La virilidad de Donald Trump entra en campa?a
"?Sab¨¦is lo que dicen de los hombres que tienen las manos peque?as?", dice Marco Rubio, su rival como candidato republicano
El imparable auge de Donald Trump, el aspirante republicano a candidato a la presidencia estadounidense, en la carrera por la Casa Blanca ha tra¨ªdo un sinf¨ªn escenas in¨¦ditas hasta ahora en la pol¨ªtica estadounidense. Durante un mit¨ªn en Arizona a mediados de diciembre, por ejemplo, anunci¨®? que no se conformar¨ªa con matar a los terroristas: tambi¨¦n asesinar¨ªa a sus familias. Estallaron aplausos del p¨²blico, los primeros que celebraban la idea del asesinato de estado a mujeres y ni?os inocentes en una campa?a presidencial en la democracia m¨¢s antigua del mundo. Y as¨ª, tras casi un a?o de incre¨ªble ascenso medi¨¢tico, Trump se ha convertido en el personaje que llena la pol¨ªtica estadounidense de hitos hasta ahora impensables.
Anoche, durante el debate televisado entre aspirantes republicanos a candidato presidencial, se cumpli¨® otro de ellos: Trump defendi¨® ante la naci¨®n entera el tama?o de su pene. No de forma directa, sino como respuesta a Marco Rubio, su principal rival y cr¨ªtico, que hace algo m¨¢s de una semana hab¨ªa comentado lo peque?as que le parec¨ªan las manos de Trump. ¡°[Rubio] se ha metido con mis manos. Nadie nunca se hab¨ªa metido con mis manos. Nunca hab¨ªa o¨ªdo algo as¨ª¡±, respondi¨® Trump anoche, y despleg¨® los dedos a la c¨¢mara. ¡°Miren estas manos. ?Son peque?as? Y se meti¨® con ellas¡ Si son peque?as es que algo m¨¢s debe de ser peque?o. Y les garantizo que en eso no hay problema. Se lo garantizo¡±. Durante el resto del debate, Trump se encarg¨® de soltar referencias al peque?o Marco, por Rubio, y al gran Donald.
No se equivocaba: la cr¨ªtica de Marco Rubio hab¨ªa sido certera. En un mitin en Virginia, el pasado 28 de febrero, el senador de Florida se pregunt¨® sobre su rival: ¡°No entiendo por qu¨¦ tiene las manos del tama?o de alguien que mide metro y medio. ?Sab¨¦is lo que dicen de los hombres que tienen las manos peque?as?¡±, pregunt¨®. Guard¨® una pausa cargada de intenci¨®n impl¨ªcita y se contest¨®: ¡°Que no te puedes fiar de ellos¡±.
Hab¨ªa un razonamiento detr¨¢s del insulto: ya que Trump ha demostrado no tener punto d¨¦bil electoralmente hablando, Rubio parec¨ªa embestir contra su ego y su vanidad, dos de sus flaquezas personales m¨¢s p¨²blicas. Es m¨¢s, la web informativa Vox coment¨® hace poco c¨®mo, en la larga carrera de Trump en la esfera p¨²blica, se ha hablado bastante del tama?o de sus manos y lo que eso significa sobre el resto de su anatom¨ªa. En 1988, por ejemplo, la revista sat¨ªrica neoyorquina Spy le tild¨® de ¡°ordinario de dedos cortos¡± por primera vez y, en los siguientes ocho a?os, se lo llamar¨ªa 12 veces m¨¢s. El exdirector de Spy, hoy director de Vanity Fair, Graydon Carter, escribi¨® en su revista el a?o pasado que Trump todav¨ªa le env¨ªa fotos recortadas de revistas en las que aparece ¨¦l. "Marca sus dedos con un rotulador dorado, como para resaltar su tama?o", narr¨®. "Casi me da pena porque me siguen pareciendo dedos anormalmente rechonchos".
Si bien es la primera vez que se discute en una campa?a por la presidencia el tama?o del miembro de uno de los candidatos, ya antes se hab¨ªa comparado la capacidad sexual de un candidato con el talento pol¨ªtico. Los seguidores del propio Trump popularizaron unas chapas el a?o pasado en las que se atacaba a la dem¨®crata Hillary Clinton por el hecho de que su marido hubiera mantenido una aventura extramatrimonial en los a?os noventa: "Si no puede complacer a su marido, no puede complacer a su pa¨ªs", rezaban. Ella no contest¨® a las insinuaciones.
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