El fracaso del amor
¡®Julieta¡¯, la ¨²ltima pel¨ªcula de Almod¨®var, habla de algo mucho m¨¢s perturbador que la culpa. La historia de esta mujer nos coloca frente a un mundo que es una colecci¨®n de fragmentos imposibles de reconciliar entre s¨ª
¡°La complejidad de las cosas, las cosas dentro de las cosas, es sencillamente inagotable¡±, afirma Alice Munro. Julieta, la ¨²ltima pel¨ªcula de Almod¨®var, est¨¢ basada libremente en tres relatos de la autora canadiense. Con los relatos de esta autora nunca puedes estar seguro de lo que est¨¢s leyendo y esto pasa con la Julieta de Almod¨®var que cuanto m¨¢s avanza la pel¨ªcula m¨¢s nos desconcierta lo que se nos cuenta. Julieta tiene una estructura abierta, est¨¢ hecha de fragmentos, de historias que nunca se explican del todo. No hay forma de conocer a nadie, de explicar la conducta de los dem¨¢s, ni siquiera la de los seres m¨¢s cercanos y queridos, se nos dice en esta pel¨ªcula tan bella como llena de dolor.
Justo al comienzo de la pel¨ªcula hay una escena en un tren. Julieta y el joven del que se va a enamorar, ven un ciervo desde la ventanilla del vag¨®n restaurante. Acaban de conocerse y surge enseguida una atracci¨®n entre ellos. Y, mientras hablan, ven en el exterior a un ciervo macho que corre hacia el tren arrebatado por una fuerza inexplicable. Y Julieta ve en ese ciervo la imagen del deseo que ellos mismos est¨¢n sintiendo el uno por el otro. Poco antes de este momento ha sucedido en ese mismo tren algo que tendr¨¢ una influencia decisiva en su vida. Julieta est¨¢ leyendo un libro cuando un hombre que podr¨ªa ser su padre entra en el compartimento, se acomoda enfrente y le dice que se siente afortunado de haberla encontrado, ya que as¨ª el viaje ser¨¢ m¨¢s agradable para los dos. El hombre tiene un aspecto extra?o e insomne, y Julieta ve en su insistencia una amenaza. De forma que, como habr¨ªa hecho cualquier mujer joven, se levanta y abandona el compartimento con su libro. Poco despu¨¦s, el tren se detiene en una estaci¨®n. Reanuda pronto su marcha cuando algo le hace detenerse bruscamente. Ha chocado con algo y los pasajeros hacen c¨¢balas sobre qu¨¦ puede ser. Y Julieta piensa en el ciervo que acaban de ver. Mas al regresar a su compartimento y ver que el hombre no est¨¢, algo le dice que es ¨¦l quien se ha arrojado a las v¨ªas. No tarda en comprobar que esas sospechas son ciertas, lo que la sume en la culpa, ya tal vez le habr¨ªa bastado con prestarle atenci¨®n para que aquello se hubiera evitado.
Otros art¨ªculos del autor
Este acontecimiento desgraciado marcar¨¢ fatalmente a Julieta cuya vida se ir¨¢ convirtiendo con el paso del tiempo en una sucesi¨®n de dolorosas p¨¦rdidas: la del hombre que ama, la de su madre, la de su propia hija, que se apartar¨¢ de su lado al crecer sin darle explicaci¨®n alguna. La culpa se extiende por la historia como un virus que todo lo contamina. Pero Julieta no es culpable de nada. Almod¨®var lo ha dicho en una reciente entrevista: su pel¨ªcula habla del fracaso de alguien que no ha hecho nada para merecerlo. Julieta es una pel¨ªcula oscura y luminosa a la vez. Habla de cosas terribles y sin embargo nunca la puesta en escena hab¨ªa sido en el cine de Almod¨®var tan despojada y desnuda, ni sus im¨¢genes hab¨ªan transmitido tanta fragilidad y dolor. La pel¨ªcula iba a titularse Silencio, y todo en ella parece detenido, quieto, sumido en una inasible belleza (a lo que contribuye la interpretaci¨®n de sus dos actrices principales: Emma Su¨¢rez y Adriana Ugarte, cuyas presencias recuerdan las de esas Madonnas renacentistas que cargan sobre su coraz¨®n el peso del mundo.). ¡°S¨¦ fiel a la historia, porque cuando es as¨ª es el silencio el que habla¡±, puede