Tiempos de resiliencia
Es la palabra de moda. La emplean pol¨ªticos, deportistas o gur¨²s de la autoayuda. Define la capacidad del ser humano para superar los traumas
Recientemente, la RAE ha definido resiliencia como la ¡°capacidad de adaptaci¨®n de un ser vivo frente a un agente perturbador o estado o situaci¨®n adversa¡±. Desde mi propia experiencia, como psiquiatra y terapeuta, puedo testimoniar, no solo del dolor y trastornos provocados por los traumas, sino de la capacidad y la valent¨ªa de las v¨ªctimas para resistir, y hacer lo imposible para que estas experiencias no determinen sus vidas.
Resiliencia designa la capacidad humana de superar traumas y heridas. No es una receta para la felicidad, sino una actitud vital positiva que estimula a reparar los da?os sufridos. Las experiencias de hu¨¦rfanos, ni?os maltratados o abandonados; de mujeres que han padecido violencia machista de sus parejas; de v¨ªctimas de guerras, de tortura, de cat¨¢strofes naturales, o de enfermedades han permitido constatar que muchas personas no se encadenan a sus traumas toda la vida, sino que cuentan con este ant¨ªdoto. Solo necesitan encontrar entornos interpersonales y sociales que les ayuden a conocer el valor terap¨¦utico de la solidaridad y el amor, porque son reconocidos como afectados por experiencias injustas y degradantes. Porque la resiliencia dif¨ªcilmente puede brotar en soledad. La confianza y solidaridad de otras personas es condici¨®n imprescindible para que cualquier persona herida por una experiencia traum¨¢tica recupere la confianza en s¨ª misma y en la condici¨®n humana.
El t¨¦rmino tiene su origen en la f¨ªsica. Es la capacidad de la que est¨¢ dotada un material para resistir un impacto y retomar su forma original. Una pelota de caucho es un objeto resiliente, al contrario que el cristal de una ventana que, frente a un impacto, se har¨¢ trizas y no recuperar¨¢ su forma anterior. Este fen¨®meno f¨ªsico sirvi¨® de met¨¢fora para el ser humano, que puede recibir el impacto de un trauma, no destruirse y seguir adelante.
Conoc¨ª el fen¨®meno de la resiliencia en carne propia, cuando, siendo un joven m¨¦dico en Chile, fui arrestado, encarcelado y torturado, tras el golpe militar de Pinochet. Pero lo que me asombra cuando recuerdo mi cautiverio fue la capacidad para crear lazos afectivos y estrategias solidarias con mis compa?eros de cautiverio, para enfrentar el horror cotidiano de las sesiones de tortura y la posibilidad de ser asesinado impunemente. Un grupo de prisioneros ¨Cyo mismo, otro m¨¦dico, un profesor de instituto, un pastor luterano y un sacerdote cat¨®lico ¨C fuimos facilitadores de estas respuestas. Hoy en d¨ªa a quienes desempe?an este papel los llamamos ¡°tutores de la resiliencia¡±.
Conoc¨ª el fen¨®meno de la resiliencia en carne propia, cuando, siendo un joven m¨¦dico en Chile, fui arrestado y torturado, tras el golpe militar de Pinochet
Creo que debo en parte mi supervivencia mental a este compromiso de apoyar y trabajar para mantener la esperanza en el grupo de presos, a mis empe?os en atenderles como m¨¦dico. Pude hacerlo gracias a la fuerza del afecto que hab¨ªa recibido en mi familia y en mi barrio durante mi infancia y adolescencia. Se sum¨® mi capacidad de indignarme y rebelarme frente a los actos violentos de los militares, que encarcelaron, torturaron y asesinaron a civiles indefensos, amigos o compa?eros de trabajo. Entonces no sab¨ªa que al resistir de aquel modo iniciaba mi propio proceso de remendar mi yo desgarrado por los traumas. Comenzaba as¨ª a construir mi propia resiliencia.
