?D¨®nde acaban los datos privados que recogen las ¡®apps¡¯ de salud?
Casi todas las aplicaciones analizadas en un estudio compart¨ªan datos personales con terceros
Las aplicaciones de m¨®viles, tabletas y relojes inteligentes nos pueden ayudar a mantenernos en forma, a perder peso, a vigilar la diabetes, e incluso apoyarnos en el seguimiento de un c¨¢ncer y hasta monitorizando la salud mental. No es dif¨ªcil imaginar el car¨¢cter privado y sensible de los datos que se vuelcan ¡ªo que se recogen sin preguntar¡ª en estos programas. Sin embargo, lo m¨¢s habitual es que el usuario viva en la inopia: ni sabe lo que comparte ni el desarrollador de la aplicaci¨®n le informa de nada.
Hay 500 millones de usuarios de 'apps' m¨¦dicas en el mundo y el desconocimiento sobre el flujo de datos privados es notable
Esa falta de informaci¨®n tiene causas y consecuencias. La reconocida publicaci¨®n m¨¦dica JAMA publica hoy un estudio que ha querido llamar la atenci¨®n sobre este problema que es incipiente y que en el futuro ser¨¢ masivo, usando como muestra un bot¨®n: las aplicaciones ¡ªapps¡ª que hay disponibles para monitorizar la diabetes. "Los pacientes pueden creer por error que la informaci¨®n que vuelcan en una app es privada (sobre todo si tiene pol¨ªtica de privacidad) pero generalmente no es as¨ª", concluyen los autores de este trabajo, del Instituto Tecnol¨®gico de Illinois (IIT).
Adem¨¢s, a?aden una recomendaci¨®n a los profesionales de la salud: "Los profesionales m¨¦dicos deben considerar las implicaciones para la privacidad antes de animar a sus pacientes a usar apps de salud". En su estudio, observaron que el 81% de las aplicaciones no ten¨ªan pol¨ªtica de privacidad. El resto, las que s¨ª ten¨ªan, no proteg¨ªan la privacidad del usuario: el 80% recopilaba sus datos personales y el 50% los compart¨ªa con terceros. "La informaci¨®n sensible ¡ªcomo niveles de glucosa o de insulina¡ª se recopila y comparte con terceros de forma rutinaria", alertan.
Los usuarios tienen poco control sobre su privacidad y no est¨¢n adecuadamente informados sobre el riesgo", denuncia Blenner
En la actualidad, hay m¨¢s de 165.000 aplicaciones relacionadas con la salud disponibles y al menos 500 millones de personas las usan en todo el mundo, ignorando en muchos casos estos riesgos para la seguridad de sus datos. "La gente usa apps de salud para realizar un seguimiento de lo que est¨¢n comiendo, cu¨¢nto pesan, cu¨¢nta medicaci¨®n tomar... Y las apps almacenan y transmiten estos datos m¨¦dicos sensibles acerca de los s¨ªntomas de una persona, el historial de salud y los medicamentos que toma", denuncia Sarah Blenner, autora principal del estudio.
"Creo que existe la posibilidad de que las aplicaciones ayuden a mejorar la salud, pero me preocupa que no estamos identificando y abordando los riesgos para la privacidad del paciente. Los usuarios tienen poco control sobre su privacidad y no est¨¢n adecuadamente informados sobre el riesgo", denuncia la investigadora, de la Escuela de Derecho Chicago-Kent.
Espa?a es, seg¨²n un informe de la industria (PDF), el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con un escenario legal m¨¢s propicio para explotar este negocio de la salud en el m¨®vil, con el mayor margen para ampliar su uso entre la poblaci¨®n. Las autoridades sanitarias no supervisan previamente este tipo de programas salvo en casos en los que ya pasan a considerarse aparatos m¨¦dicos. La Comisi¨®n Europea realiz¨® una consulta recientemente sobre este asunto y entre sus resultados principales destacaba la necesidad de abordar el problema de la privacidad.
Hay m¨¢s de 165.000 aplicaciones en el mercado y muy pocas han probado en ensayos su utilidad real para el bienestar de los usuarios
"En EE UU, la gente puede tener una falsa sensaci¨®n de seguridad porque piensa que las leyes federales de privacidad sobre salud protegen todo tipo de informaci¨®n sobre su salud", asegura Blenner. Y a?ade: "Sin embargo, las revelaciones de la mayor¨ªa de las aplicaciones m¨¦dicas no est¨¢n protegidas por las leyes federales". Lo cual no impide que la Comisi¨®n Federal de Comercio de EE UU haya impuesto severas multas a empresas que venden estas aplicaciones como si tuvieran propiedades m¨¦dicas:?UltimEyes, por ejemplo, aseguraba que estaba cient¨ªficamente probado que mejoraba la visi¨®n de los usuarios.
Este es otro problema que plantean las apps, el de su verdadera utilidad para los usuarios: m¨¢s all¨¢ de que parezca razonable que un calendario en el m¨®vil ayuda a organizarse, ?han probado que sirven antes de salir al mercado a participar en la salud de los ciudadanos? Un estudio publicado en The Lancet Psychiatry mostraba que solo dos de las 3.000 aplicaciones disponibles para abordar problemas de salud mental hab¨ªan probado su eficacia en ensayos cl¨ªnicos.
M¨¢s all¨¢ de los problemas de privacidad ¡ªdesde la Harvard Medical School reclaman que estos datos sean tan seguros como los bancarios¡ª, hay autores como Evgeny Morozov que ya han alertado sobre las consecuencias de sustituir sistemas p¨²blicos de informaci¨®n por aplicaciones privadas cuyos desarrolladores van a hacer negocio con estos datos de la salud de los usuarios. "Tenemos que proteger la informaci¨®n de los consumidores que quedan en manos de los desarrolladores de aplicaciones m¨¦dicas. Tenemos que trabajar juntos para desarrollar y aplicar pol¨ªticas que protejan a los consumidores", zanja Blenner.
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