Lena Dunham est¨¢ cansada de hablar de su cuerpo
La creadora de la serie 'Girls' nos cuenta en Los ?ngeles por qu¨¦ quiere que dejen de preguntarle por sus desnudos en pantalla
Lena Dunham est¨¢ cansada de hablar de su cuerpo. No de ense?arlo. Est¨¢ cansada de que le pregunten por qu¨¦ lo ense?a siempre que le da la gana. En el primer episodio de la quinta temporada, la que ha anunciado que ser¨¢ la pen¨²ltima, de su serie Girls vuelve a mostrarlo. ?Y? No va a dejar de hacerlo porque sig¨¢is preguntando. Tampoco dejar¨¢ de contestar a vuestras preguntas. O s¨ª. "Han sido cuatros a?os y medio con cuestiones constantes sobre por qu¨¦ salgo tantas veces desnuda, o por qu¨¦ siento que tengo que hacerlo; o por qu¨¦ es importante para m¨ª, o si siento verg¨¹enza al hacerlo", dice agudizando un poco la voz, como solo hace cuando se enfada un poco o se pone ir¨®nica. A veces, casi siempre, ambas cosas coinciden. "Pasa m¨¢s en EE. UU. que en Europa, desde luego", correa matizar sabiendo el origen de TENTACIONES. Y porque es cierto que en EE. UU. se remueven m¨¢s en sus sof¨¢s cuando ven desnudos en sus televisores. "Es un alivio cuando vas a Francia, o Italia, o donde sea, y no les importa, y te sueltan: 'S¨ª, vale, vemos desnudos frontales todo el rato...'. Te das cuenta de que no es un problema mundial, que solo ocurre en mi pa¨ªs. Es una sociedad puritana en el fondo. Creo que eso est¨¢ cambiando, pero muy lentamente. Hay una obsesi¨®n por los desnudos y el sexo y, al mismo tiempo, una repulsi¨®n hacia el desnudo y el sexo", contin¨²a con decepci¨®n, volviendo a su tono de voz habitual. "Y cuando has contestado cinco preguntas sobre tu des- nudo, sientes que las has contestado todas, y en un momento dado, piensas: '?Podemos pasar ya del tema?'. Porque no es tan chocante, y adem¨¢s siento que gran parte de la cuesti¨®n es que no est¨¢n acostumbrados a ver una mujer que no responde a los c¨¢nones ideales de Hollywood".
Cierto. Ese ha sido el gran problema. Y el origen de la mayor¨ªa de las cr¨ªticas que recibe en Internet desde que colgara su primer v¨ªdeo en YouTube cuando ten¨ªa 21 a?os. The Fountain se titulaba, y en ¨¦l se ve¨ªa a Dunham qued¨¢ndose en bikini en la fuente de su universidad, en Ohio. A pesar de sobrepasar el mill¨®n de visualizaciones, lo acab¨® quitando de la web. Ahora, a punto de cumplir los 30, convertida en estrella mundial de la televisi¨®n y las redes sociales, quiz¨¢ ya no borre una foto de Internet, pero a¨²n tiene que aguantar y defenderse constantemente de comentarios e insultos. Algo por lo que lleg¨® a dejar Twitter. Est¨¢ en su naturaleza no quedarse callada. Ya se sabe, y se han escrito ensayos sobre el tema: Dunham es tan verborreica como Woody Allen y Larry David a la vez.
Lo dicho. Se sale de los c¨¢nones y est¨¢ndares de Hollywood. Y no solo f¨ªsicamente. De ah¨ª, tambi¨¦n, el origen de su ¨¦xito. Comparte demasiado su intimidad, por ejemplo. Mientras la mayor¨ªa de sus compa?eros de profesi¨®n prefieren no dar detalles personales, ella ha contado su vida en Girls, en su ¨®pera prima (Tiny furniture), en sus historias para el New Yorker, en sus memorias millonariasy tituladas No soy ese tipo de chica, en Twitter, en Instagram... Hasta en las entrevistas. Sentada en una habitaci¨®n de un hotel de Beverly Hills, Dunham responde con una velocidad sorprendente ¨Csolo si nunca viste Girls ¨Ca todas las preguntas. A veces, parece que ha puesto el piloto autom¨¢tico, que no tiene ni que pensar en la respuesta, pero en cada frase suelta algo lleno de sentido, significado y poes¨ªa para un periodista siempre acechante a la caza de titulares.
