La capital de Siria se entrega a la ¡®Putinman¨ªa¡¯

A Bachar el Asad le ha salido un competidor. En una ciudad como Damasco, acostumbrada al culto a la personalidad, la faz del ra¨ªs, l¨ªder en ¨¢rabe, es ubicua. Su rostro acapara las vallas publicitarias, empapela las calles del pa¨ªs, preside oficinas y garitas y protagoniza las mercanc¨ªas en venta en las tiendas de souvenirs. En plena reactivaci¨®n de los frentes de guerra, Vlad¨ªmir Putin sube puestos en el ranking de los l¨ªderes m¨¢s populares en el pa¨ªs.

Desde que el pasado mes de septiembre los bombarderos rusos impulsaran una cadena de victorias de las tropas regulares sirias en el terreno, la popularidad de Putin est¨¢ al alza. Incluso llega a hacer sombra a Hasan Nasral¨¢, l¨ªder del partido-milicia liban¨¦s Hezbol¨¢, hist¨®rico aliado de Damasco. En los bazares colindantes a la mezquita Omeya de Damasco los comerciantes ofertan desde pines, a tazas de caf¨¦, colgantes o camisetas con el rostro del l¨ªder ruso. Aunque ya hace tiempo que el ¨²ltimo turista occidental abandon¨® la hist¨®rica capital, grupos de peregrinos chi¨ªes arramplan con los souvenirs que encarnan la nueva trilog¨ªa Asad-Putin-Nasral¨¢. Incluso algunos colegios de Damasco comienzan a ofertar el ruso como segunda lengua. El pu?ado de soldados rusos que en su tiempo libre se aventuran a trav¨¦s de las callejas de la ciudad son recibidos con un reguero de Welcome Rusia!

Ante el apoyo incondicional moscovita, los habitantes de la Siria leal a El Asad hacen caso omiso de la condena vertida por la comunidad internacional ante las muertes civiles a manos de la aviaci¨®n rusa. Para ellos, esas cifras forman parte de la campa?a medi¨¢tica occidental cuyo ¨²nico objetivo es dividir al pa¨ªs. No es de extra?ar que en los pasillos de la Administraci¨®n Militar siria resuene el ruso por doquier. La casta de oficiales militares tradicionalmente formados en Mosc¨² encabeza hoy el Ej¨¦rcito regular. En los frentes sirios leales, el efecto Putin incide tambi¨¦n en la moral de los soldados rasos. Pero los cuerpos de ¨¦lite sirios recuerdan que quien combate en tierra, y por tanto cuerpo a cuerpo, siguen siendo los propios sirios.