¨ªs con mayor desnutrici¨®n infantil de Am¨¦rica Latina y el quinto pa¨ªs del mundo con mayores ¨ªndices de desnutrici¨®n infantil severa.
Por el despacho del doctor Carlos Arriola (1967) han pasado en los ¨²ltimos a?os cientos de ni?os. Todos enfermos por hambre. No ese hambre de no saciarse, sino la de no tener qu¨¦ echarse a la boca. Arriola guarda el recuerdo de algunos de ellos en dos grandes paneles con fotograf¨ªas en las que aparecen en diferentes estados de salud, muchos de ellos sonrientes pese al sufrimiento. A algunos cuesta reconocerles tan peque?os en estado casi cadav¨¦rico, piel y hueso, junto a la fotograf¨ªa del d¨ªa que salieron caminando, delgados, pero vivos. El centro de recuperaci¨®n Bethania, en Jocot¨¢n (Guatemala), naci¨® en 1959 y ha rescatado a infinidad de menores de la desnutrici¨®n infantil severa. Con el apoyo de organizaciones como Manos Unidas, el doctor Arriola confirma que s¨®lo necesita una medicina para curarles: ¡°No se les da nada especial. Simplemente comen con regularidad¡±.
Guatemala es pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con mayores ¨ªndices de desnutrici¨®n infantil y se ha convertido en el quinto pa¨ªs del mundo con mayor desnutrici¨®n infantil severa seg¨²n datos de Unicef. El 48% de los ni?os guatemaltecos padece este mal, y esta violaci¨®n del derecho a la alimentaci¨®n se agrava en el caso de los ni?os ind¨ªgenas, en los que la desnutrici¨®n alcanza al 80% de ellos, seg¨²n Unicef.
¡°Hay tres tipos de desnutrici¨®n. El marasmo, en el que el ni?o que adelgaza porque no tiene nada de calor¨ªas en su dieta, se consume y se avejenta. Adem¨¢s est¨¢ de mal humor, rechaza la vida, entrampa la boca y se niega a comer. El kwashiorkor, que es el que hace que el ni?o se hinche por la falta de prote¨ªnas al comer solo ma¨ªz. Pero aqu¨ª en el centro tenemos la combinaci¨®n de las dos¡±, explica el doctor junto a las cunas donde duermen sus pacientes. En m¨¢s de medio siglo de actividad, el dispensario Bethania se ha convertido en un centro sanitario de referencia en una de las regiones m¨¢s pobres y m¨¢s secas de Guatemala, una zona monta?osa eminentemente ind¨ªgena al sureste del pa¨ªs.
Licenciado en Medicina, m¨¢ster en administraci¨®n p¨²blica y especialista en an¨¢lisis de pol¨ªticas de salud, el doctor Arriola lleva 25 a?os siendo, como se autodefine, ¡°trabajador de la salud¡±. Sorprende verle siempre riendo pese a tratar a pacientes muy graves. ¡°Con lo que uno ve aqu¨ª, tiene que hacer un esfuerzo¡±, reconoce, y no es para menos. El hambre tambi¨¦n mata. Preguntado al respecto, calla largamente. ¡°Ahora tenemos a un ni?o que es candidato¡±.
De las 23 regiones de Guatemala, 12 presentan alto o muy alto riesgo de desnutrici¨®n, seg¨²n el mapa de vulnerabilidad nutricional 2015 de la Secretar¨ªa de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Gobierno guatemalteco. Para Carlos Arriola, la inseguridad alimentaria y las enfermedades que esta provoca es una cuesti¨®n pol¨ªtica, de normalizaci¨®n de la pobreza y de su aceptaci¨®n como inevitable. Pero tambi¨¦n es una cuesti¨®n cultural. ¡°Tenemos ahora una paciente de 15 a?os con desnutrici¨®n cr¨®nica. Su problema es que tiene ya el futuro construido. Ella no va a la escuela, porque seg¨²n su padre ¡°es enferma¡±. Cuando se recupere, saldr¨¢ de aqu¨ª. En dos a?os conocer¨¢ a un muchacho como ella y a los 18 ser¨¢ una mam¨¢ desnutrida que dar¨¢ a luz un beb¨¦ con bajo peso y seguir¨¢ los mismos patrones alimentarios: caf¨¦ con pan y darle lo que haya. Lo entender¨¢ todo como normal, porque su propia vida y la de gran parte de su comunidad ha sido as¨ª y no ven m¨¢s all¨¢¡±, describe. ¡°Aqu¨ª volvemos a otra triste realidad que a los ni?os se les cuida m¨¢s por ser varones. Es una violaci¨®n de un derecho solo por ser ni?a pero es real¡±.
Consciente de que paliar el hambre exige educaci¨®n, el centro Bethania cre¨® hace 40 a?os la figura del promotor de salud, una persona a la que se forma en prevenci¨®n para que al volver a su comunidad ind¨ªgena pueda informar a sus vecinos, fortalecer el conocimiento de la medicina tradicional y prevenir los problemas.
