Escribir con luz

Arquitectura, salsa, memoria, escasez y fotograf¨ªa se dan citan en la Fundaci¨®n Cartier de Par¨ªs, espl¨¦ndido edificio proyectado por Jean Nouvel y museo amable con el arte de los m¨¢rgenes. La exposici¨®n Cali Clair-obscur (hasta el 5 de junio) es la primera retrospectiva que se le dedica en Europa a Fernell Franco (1942-2006), figura mayor de la fotograf¨ªa latinoamericana.

Natural de Versalles, peque?o pueblo del Valle del Cauca, la ¡°¨¦poca de la violencia¡± (iniciada tras el Bogotazo, entre 1948 y 1958) oblig¨® a su familia a emigrar a la ciudad. Pas¨® su adolescencia en Cali, donde se form¨® trabajando como mensajero de un laboratorio de fotograf¨ªa, en sus desplazamientos al puerto de Buenaventura ¨Cesa entrada del Pac¨ªfico donde se mezclaban marineros gringos, fiestas y canciones de Celia Cruz¨C y col¨¢ndose en el cine para empaparse de pel¨ªculas mexicanas de Bu?uel y, sobre todo, de neorrealismo italiano, cuya franqueza educ¨® su encuadre. Autodidacta, la calle y las urgencias fueron su escuela. Quiz¨¢s por eso fue un fot¨®grafo sensible a la injusticia social. Madur¨® en la burbujeante Cali de los a?os setenta, donde convivi¨® con talentosos j¨®venes como los cineastas Luis Ospina o Carlos Mayolo, culpables de rarezas de culto como Oiga vea o Agarrando pueblo, y el escritor Andr¨¦s Caicedo, autor de la novela ?Que viva la m¨²sica!, cuyo esp¨ªritu, entre la dicha y los excesos, tan bien se acopla a esta exposici¨®n.

Los comisarios han concentrado fotograf¨ªas de las series m¨¢s intensas y personales de Fernell Franco, como Prostitutas, Amarrados, Billares, Pac¨ªfico o Demoliciones. Algunas se ambientan con salsa: ritmos de Piper Pimienta, H¨¦ctor Lavoe o Ray Barretto. El claro de la m¨²sica y lo oscuro de las im¨¢genes recrean un ambiente que enfrenta la sordidez y la luminosidad. Las ropas tendidas, las bicicletas como extensi¨®n de la persona, los edificios derruidos, los paisajes portuarios, la soledad de los billares, el color popular fueron blanco de la Leica de Fernell Franco.

Me re¨²no en Par¨ªs con Leanne Sacramone, comisaria asociada de la exposici¨®n. ¡°Me fascin¨® Amarrados, por su expresividad y porque en ella pelean la vida y la muerte, la luz y la sombra, los desplazamientos por la violencia de entonces, all¨ª, y de ahora, aqu¨ª¡±, dice. ¡°Y lo mismo ocurre con Demoliciones, porque a trav¨¦s de la p¨¦rdida de nuestra historia arquitect¨®nica, Franco equipara la violencia entre los hombres con la violencia contra los edificios¡±. Al respecto, Franco sol¨ªa decir: ¡°La muerte est¨¢ en todas partes. Por eso la vida hay que vivirla con arte; el arte ayuda a respirar mejor¡±.

La inestabilidad, las alteraciones de la ciudad, el misterio, fueron debilidades de Franco: fot¨®grafo del deterioro (de Cali) contra el deterioro (de Latinoam¨¦rica) y conservador de la memoria arquitect¨®nica. Nunca pudo vivir de su arte, sino de la publicidad, del marketing y de varias publicaciones. Por eso resulta curioso, y estimulante, que un edificio tan arraigado en el tejido urbano, y a la vez tan preciso con las estructuras, las transparencias y en su relaci¨®n con la naturaleza como este de Nouvel, patrocinado por un icono del lujo, albergue un manojo de muros corro¨ªdos por el tiempo y tanta ausencia de ostentaci¨®n.

Acudo a la comisaria colombiana de la exposici¨®n, Mar¨ªa Wills, que destaca ¡°la mirada po¨¦tica de la decadencia y de la violencia, tratadas por Fernell como met¨¢foras, con t¨¦cnicas y procesos formales. ?l rompe las fotos, las deja sin fijar, trabaja collages, las interviene con tintas y aer¨®grafos. Sus procesos desacralizan la fotograf¨ªa objetiva documental para ser fotograf¨ªa pl¨¢stica en toda su potencia¡±.

El tambi¨¦n fot¨®grafo ?scar Mu?oz recrea en la instalaci¨®n El principio de la empat¨ªa el ambiente del trabajo cotidiano de Franco. En el documental dirigido por ?scar Campo y Mar¨ªa Clara Borrero que complementa la visita, ¨¦l mismo lo deja claro: ¡°Para m¨ª, fotografiar es escribir con luz¡±.