El olor a abuelo existe. Y nos hace sentir bien

?Qu¨¦ nos hace ¨²nicos? Dir¨¢ que las huellas dactilares, el iris, el sistema inmune... Y resulta que la fragancia de nuestro cuerpo es otra se?al que tambi¨¦n nos hace especiales. La piel puede llegar a albergar un mill¨®n de bacterias por cent¨ªmetro cuadrado, con una diversidad que supera las 10.000 especies. ¡°Nuestros microbios dependen de factores como la gen¨¦tica, la salud, la dieta, el sexo, agentes ambientales y la edad, y se puede afirmar que cada persona tiene su propio perfil de bacterias, las cuales intervienen en la producci¨®n del olor. Y si estas evolucionan a lo largo de la vida, nuestro olor corporal tambi¨¦n¡±, sostiene Ignacio L¨®pez-Go?i, catedr¨¢tico de Microbiolog¨ªa de la Universidad de Navarra.

A la edad, perfume

Los hombres de mediana edad huelen con m¨¢s intensidad que los s¨¦nior

Reconocido en varias culturas (en Jap¨®n se denomina kareishu), el ¡°olor de la gente mayor¡± podr¨ªa existir. En los humanos emana de la interacci¨®n entre las gl¨¢ndulas ecrinas, seb¨¢ceas y apocrinas, responsables de segregar sustancias como el sudor, sebo y ¨¢cidos grasos que, al degradarse por la microbiota de la piel, desprenden componentes vol¨¢tiles como alcoholes, cetonas y aldeh¨ªdos que otorgan la fragancia de cada uno y que cambia con la edad. ¡°Se cree que los compuestos aldeh¨ªdos son los que atribuyen ese peculiar olor, en especial, a los mayores de 60 a?os¡±, apunta Rosa Taberner, dermat¨®loga del Hospital Son Ll¨¤tzer de Palma de Mallorca.

Aunque esto pueda angustiar a quienes les obsesiona la vejez, la ciencia da un cierto respiro: seg¨²n los ¨²ltimos estudios, el olor de nuestro mayor ¨®rgano pierde intensidad, contra la creencia popular de que envejecer significa oler a rancio. ¡°Los m¨¢s mayores pierden olfato y producci¨®n de olor corporal. Se ha visto que la piel huele con m¨¢s intensidad en los hombres de mediana edad que en los muy j¨®venes y muy mayores. Y cuando se pide a voluntarios que punt¨²en olores corporales, los mejor valorados son los m¨¢s suaves, que corresponden a las personas mayores y mujeres¡±, explica Jos¨¦ Ram¨®n Alonso, director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparaci¨®n del Instituto de Neurociencias de Castilla y Le¨®n.

Los participantes de un estudio del Monell Chemical Senses Center (Universidad de Pensilvania, EE UU), distinguieron la edad por el olor, y calificaron el de la gente mayor de neutral y menos desagradable que el de los j¨®venes y de mediana edad. En una ¨¦poca de adoraci¨®n por la juventud, estos resultados sorprenden cuando nuestra evoluci¨®n cultural ¨Ctan reacia a mostrar los signos del envejecimiento¨C se ha sobrepuesto a nuestra evoluci¨®n biol¨®gica, apunta Alonso. ¡°El olfato juega un papel clave en c¨®mo eligen pareja muchas especies. En pruebas con ratones e insectos se ha visto que la hembra prefiere la feromona de un macho mayor porque significa que ha sobrevivido y podr¨ªa tener buenos genes que transmitir a sus hijos. Pero sabemos poco de lo que nos pasa a nosotros¡±, admite.