"Ha sido incre¨ªble verla crecer", dice Judd Apatow, poco antes de que Dunham entre en la misma habitaci¨®n. El director de Virgen a los 40 fue quien le dio la primera gran oportunidad despu¨¦s de re¨ªrse a carcajadas y llorar viendo Tiny furniture, una pel¨ªcula autobiogr¨¢fica que le vali¨® los primeros elogios y ataques por presentarse como lo que era: una ni?a bien bohemia del downtown neoyorquino. Appatow le ofreci¨® trabajar juntos y Dunham le mand¨® el borrador de una serie protagonizada por una veintea?era perdida, sarc¨¢stica, muy lista y exhibicionista f¨ªsica y emocionalmente. Ella misma. Juntos se lo presentaron a la HBO y, en 2012, Girls se convirti¨® en el recambio generacional de la cadena creadora de Sexo en Nueva York. "Cuando empezamos, no vi venir que la serie o Lena fueran a convertirse en algo tan grande", explica Apatow. "Pens¨¦ que era una gran escritora y directora, me gust¨® su pel¨ªcula, y quise trabajar con ella. Y entonces todo esto pas¨®: pol¨ªtica, fama... pero nunca lo anticipamos. S¨ª prev¨ª que tendr¨ªamos atenci¨®n medi¨¢tica conla serie, pero no que ella se convertir¨ªa en esta estrella que es ahora. Se ha transformado en una mujer incre¨ªble que lucha por todo en lo que cree, es pol¨ªticamente activa en un sentido saludable y positivo. Es una mujer en la que otras chicas pueden mirarse, porque les dice directamente que pueden dirigir, pueden escribir, pueden hacer lo que quieran. Me gusta que mis hijas tengan un modelo como Lena, alguien a quien admirar, y quieran seguir sus pasos".
Y he aqu¨ª otro tema del que Dunham est¨¢ cansada de hablar. Pero, como ha sido Judd Apatow quien lo ha sacado a relucir... La actriz y guionista se r¨ªe al ver por d¨®nde vendr¨¢n las preguntas. Es consciente de que se ha con- vertido, en gran parte a su pesar, en la voz de su generaci¨®n. O, al menos, en una voz... de una generaci¨®n. Tal y como profetiz¨® e ironiz¨® Hannah Horvath, su alter ego, en la primera temporada de Girls. Aquella frase que soltaba, completamente colocada, fue el centro de las cr¨ªticas ¨Cuna vez m¨¢s¨C y del ¨¦xito ¨Ctambi¨¦n¨C de la serie y de su creadora. Se ha hartado de responder que aquello no era una declaraci¨®n de principios, pero ahora que se ha convertido en la mejor arma de Hillary Clinton para captar a los millennials indecisos en su carrera hacia la presidencia de EE. UU., ya acepta su lugar con diplomacia. En 2012, Dunham reconoc¨ªa en EL PA?S que era una "persona cero pol¨ªtica". Cuatro a?os despu¨¦s, ha pasado de ser una postadolescente preocupada solo por ella misma a una mujer 100% pol¨ªtica.
?Qu¨¦ te llev¨® a dar ese cambio, a involucrarte tantoen la pol¨ªtica?
Es lo que le digo ahora a los que quieren escucharme: quiz¨¢ no te guste c¨®mo funciona el gobierno pero, si no te involucras en el proceso pol¨ªtico, no puedes hacer nada para cambiarlo. Escuchaba todas estas quejas sobre c¨®mo el pa¨ªs est¨¢ tratando a las mujeres, yo misma ten¨ªa mis propias quejas sobre el estigma alrededor de los m¨¦todos anticonceptivos, del aborto, y me di cuenta de que nada iba a cambiar si yo no hac¨ªa nada al respecto. Para m¨ª todo empez¨® cuando apoy¨¦ a Obama para su reelecci¨®n, ponerme en aquella situaci¨®n fue muy educativo. Decid¨ª hacerlo, decid¨ª comprometerme. Girls estaba entonces en su segunda temporada y me dije a m¨ª misma: '?Cu¨¢l es el fin de tener una audiencia si no la aprovechas? ?De qu¨¦ sirve exponer mi voz si no la uso de forma que pueda marcar una diferencia?'. En ese momento decid¨ª que ser pol¨ªtica era importante para m¨ª.
