Seguramente, la mejor actuaci¨®n musical jam¨¢s vista en los Oscar
Un Bruce Springsteen emocionado y circunspecto interpret¨® 'Streets of Philadelphia'. Todav¨ªa pone el vello de punta
Cuando el 21 de marzo de 1994 Bruce Springsteen apareci¨® en el escenario del Pabell¨®n Dorothy Chandler (Los ?ngeles), en la ceremonia de entrega n¨²mero 66 de los Oscar, muchos se quedaron at¨®nitos. Ni siquiera hizo falta que el m¨²sico de Nueva Jersey abriera la boca para que el p¨²blico asistente y los millones que segu¨ªan la gala por televisi¨®n percibieran en su imponente presencia algo distinto. Desde luego, no era el entregado rockero que acompasa el ritmo con espasmos vigorosos. Ni siquiera llevaba una guitarra colgada de los hombros, imagen se?era. No, el Springsteen (en aquella ¨¦poca con 44 a?os) que se materializ¨® en un escenario sobrio y tenuemente iluminado se mostraba comedido y circunspecto. Durante los 30 primeros segundos de su interpretaci¨®n parece una estatua. Enfundado en un traje oscuro, y a pesar de la perilla grunge al gusto del momento, se le ve¨ªa, adem¨¢s, elegante.
En 87 a?os de premios Oscar, en los que cine y m¨²sica se han fundido en deliciosa armon¨ªa, actuaciones memorables ha habido a montones. Pero si existen unos atributos determinantes para que una de ellas pase a la historia con rotundidad, esta los ten¨ªa todos: una puesta en escena sorprendente, un artista de primer¨ªsima talla, una interpretaci¨®n sentida y una canci¨®n con un mensaje a¨²n v¨¢lido pero que en esos d¨ªas toc¨® el coraz¨®n de muchos. El tema era Streets of Philadelphia, compuesto por Springsteen para la banda sonora de Philadelphia, pel¨ªcula dirigida por Jonathan Demme, con Tom Hanks y Denzel Washington en los papeles protagonistas, cuyo argumento giraba en torno al impacto social de cuatro letras devastadoras: sida.
La canci¨®n, que sonaba en los cr¨¦ditos iniciales de la pel¨ªcula, contribu¨ªa sin duda a sumergir al espectador en la atm¨®sfera de drama y desaz¨®n que la historia merec¨ªa. Es un tema at¨ªpico en la discograf¨ªa de Springsteen: su espartana instrumentaci¨®n se basa en un relajado loop de bater¨ªa y un suave colch¨®n de teclados (tambi¨¦n, unos discretos coros masculinos). El v¨ªdeo musical mostraba a un desali?ado Springsteen paseando por algunos de los escenarios m¨¢s destartalados de Filadelfia. Al contrario de lo que suele ser habitual en videoclips de bandas sonoras, solo un par de planos furtivos de la pel¨ªcula (de un Tom Hanks con aire preocupado) se intercalaban en la caminata del m¨²sico. Con todo el peso en Springsteen, las im¨¢genes trasmit¨ªan la idea de que Streets of Philadelphia era mucho m¨¢s que una colaboraci¨®n: era un single importante (y muy s¨®lido) en la discograf¨ªa de The Boss.
Curiosamente, fue Antonio Banderas quien dio paso a la actuaci¨®n de Springsteen en la gala de los Oscar, en una edici¨®n, por cierto, muy espa?ola (fue el a?o en que Fernando Trueba obtuvo el premio a la mejor pel¨ªcula en habla no inglesa por Belle Epoque). Banderas ten¨ªa un papel secundario en Philadelphia. Tras la actuaci¨®n de Springsteen, Whitney Houston abri¨® el sobre con el premio a la mejor canci¨®n, que recay¨® precisamente en el tema que Springsteen hab¨ªa compuesto para la pel¨ªcula de Jonathan Demme.
Un modesto Bruce subi¨® a recoger la estatuilla. ¡°Es la primera canci¨®n que he escrito para una pel¨ªcula, as¨ª que supongo que a partir de ahora todo va a ir sobre ruedas¡±, brome¨®. Hab¨ªa vencido a nominados como Neil Young (con otra canci¨®n para Philadelphia), Janet Jackson, James Ingram y Harry Connick Jr (salvo este ¨²ltimo, todos autores o coautores de las canciones candidatas; son los compositores los que optan al trofeo). Hubo otro Oscar para Philadelphia, que se llev¨® Tom Hanks como mejor actor.
No fue el ¨²nico reconocimiento para Streets of Philadelphia. Ese a?o se agenci¨® el Globo de Oro, el premio de la MTV al mejor v¨ªdeo y, en los premios Grammy del a?o siguiente, cuatro galardones. A pesar de ello, no pas¨® de la novena posici¨®n en la lista de discos m¨¢s vendidos en Estados Unidos; su repercusi¨®n fue mayor en Europa, donde logr¨® el n¨²mero uno en muchos pa¨ªses del continente y el dos en Reino Unido. Hoy es un cl¨¢sico ineludible en la carrera de Bruce Springsteen, que le coger¨ªa el gusto a componer para el cine y al a?o siguiente firmar¨ªa Dead man walking para la pel¨ªcula de igual t¨ªtulo dirigida por Tim Robbins. Sin embago, est¨¢ canci¨®n que puso un nudo en el garganta en aquella gala de los Oscar, apenas la interpreta en directo y es muy dif¨ªcil que suene en la gira que tiene programada para 2016 (Espa?a incluida). Quiz¨¢ por ser demasiado triste para sus euf¨®ricos conciertos. Quiz¨¢...
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