Fue gracias a la lectura de los libros de Boris Cyrulnik que me reconoc¨ª como una persona resiliente que hab¨ªa transformado su dolor y sus sufrimientos en acciones constructivas.
Si la resiliencia individual familiar o social es hija del amor y la solidaridad, no se puede desarrollar entre los refugiados, afectados por la indiferencia, el rechazo y el poder patriarcal de los gobernantes europeos
Mi ¡°obsesi¨®n¡±, desde que me dejaron en libertad, fue transformar mis dolores en solidaridad efectiva, y particip¨¦ en un proyecto para reparar el da?o traum¨¢tico de otras personas. En 1974, el gobierno belga estableci¨® un programa de acogida para los refugiados latinoamericanos con becas para estudios de postgrado, y me especialic¨¦ en Neuropsiquiatr¨ªa, luego en Psicoterapia, Terapia familiar y Psiquiatr¨ªa infantil. En 2002, tras conocer a Cyrulnik, me convert¨ª en un activista para la promoci¨®n de la resiliencia, no solamente de refugiados y demandantes de asilo, sino de ni?os y ni?as afectados por la violencia de los adultos, en forma de malos tratos, as¨ª como en la resiliencia de mujeres y sus hijos v¨ªctimas de la violencia machista.
En la actualidad, existe el riesgo de que el concepto de resiliencia se desvirt¨²e al ponerse de moda. Por ejemplo, algunos pol¨ªticos y gestores de las pol¨ªticas sociales lo usan para minimizar el da?o y justificar los recortes en las pol¨ªticas sociales.
En las empresas multinacionales, los seminarios sobre las capacidades resilientes est¨¢n siendo usados para apoyar el t¨®pico de ¡°t¨² puedes¡±, aunque las condiciones laborales se degradan cada d¨ªa. En el discurso medi¨¢tico, se presenta asociado al ¨¦xito de deportistas de ¨¦lite, cantantes de moda, o concursantes de MasterChef.
Tambi¨¦n los militares se han apropiado del concepto y lo han corrompido. Quienes provocan o participan en las guerras se interesan en el tema para motivar la fuerza destructiva de sus tropas y para banalizar el impacto de sus acciones en la poblaci¨®n civil y en sus propios soldados.
Esto se contradice con las investigaciones sobre la resiliencia, que muestran que esta es una producci¨®n social y siempre interpersonal.
Los contextos interpersonales resilientes son afectuosos (biolog¨ªa del amor), facilitan la conciencia de ser afectados por injusticias ¨Cvengan de la naturaleza (como las cat¨¢strofes naturales), de la opresi¨®n, la violencia pol¨ªtica, de g¨¦nero, los malos tratos infantiles¨C, lo que permite empoderarse para salir adelante. La solidaridad emp¨¢tica con los afectados, la expresi¨®n art¨ªstica, el humor y la espiritualidad son tambi¨¦n factores resilientes.
En este sentido, es poco probable que se desarrolle resiliencia en los miles de refugiados que se encuentran en las puertas de Europa: las im¨¢genes conmovedoras de las mujeres, ni?os, muchos de ellos bebes, y ancianos refugiados sirios son ejemplos de contextos antirresilientes.
Si la resiliencia individual familiar o social es hija del amor y la solidaridad, no se puede desarrollar en esta ingente poblaci¨®n de refugiados, afectada por la indiferencia, el rechazo y el poder patriarcal de los gobernantes europeos.
Nos queda la esperanza de que algunas chispas de este fen¨®meno se produzcan por la acci¨®n solidaria de la sociedad civil, que aporta esperanza para que algunos de los afectados puedan resiliar estas dram¨¢ticas circunstancias.
Jorge Barudy Labrin es neurosiquiatra, psiquiatra infantil y terapeuta familiar y director de las ONG EXIL, Es autor de La inteligencia maternal. Manual para apoyar la crianza bien tratante y promover la resiliencia de madres y padres (Gedisa 2014).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.