La forma de caminar
Hace un pu?ado de a?os perd¨ª a un gran amigo. Unos meses despu¨¦s lo volv¨ª a ver caminando por las calles de Par¨ªs. ?bamos en la misma direcci¨®n, pero cada cual en una orilla distinta del Sena. Si cruzaba uno de los puentes de Par¨ªs, lo perd¨ªa, si me manten¨ªa a su lado, a¨²n con el ancho del r¨ªo separ¨¢ndonos, continuaba la esperanza de un encuentro imposible. Cuanto m¨¢s tiempo pasaba, m¨¢s convencido estaba de que era ¨¦l. Todo por su forma de caminar. Tan peculiar. Tan suya. Pasado lo que se me antoj¨® horas, desapareci¨® en la noche. Nunca lo volv¨ª a ver. Ahora se est¨¢ desarrollando un software que identificar¨¢ tan eficazmente como una huella dactilar o el ADN a alguien basado en la combinaci¨®n algor¨ªtmica de anatom¨ªa y forma de caminar. Las c¨¢maras callejeras atestiguar¨¢n m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable qui¨¦n estuvo en el lugar del crimen o ayudar¨¢n a encontrar al enfermo de alzh¨¦imer que deambula perdido por las calles. A quien no encontrar¨¢n es a mi amigo.¡ª Luis Peraza Parga.
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