No todo el mundo en Hollywood se atreve a comprometerse tanto en la pol¨ªtica.
Lo s¨¦. Y por eso realmente admiro a la gente que no tiene miedo de expresarse y exponer sus opiniones. Ya sea Mark Ruffalo posicion¨¢ndose contra el fracking y apoyando al candidato dem¨®crata [y rival de Hillary Clinton] Bernie Sanders, Amy Schumer hablando sobre el control de las armas o Jennifer Lawrence sobre la igualdad de salario en esta industria. Son todos problemas importantes, y me gusta ver que las celebridades usan su plataforma para combatirlos.
?Cu¨¢ndo conociste a Hillary Clinton y decidiste que la apoyar¨ªas y hasta acompa?ar¨ªas en su campa?a?
La conoc¨ª por primera vez en 2014, Jenni [Konner, produc- tora de Girls] y yo acudimos a un evento que organiz¨® para showrunners en Los ?ngeles, debi¨® de ser en marzo de 2014. Fue incre¨ªble ver en directo el carisma y energ¨ªa que desprende; y la seriedad hacia todo lo que trata. Y conocer a Chelsea, su hija, que estaba con ella. Siempre la hab¨ªa admirado, pero cuando Hillary anunci¨® que iba a presentarse, tuve claro que la apoyar¨ªa como pudiera y que votar¨ªa por ella. Y eso no significa que no respete a la gente que va a votar por Bernie Sanders. Porque, al final, todos tenemos una idea parecida de hacia donde queremos llevar este pa¨ªs.
?Pero crees que Clinton es la m¨¢s adecuada para llevarlo hasta all¨ª?
Eso creo. Y no creo que solo una mujer pueda conseguirlo, pero s¨ª pienso que Hillary Clinton es ahora mismo la persona m¨¢s cualificada para ello. Y, dicho esto, durante la campa?a he intentado ser muy cuidadosa en recordar que no la apoyo por- que sea mujer. ?Me parece emocionante que podamos tener la primera mujer presidenta? S¨ª. Por supuesto. Cuando era ni?a no pensaba ni que estuviera permitido que una mujer llegara a serlo, miraba todos los presidentes anteriores y pensaba: "Oh, vale, claramente las reglas dicen que el presidente debe ser un hombre". Y le pregunt¨¦ a mi madre, y ella me dijo: "No". "OK, esa es la regla. Barbie es una chica, y el presidente es un chico. O lo que sea". Pero ahora estoy realmente emocio- nada de que mis hijos puedan nacer en un mundo en el que eso ya no es una regla, y puede haber una mujer presidenta. Pero lo que ocurre es que de verdad apoyo sus planes, sus ideas. Y a¨²n as¨ª no he salido ah¨ª fuera a convencer a mis se- guidores sobre a qui¨¦n deben votar, sino para involucrarles a todos en el proceso pol¨ªtico.
Con la misma energ¨ªa con que se coloca un vestido con estam- pado tipogr¨¢fico que reza "Hillary" para recorrerse los pueblos de Iowa, Lena Dunham se sube al escenario para acompa?ar y apoyar a su amiga Taylor Swift. "Ser de su cuadrilla es de los grandes logros de mi vida", dice ir¨®nica, pero muy en serio. Dunham es una fiel creyente en la cultura popular como motor y term¨®metro del presente. Y pocas personas lo invaden m¨¢s que la exestrella del country y actual reina del pop.
