Me agota hablar con la gente. Y no soy un bicho raro

Los neur¨®logos lo confirman. Los introvertidos sufren un mayor cansancio neuronal a la hora de comunicarse. Para solucionarlo, es crucial aceptar nuestro patr¨®n de personalidad y beneficiarnos de sus ventajas, adem¨¢s de conocer y poner en pr¨¢ctica las estrategias sociales que nos ayudar¨¢n a sentirnos m¨¢s c¨®modos (y menos cansados) en nuestro d¨ªa a d¨ªa.

La vida est¨¢ pensada para beneficiar a los extrovertidos

En 1921, se publica Tipos psicol¨®gicos, un ensayo en el que el psic¨®logo suizo Carl Gustav Jung divide por primera vez a los seres humanos en dos grandes bloques atendiendo a su patr¨®n de personalidad: introvertidos y extrovertidos. Para Jung, las personas introvertidas pondr¨ªan el foco en los procesos subjetivos y psicol¨®gicos, y para ellos tendr¨ªa m¨¢s valor el sujeto que el objeto. Por el contrario, los extrovertidos situar¨ªan el objeto en su centro de inter¨¦s y el sujeto se ver¨ªa subordinado a este. O lo que es lo mismo, para los introvertidos lo importante ser¨ªa el yo, mientras que para los extrovertidos lo que primar¨ªa ser¨ªa el yo con respecto a los otros. No es inusual que estos sean sujetos con una gran energ¨ªa, que centran su atenci¨®n en el mundo exterior; a diferencia de sus contrarios, que disfrutan m¨¢s del tiempo que pasan a solas. Normalmente, los psic¨®logos consideran que la principal diferencia entre ellos radica en la forma en la que "llenan su barra de energ¨ªa": mientras que los extrovertidos lo hacen mediante las interacciones sociales, los introvertidos necesitan situaciones que supongan un menor nivel de est¨ªmulo para sentirse m¨¢s en¨¦rgicos.

"Al hablar de introversi¨®n o extroversi¨®n, no estamos hablando de dos categor¨ªas estancas, sino de dos extremos de un continuo"

Sin embargo, y aunque a lo largo del siglo pasado fueron muchos los psic¨®logos que intentaron calibrar de manera casi matem¨¢tica los rasgos de nuestra personalidad ¡ªuno de los m¨¦todos m¨¢s conocidos es el Test de Personalidad de Eysenck (EPQ), que llev¨® a cabo el alem¨¢n Hans J¨¹rgen Eysenck¡ª, en la actualidad, es recomendable no categorizar a los seres humanos en t¨¦rminos absolutos. Lo explica el psic¨®logo Alberto Soler Sarri¨®: "Al hablar de introversi¨®n o extroversi¨®n, no estamos hablando de dos categor¨ªas estancas sino de dos extremos de un continuo; cada persona se ubica en un lugar diferente de una gr¨¢fica que parte de una gran introversi¨®n hasta una gran extroversi¨®n. La mayor¨ªa de la gente se sit¨²a en puntos intermedios". Adem¨¢s, tambi¨¦n debemos tener en cuenta el momento personal que estamos viviendo o las circunstancias vitales que nos acompa?an.

Pero, si as¨ª nos lo propusi¨¦semos, ?podr¨ªamos ejercer alg¨²n tipo de control o modificaci¨®n sobre nuestra tendencia personal? Cada vez m¨¢s cient¨ªficos parecen indicar lo contrario. Los ingleses Kathryn Asbury y Robert Plomin as¨ª lo mantienen en su libro Gen¨¦tica y aprendizaje (Paid¨®s), en el que intentan demostrar, a partir de un seguimiento realizado a miles de ni?os gemelos y mellizos durante dos a?os, que los genes s¨ª influyen en el aprendizaje. Sin ¨¢nimo de caer en el "reduccionismo gen¨¦tico", los neur¨®logos coinciden en que los procesos cerebrales de una persona introvertida y otra extrovertida son diferentes y que, por lo tanto, nuestra personalidad vendr¨¢ determinada por el predominio de la actividad que muestren unas regiones cerebrales sobre otras. "El ser humano es gen¨¦tica por aprendizaje. No puedes ser nada que no est¨¦ en tus genes ser, y estos genes no se activar¨¢n si no te sometes a las experiencias adecuadas para activarlos", explica Javier Tirapu Ust¨¢rroz, neuropsic¨®logo cl¨ªnico y miembro del Grupo de Estudio de Neuropsicolog¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN).

?Qu¨¦ ocurre si nos encontramos entre los introvertidos? Es un hecho que la vida est¨¢ pensada para beneficiar a los extrovertidos, lo apreciamos en nuestro d¨ªa a d¨ªa pero tambi¨¦n en la esfera p¨²blica. La gente que cumple este patr¨®n busca vivir emociones fuertes que les reporten placer; est¨¢ m¨¢s centrada en el mundo exterior y es m¨¢s sociable. Por el contrario, los introvertidos no tienen un gran peso en la vida social, y es muy dif¨ªcil verlos ocupando un papel importante en los medios de comunicaci¨®n o en las juntas directivas de las grandes empresas. Tienen tambi¨¦n m¨¢s dificultades a la hora de expresarse y, como consecuencia, su voz no llega tan lejos como la de la gente que no comparte este patr¨®n. Adem¨¢s, los introvertidos tienen una mayor tendencia a refugiarse en s¨ª mismos porque son m¨¢s autoconscientes, lo que podr¨ªa llegar a entenderse como algo negativo. "La sociedad asocia la introversi¨®n con rasgos antisociales, timidez o pocas habilidades sociales, lo cual no puede estar m¨¢s lejos de la realidad", aclara Soler. La extroversi¨®n se asocia con el ¨¦xito social, y esto se percibe en los estereotipos que la publicidad o el cine perpet¨²an. "No obstante, muchas personas que han conseguido un gran ¨¦xito han tenido un patr¨®n de personalidad mucho m¨¢s cercano a la introversi¨®n: Albert Einstein, Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, etc.", sentencia. Es decir: toca derribar los t¨®picos.

