Escudos frente al ?bola
La ¨²ltima epidemia de ¨¦bola ha confirmado que la ¨²nica estrategia para reducir el riesgo en pa¨ªses con sistemas sanitarios fuertes es disminuirlo en los lugares donde estas enfermedades son end¨¦micas
Todos hemos conocido a la auxiliar Teresa Romero y a su perro Excalibur. Sin embargo, no todos podr¨ªamos situar en el mapa las ciudades de Freetown, Conakry o Monrovia, capitales de los tres pa¨ªses de ?frica Occidental m¨¢s afectados por la ya finalizada epidemia de ¨¦bola.
Esta innata capacidad del ser humano de ver s¨®lo la punta del iceberg ¡ªde quedarse con lo anecd¨®tico sin analizar las causas¡ª podr¨ªa entenderse si preguntamos sobre la epidemia de ?bola a la poblaci¨®n general. Es decir, al grueso de ciudadanos que luchan diariamente por conseguir un trabajo, mantenerlo si es que lo poseen o llegar a fin de mes. Pero no es comprensible si hablamos de los que nos dirigen, de los que toman decisiones que afectan directamente a nuestra salud y a la de los que nos rodean. En ese caso, la falta de conocimiento t¨¦cnico y de rigor en sus decisiones no es tan anecd¨®tica ni tan infrecuente.
La epidemia de ¨¦bola ha puesto de manifiesto muchas de las incompetencias de las pol¨ªticas sanitarias de los pa¨ªses Occidentales, que ya se hab¨ªan insinuado en crisis anteriores como la epidemia por el virus H1N1. Los sistemas internacionales de protecci¨®n de la salud como el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), concebidos para protegernos frente a enfermedades que nos llegan de fuera, son claramente insuficientes. Situar la defensa del Estado (frente al agente agresor, frente al enemigo infeccioso) por encima de la defensa de las personas ha sido el error de estas pol¨ªticas. La protecci¨®n global de la salud debe pasar de manera inexorable por la protecci¨®n de la salud de las personas y por al acceso que esas personas ¡ªde forma individual y colectiva¡ª tengan a servicios sanitarios con garant¨ªas de m¨ªnimos.
El caso de la auxiliar infectada por ¨¦bola ha demostrado que hasta los pa¨ªses con sistemas sanitarios mejor preparados ¡ªcomo Espa?a¡ª tienen un riesgo de que aparezcan enfermedades transmisibles entre sus fronteras similar al de otros Estados m¨¢s fr¨¢giles. Y ha confirmado que la ¨²nica estrategia para reducir el riesgo es disminuirlo tambi¨¦n en los lugares donde estas enfermedades son end¨¦micas, mejorando sus servicios sanitarios y en definitiva mejorando la protecci¨®n individual y colectiva de las personas.
La protecci¨®n del Estado no puede ponerse por encima de la protecci¨®n del individuo
Seg¨²n un informe del Instituto de Salud Global (ISGlobal) presentado hace un a?o, el Gobierno de Espa?a ha dedicado diez veces m¨¢s recursos econ¨®micos para protegernos frente al ¨¦bola dentro de nuestras fronteras que para combatir la epidemia en ?frica (reforma millonaria del Hospital G¨®mez Ulla, compra desproporcionada de trajes y material de bioseguridad¡). Una decisi¨®n que se tom¨® en paralelo a la exclusi¨®n de un gran colectivo de personas migrantes de nuestro sistema nacional de salud. Ambas decisiones est¨¢n relacionadas: las dos quieren protegernos frente al adversario y las dos interpretan err¨®neamente que la protecci¨®n del Estado ¡ªla defensa nacional¡ª est¨¢ por encima de la protecci¨®n del individuo.
Desde 1976 hasta el 14 de Enero de 2016, fecha en la que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud declar¨® el fin de la ¨²ltima epidemia, ha habido cerca de treinta epidemias de ¨¦bola. La siguiente no tardar¨¢ en llegar, pero antes de que lo haga, debemos escoger entre dos opciones: (1) comprarnos un traje amarillo de bioseguridad y guardarlo en casa, para cuando nos ataquen de nuevo, ¨® (2) exigir a nuestros gobernantes pol¨ªticas centradas en las personas y no en escudos para el Estado; pol¨ªticas basadas en la equidad en el acceso a la salud dentro y fuera de nuestras fronteras en lugar de aquellas que entienden que excluir a personas del sistema nacional de salud reduce los riesgos de los dem¨¢s, y pol¨ªticas que tengan como objetivo prioritario la reducci¨®n de la desigualdad. S¨®lo as¨ª conseguiremos disminuir el impacto de las pr¨®ximas epidemias y reducir el riesgo de los profesionales sanitarios y de los animales de compa?¨ªa de este pa¨ªs (r¨¦quiem por Excalibur). Yo escojo la segunda opci¨®n. ?Cu¨¢l escoges t¨²?
Javier Arcos es m¨¦dico coordinador de equipos de Acci¨®n Humanitaria de M¨¦dicos del Mundo y m¨¦dico de Urgencias en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
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