El Sena entra en escena
EL Sena es el ¨²nico r¨ªo del mundo cuyo caudal transcurre entre libros (los eternos buquinistas), es una autopista de bateaux mouches, los barcos que encandilan a ocho millones de turistas al a?o, y tambi¨¦n es, desde 2012, s¨ªmbolo de la vanguardia en la log¨ªstica urbana.
La cadena de supermercados Franprix, con 350 tiendas en Par¨ªs, sirve a 135 de ellas a trav¨¦s del r¨ªo con un sistema de reparto en barco. Las mercanc¨ªas, que luego se distribuyen en la ciudad, se transportan desde el puerto de Bonneuil-sur-Marne, a 10 kil¨®metros de la capital francesa, evit¨¢ndose as¨ª el uso de 2.600 camiones cada a?o.
El proyecto, calificado de revoluci¨®n por el diario brit¨¢nico The Guardian, se fragu¨® con apoyo de la Uni¨®n Europea. Este modo de entrega es in¨¦dito en el sector de la distribuci¨®n de alimentos. El programa se llama Franprix entre en Seine: literalmente, Franprix entra en el Sena, que pronunciado suena a entra en escena. S¨ª, hay algo que gusta a los franceses m¨¢s que abreviar nombres: los juegos de palabras.
Herv¨¦ Daudin, director de actividades mercantiles del grupo Casino, al que pertenece Franprix, sostiene que ¡°esta iniciativa de reparto fluvial es un enfoque innovador en favor del medio ambiente¡±. Sorprendido, me acerco al Franprix de la Rue de Rivoli, donde un simp¨¢tico empleado me descubre que cada contenedor transportado por v¨ªa fluvial supone un ahorro de 10.000 kil¨®metros de carretera cada a?o. Si cada d¨ªa se libran m¨¢s de 50, equivale a una reducci¨®n de casi 500.000 kil¨®metros. Adem¨¢s, representa una disminuci¨®n de la emisi¨®n global de CO2 del 37%, y un descenso de 628 a 394 toneladas por a?o de di¨®xido de carbono, gas responsable del calentamiento clim¨¢tico.
Por la ma?ana bajo al Franprix de la Rue Montergueil y hablo con Thierry, el encargado. Son las 7.30 y est¨¢ a punto de abrir. ¡°Mira, acaban de llegar¡±, me dice ante los pasillos repletos. ¡°Aqu¨ª se usa el reparto fluvial todos los d¨ªas y no ha cambiado nada. Desde un punto de vista ecol¨®gico, es mucho mejor; se liberan las autopistas de camiones. Vamos hacia una estructura m¨¢s transversal que piramidal, esto se parece m¨¢s al Sena que a la torre Eiffel¡±.
A la misma hora del d¨ªa siguiente voy al Port de la Bourdonnais, en el Quai Branly, y me detengo en la Passerelle Debilly. Veo la figura de la torre Eiffel y me queda claro el ejemplo de Thierry. Enseguida aparece una barcaza atestada de pal¨¦s de Franprix que van directos a los camiones de Norbert Dentressangle, socio de los supermercados. Mientras observo la descarga, por debajo de m¨ª pasa otra barcaza llamada El Nino transportando dos coches, y otra llamada Austral con material de construcci¨®n. ?Qu¨¦ es esto? ?Un r¨ªo o una carretera?
Contacto con Anne Hidalgo, alcaldesa de Par¨ªs, muy comprometida con la ciudad verde. ¡°Proponemos un nuevo arte de vivir el Sena¡±, dice. ¡°Mi voluntad es la de ampliar esta din¨¢mica desde el transporte hasta los espacios de ocio. Descontaminar el Sena y sus orillas, Patrimonio de la Humanidad desde 1991, es una necesidad para favorecer el ecosistema. En nombre de la innovaci¨®n y la creatividad, hay que compartir el r¨ªo e inventar maneras de vivir con y alrededor del agua, preservando la calidad de vida y protegiendo los espacios de biodiversidad¡±.
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