"Taylor es una mujer incre¨ªble y un modelo a seguir para tanta gente, para tantas mujeres j¨®venes hoy", contin¨²a. "Creo que es genial que la gente crezca viendo a esta mujer que escribe sus propias canciones, dirige su propio negocio, que ha triunfado no bas¨¢ndose en una imagen, sino en su trabajo, en su m¨²sica. Su m¨²sica es lo primero siempre, y desprende positividad y felicidad. Esa es su labor en el mundo. Y me parece muy inspirador".
A lo largo de su vida, Dunham se ha ido rodeando siempre de mujeres que la inspiraran. De mentoras. "Nora Ephron fue la primera, probablemente", dice de la guionista que salt¨® a la fama con Cuando Harry encontr¨® a Sally y que primero confi¨® en su talento como contadora de historias. "Ahora Jenni [Konner], bueno y Judd [Appatow], son las primeras personas a las que voy a pedir consejo. Y, sinceramen- te, s¨¦ que suena muy cursi, pero mi madre es tan importante para m¨ª... Le pregunto constantemente qu¨¦ har¨ªa aqu¨ª, como solucionar¨ªa esto...". De ella, la artista Laurie Simmons, que aparec¨ªa como su madre de ficci¨®n (aunque muy real) en Tiny furniture, aprendi¨® muy pronto a identificarse como feminista. "Cuando eres peque?a siempre quieres ser como tu madre, usar su maquillaje, ponerte sus zapatos, probarte su ropa... y como ella se identificaba como feminista, a m¨ª me parec¨ªa cool serlo, aunque no entendiera entonces qu¨¦ era".
Pero ese sentimiento nunca se fue. Y Dunham ha creado ahora alrededor del feminismo y el entretenimiento un imperio para empoderar a las mujeres y darles voz a todas. "Creo que nuestra generaci¨®n es tan diversa que una ¨²nica voz no puede representarla", insiste, rest¨¢ndose valor como portavoz. Prefiere reconocerse como una conductora y agregadora de voces. Por eso cre¨® junto a su amiga y socia creativa, Jenni Konner, Lenny, una newsletter semanal en la que publican entrevistas a iconos de la lucha feminista como Gloria Steinem; o historias de mujeres an¨®nimas y tan populares como Jennifer Lawrence, quien aprovech¨® la plataforma para reclamar igualdad de salario en Hollywood.
Juntas, Dunham y Konner, han fundado tambi¨¦n su propia productora, A Casual Romance, con la que ya tienen varios documentales en marcha, y una nueva serie para la HBO, Max, protagonizada por Zoe Kazan (nieta del director Elia Kazan) sobre la industria de las revistas femeninas durante el final de la segunda ola feminista y cuyo piloto ha dirigido Dunham. "La ¨²nica forma de trabajar en esta industria como mujer es crear tu propio trabajo y material", dice resignada. "Sobre todo si est¨¢s interesada en personajes complejos, nadie va a venir a d¨¢rtelos. No es justo, pero la realidad es que la ¨²nica manera de que lo consigamos es solucionarlo nosotras mismas".
Y en eso est¨¢. En un mes se encerrar¨¢ con Konner y el resto de guionistas para escribir la sexta y ¨²ltima temporada de Girls, que se estrenar¨¢ el a?o que viene, cuando Dunham ya haya cumplido los 30 y haya puesto fin a la "tortura de ser joven y mujer". "Tengo ganas de cumplirlos y de que me invada un poco esa autoridad y experiencia que viene con ellos", suelta entre risas. Dejar¨¢ a su alter ego, Hannah Horvath, instalada en los inseguros 20 a?os, mientras ella sigue creciendo y "ganando confianza". Quiere escribir, producir y dirigir m¨¢s y actuar menos. Quiere aprender a dividir justamente su tiempo entre su trabajo, su familia, sus amigos y su novio, Jack Antonoff, l¨ªder del grupo Bleachers. Quiere dejar de preguntarse, por fin, qu¨¦ quiere hacer. Quiere aprender a preocuparse menos de las cr¨ªticas hacia su vida, sus historias, sus desnudos. Y si crees que tambi¨¦n quiere dejar de ense?ar su cuerpo, te equivocas. Lo que de verdad quiere es hablar menos de ¨¦l.
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