¡°Tenemos claro que no le vamos a resolver la vida a nadie pero s¨ª podemos contribuir a mejorar. No tiene sentido que recuperemos ni?os y vuelvan a su casa a las mismas condiciones, por eso nuestros programas llevan un enfoque de educaci¨®n permanente. Durante muchos a?os trabajamos la alfabetizaci¨®n de mujeres porque es uno de los mayores problemas en la zona. Las cifras oficiales hablan ahora de entre el 36 y el 42% de analfabetismo pero seg¨²n lo que nosotros vemos el analfabetismo en la regi¨®n supera el 80%¡±. ?Uno de los mayores problemas? La feminizaci¨®n de la pobreza.
¡°La semana pasada ingres¨¦ al hijo de un promotor de salud con una bronconeumon¨ªa brutal. El padre lleg¨® completamente sudado despu¨¦s de caminar much¨ªsimo. Su mujer estaba sorprendida y asustada, preguntando qu¨¦ era este sitio, la cl¨ªnica. Cuando vio la cuna se asust¨® y dijo que ah¨ª no quer¨ªa meter al ni?o. Le explicamos que eso era una camita pero que hab¨ªa que ponerle las rejas para que el ni?o no se cayese"; relata el doctor. Y prosigue: "Entonces s¨ª accedi¨®. Estas cosas nos dan una idea del nivel de postergaci¨®n al que han estado sometidas y del nivel de alejamiento que tienen muchas comunidades del resto de personas y de otras realidades, sobre todo las mujeres¡±.
Defensor de la alimentaci¨®n como derecho fundamental, Arriola particip¨® como perito m¨¦dico en un caso judicial sin precedentes: el de cinco familias ind¨ªgenas de Camot¨¢n y sus hijos desnutridos que denunciaron al Estado de Guatemala en 2011 por no garantizar su derecho a la alimentaci¨®n. Y ganaron. Arriola explica que el proceso judicial, en el que se han ganado todos los recursos planteados posteriormente por el Estado, no ha estado exento de presiones pol¨ªticas. ¡°Era ins¨®lito que cinco ni?os y cuatro mujeres ganasen un caso al Estado de Guatemala. Eso es incre¨ªble. Pero el caso fue silenciado, tuvo muchos reveses que hicieron que la repercusi¨®n no fuera tan grande. El Gobierno se asust¨® y empez¨® a presionar a las familias y al vecindario para que retiraran la demanda. Y sus propios vecinos les acusaban de que la escuela se cerrar¨ªa o que se iban a quedar sin m¨¦dico si no retiraban la denuncia. Pero resistieron y no la retiraron¡±.
El Gobierno guatemalteco puso en marcha en 2013 el Pacto Hambre Cero con el objetivo de reducir en un 10% la desnutrici¨®n cr¨®nica infantil en cuatro a?os. Arriola cuestiona la eficacia de este plan y acusa al Estado de ocultar la desnutrici¨®n. ¡°Al final, el hambre se ha convertido en una cuesti¨®n pol¨ªtica. Justo cuando la OMS cambi¨® los est¨¢ndares de medici¨®n, el Gobierno anunci¨® que reducir¨ªa un 7% la desnutrici¨®n cr¨®nica¡ y claro, solo por el cambio de est¨¢ndar y sin hacer absolutamente nada m¨¢s, los n¨²meros salieron¡±. El m¨¦dico explica que parte de las medidas del plan contemplan la entrega de alimentos en las comunidades ind¨ªgenas y asegura que muchas de ellas han sido amenazadas con dejar de recibir las ayudas si llevan a sus hijos a centros de recuperaci¨®n nutricional.
El doctor Arriola acusa a los poderes pol¨ªticos de perpetuar un sistema que cosifica a su poblaci¨®n y la mantiene alejada del conocimiento y la reivindicaci¨®n de su derecho a la alimentaci¨®n. ¡°No conviene a las autoridades de este pa¨ªs, que nos han enga?ado todo el tiempo, tener una poblaci¨®n inteligente y lista. La campa?a pol¨ªtica que t¨² ves aqu¨ª te matar¨ªa de la risa. Por una camiseta o una pelota de f¨²tbol voto por ti. Seas lo que seas. Para m¨ª, est¨¢ muy bien elaborada porque, al tener una poblaci¨®n mediocre sin capacidad de discernir, se r¨ªen. En el pa¨ªs de los ciegos el tuerto es el rey¡±.
Para 2030, los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible apuestan por la erradicaci¨®n del hambre y garantizar la seguridad alimentaria. ?Lo conseguir¨¢ Guatemala? Arriola no es optimista: ¡°Uno cree que en el siglo XXI las cosas van a cambiar pero no ocurre. Si hubiera voluntad pol¨ªtica y de verdad todos los guatemaltecos hici¨¦ramos presi¨®n social para que las cosas caminen, pensar¨ªa que s¨ª se puede. Guatemala es un pa¨ªs rico, con much¨ªsimos recursos y valores culturales y naturales pero tenemos un nivel de corrupci¨®n horrible. Los gobiernos han venido a enriquecerse y a dejarnos pobres. Si hubiera pol¨ªticas de transparencia, de honradez, s¨ª se podr¨ªa. Solo sabiendo distribuir los recursos y los presupuestos y ordenando gastos, ya no en 2030, en 2025, esto dar¨ªa un cambio radical¡±.
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