Conviene entender que las personas introvertidas no son antisociales, sino que disfrutan de las relaciones de un modo diferente. En vez de salir a una discoteca o de estar entre multitudes, prefieren ir a tomar una copa tranquilamente o quedar con un par de amigos. Lo explica Soler: "La introversi¨®n es un patr¨®n de personalidad caracterizado por una preferencia hacia situaciones poco complejas y estimulantes; esto es, contextos m¨¢s tranquilos, menos ruidosos, con menos personas".

Y no se trata de una cuesti¨®n cualitativa, sino gen¨¦tica: "La capacidad de introspecci¨®n, de narrar nuestra vida en primera persona y de definirnos en t¨¦rminos 'objetivos', pero manteniendo un sentido ¨²nico de identidad y de experiencia subjetiva, requiere de un gran desarrollo del c¨®rtex prefrontal orbital y ventromediano", se?ala Ust¨¢rroz. Los introvertidos procesan de una manera diferente sus vivencias y act¨²an normalmente de una manera menos superficial. Son m¨¢s autoanal¨ªticos y tienen m¨¢s claro cu¨¢les son sus necesidades psicol¨®gicas; a diferencia de los extrovertidos, que son menos conscientes de sus problemas.

Otro de los factores fundamentales a tener en cuenta si hablamos de personas extrovertidas es que su cerebro libera mayores dosis de dopamina ¡ªun neurotransmisor del que depende nuestra sensaci¨®n bienestar¡ª cuando se encuentran realizando actividades sociales o al aire libre, seg¨²n apunta un estudio de los investigadores de Cornell University. El doctor Ust¨¢rroz suscribe esta teor¨ªa: "La dopamina ejerce una acci¨®n estimulante y act¨²a creando una sensaci¨®n de que algo interesante est¨¢ sucediendo. Adem¨¢s, esta sustancia otorga una cierta sensaci¨®n de euforia al manifestarse como un impulso de b¨²squeda con la certeza de una recompensa. Este sistema nos motiva a movernos para buscar aquello que nos produzca placer". La dopamina, adem¨¢s, promueve lo que en psicolog¨ªa se conoce como "aprendizaje asociativo", un proceso cerebral que contribuye a que los extrovertidos muestren una mayor disposici¨®n a asociar determinadas memorias con el factor de contexto-recompensa. "Cuando este se pone a funcionar, se consigue una acci¨®n estimulante, creando la sensaci¨®n de que algo interesante est¨¢ sucediendo. Por ello, los extrovertidos son m¨¢s propensos a vivir experiencias de todo tipo", explica Ust¨¢rroz.

Todo lo contrario ocurre con los introvertidos, para los que socializar supone un gasto enorme de energ¨ªa. "En el cerebro hay menos activaci¨®n cuando m¨¢s eficacia hay. Es decir, debido a una falta de eficiencia, nuestro cerebro se ve obligado a ir reclutando diversas ¨¢reas cerebrales porque no tiene una estrategia clara de resoluci¨®n", aclara Ust¨¢rroz. De este modo, el cerebro de las personas que tienen un patr¨®n de personalidad m¨¢s cercano a la introspecci¨®n debe realizar un mayor esfuerzo, ya que este no dejar¨¢ de funcionar hasta que consiga resolver el problema, que en este caso es m¨¢s complejo y requiere m¨¢s tiempo.

Para evitar un mayor gasto de energ¨ªa, es necesario que la gente introvertida pase m¨¢s tiempo a solas e intercale las salidas con momentos de tranquilidad en casa o en contacto con la naturaleza. Lo m¨¢s importante es aceptar que no hay nada malo en sentirse as¨ª. "Al igual que a un extrovertido le genera mucha ansiedad no tener un plan el fin de semana, a ellos les genera una especie de cansancio el hecho de enfrentarse a ciertas situaciones sociales. Para los introvertidos es importante que despu¨¦s del 'esfuerzo' que les ha supuesto una determinada situaci¨®n social, puedan contar con un tiempo para 'cargar pilas' de nuevo, estando solos o haciendo actividades que les resulten placenteras: lectura, escuchar m¨²sica, o incluso algo de silencio durante unas horas", explica Soler. Adem¨¢s, tampoco debemos olvidar que los introvertidos tienden a cultivar con m¨¢s intensidad su mundo interior, y es habitual relacionar su estado con la creatividad y la empat¨ªa. "Tienen una gran capacidad para escuchar y son m¨¢s prudentes y reflexivos. Adem¨¢s, su vida interior es m¨¢s rica, lo que les lleva a necesitar menos estimulaci¨®n exterior para lograr su bienestar", remata Ust¨¢rroz.