leerse en La p¨¢gina en blanco, uno de los ¨²ltimos relatos de Isak Dinesen. Es una reflexi¨®n sobre el papel del narrador. Cuando la historia es traicionada el silencio solo es vac¨ªo, pero si no lo es, ¡°?d¨®nde leeremos una historia m¨¢s profunda que en la p¨¢gina mejor impresa del libro m¨¢s valioso? En la p¨¢gina en blanco", se contesta la escritora danesa haciendo del silencio la sustancia ¨²ltima de todo relato. Y en Julieta se callan muchas cosas. De ah¨ª su aparente frialdad, su misteriosa belleza, ya que el silencio es el alma de lo bello. "Una fruta que se mira sin extender la mano, una desgracia que se acepta sin retroceder", as¨ª defini¨® Simone Weil la belleza. Julieta es un melodrama sin l¨¢grimas. No puede haberlas pues las l¨¢grimas pertenecen al reino del amor. Remiten a la infancia y, en cierta forma, implican la pervivencia de la magia en el coraz¨®n del que llora. Eso pasa con las l¨¢grimas, que pensamos que a trav¨¦s suyo es posible recuperar lo perdido. Es as¨ª incluso cuando lloramos la muerte de alguien, como si las l¨¢grimas que se vierten tuvieran el poder de traerle de vuelta. Pero ?qu¨¦ sucede cuando aceptamos lo inevitable de la p¨¦rdida? Entonces no se puede llorar.
No hay forma de explicar la conducta de los dem¨¢s ni siquiera la de los seres m¨¢s cercanos y queridos
Julieta habla de ese lugar donde ya no quedan l¨¢grimas, de todo lo que perdemos al vivir. Habla de lo doloroso que es ver c¨®mo se separan los seres que se aman, incluso los que han vivido m¨¢s cerca, los que han tenido unos v¨ªnculos m¨¢s hondos. Porque la pregunta de la pel¨ªcula no es solo por qu¨¦ su hija abandona a Julieta, sino por qu¨¦ esta tambi¨¦n, en cierta forma, ha abandonado a su propia madre. Es decir, por qu¨¦ las personas que se quieren se abandonan unas a otras y aquellos que todo lo hac¨ªan juntos se transforman de pronto en dos completos extra?os y dejan de necesitarse. Y por qu¨¦ hasta la memoria de la culpa puede morir. Ya que la culpa, con su toxicidad, implica al menos la pervivencia de un v¨ªnculo y nos mantiene unidos a los dem¨¢s. Pero ?qu¨¦ pasa cuando hasta la culpa desaparece y no queda nada? La culpa es el ¨²ltimo asidero del amor, ya que puede transformarse en deuda y las deudas se pueden y deben pagar.
La culpa es el ¨²ltimo asidero del amor, ya que puede transformarse en deuda y estas se pagan
Pero no es la culpa el centro de esta pel¨ªcula. Julieta habla de algo m¨¢s perturbador a¨²n. Habla de c¨®mo el amor nos enga?a. Habla del fracaso del amor, que siempre anda prometiendo lo que no puede cumplir. Porque el amor nos hace creer que todo est¨¢ unido, vivos y muertos, ni?os y adultos, animales y seres humanos, hombres y mujeres, sue?o y realidad, pero eso no es cierto: el mundo solo es una colecci¨®n de fragmentos imposibles de conciliar entre s¨ª, partes sin un todo. Pessoa tienen un poema en que lo dice: "Vi que no hay Naturaleza, / que la Naturaleza no existe, / que hay montes, valles, llanos, / que hay ¨¢rboles, flores, hierbas, / que hay r¨ªos y piedras, / pero que no hay un todo al que esto pertenezca, / que un conjunto real y verdadero / es una enfermedad de nuestras ideas". Este es el ¨²ltimo sentido de Julieta. Que no hay ning¨²n todo, ning¨²n misterio, que en la vida todo est¨¢ roto, que nuestros amores son como esa fotograf¨ªa que la protagonista de la pel¨ªcula rompe en un instante de locura y que ya no podr¨¢ recomponer. Almod¨®var fuerza el final de su pel¨ªcula buscando una reconciliaci¨®n que a esas alturas no parece posible, pero ?c¨®mo reprocharle que desee para sus personajes lo que todos deseamos para nosotros?
Gustavo Mart¨ªn Garzo es escritor.
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