El ¡®Super Sunday¡¯ digital

La prensa occidental lo ha llamado el Super Sunday africano, porque llegaron a coincidir la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en N¨ªger y Ben¨ªn y la primera en la Rep¨²blica del Congo, un refer¨¦ndum constitucional en Senegal, las legislativas en Cabo Verde y la repetici¨®n de las presidenciales de Tanzania en el archipi¨¦lago semiaut¨®nomo de Zanz¨ªbar, despu¨¦s de que se anulasen los resultados de las votaciones del pasado octubre. Las cuatro primeras citas, sobre todo, han puesto de manifiesto que los episodios electorales en el continente africano ya no se pueden separar de las campa?as digitales y, fundamentalmente, en las redes sociales.

En N¨ªger, Ben¨ªn, Rep¨²blica del Congo y Senegal la llamada a las urnas fue acompa?ada de iniciativas de vigilancia de los comicios por parte de la sociedad civil y de las comunidades de ciberactivistas y del uso sistem¨¢tico de las herramientas digitales por parte de las autoridades.

Como ya ha ocurrido en otras ocasiones en los ¨²ltimos a?os, las redes sociales fueron fundamentales para la difusi¨®n de resultados y para lanzar la alerta sobre las irregularidades. Sin contar con el uso por parte de los partidos pol¨ªticos durante la campa?a, las autoridades electorales tambi¨¦n se han puesto al d¨ªa para llegar de manera m¨¢s eficiente a sus ciudadanos.

N¨ªger: m¨¢s voluntad que impacto

N¨ªger es uno de los pa¨ªses menos tecnol¨®gicos del continente, con una tasa de penetraci¨®n de Internet del 2% y donde menos de la mitad de la poblaci¨®n utiliza tel¨¦fono m¨®vil. A pesar de estos datos, desde el inicio de la campa?a electoral y antes incluso de la primera vuelta de las presidenciales (21 de febrero), las redes sociales fueron una herramienta de sensibilizaci¨®n y de toma de responsabilidad de los ciudadanos. Pero a diferencia de otras experiencias, no hubo demasiado movimiento en las redes sociales durante el recuento de votos, precisamente por la incapacidad de la sociedad civil para cubrir una proporci¨®n amplia de los colegios electorales. Quiz¨¢ por eso los principales esfuerzos se orientaron hacia la pedagog¨ªa.

La m¨²sica sigue siendo un instrumento poderoso y se combin¨® con las herramientas digitales para conseguir la m¨¢xima difusi¨®n entre un perfil de usuarios concretos. Tanto organismos gubernamentales como ONG compartieron a trav¨¦s de YouTube v¨ªdeos musicales orientados a fomentar la participaci¨®n y un desarrollo pac¨ªfico de las elecciones.

A trav¨¦s de los hashtags #NigerVote y #Takara2016 se vehicularon tambi¨¦n las informaciones de usuarios y organizaciones diversas. Durante la campa?a, por ejemplo, se realiz¨® un esfuerzo por descifrar los programas electorales y presentarlos de una manera sencilla o para difundir de manera simple en qu¨¦ consist¨ªa el ejercicio del voto.

#Takara2016 : mesures phares des 3 favoris

Th¨¨me 1 Gouvernance / justice.

A suivre... pic.twitter.com/11SQ7xW8g1

A pesar de la escasa implantaci¨®n de lo digital, el salto tecnol¨®gico aparec¨ªa, en este caso, como una muestra de transparencia avalada incluso por las autoridades. Estas garantizaban que las redes no se bloquear¨ªan como ha ocurrido en citas electorales y crisis sociales de otros pa¨ªses.

Por lo dem¨¢s, en los mencionados hashtags se compart¨ªan todo tipo de informaciones relacionadas con las jornadas de voto. Ya fuese su desarrollo...

Las opiniones y el debate entre los ciudadanos...

Las llamadas a la vigilancia activa, la participaci¨®n y la toma de responsabilidades c¨ªvicas durante las elecciones...

O simples ¨¢nimos a la poblaci¨®n y llamadas insistentes a la participaci¨®n y a unas votaciones pac¨ªficas...

#Niger: "Voter est un droit, c'est aussi un devoir civique."

VOTEZ!!!

-#NigerVote #Takara2016 #ne227 #Africa pic.twitter.com/02DL64aNA8

Por su parte, la propia CENI (Commission Electorale National Independente), el organismo que velaba por la organizaci¨®n de las elecciones, puso en marcha una estrategia digital. Una web hizo p¨²blicos los resultados a medida que se iba cerrando el escrutinio, tanto en la primera como en la segunda vuelta. Este organismo lleg¨® incluso a proporcionar una aplicaci¨®n para tel¨¦fonos m¨®viles que ofrec¨ªa la informaci¨®n en tiempo real que fue instalada seg¨²n los datos de Google Play entre 10.000 y 50.000 veces.

Ben¨ªn: El amanecer de la participaci¨®n digital

En el caso de Ben¨ªn, la asociaci¨®n de blogueros del pa¨ªs y las organizaciones de la sociedad civil hab¨ªa ideado una estrategia de vigilancia de las elecciones presidenciales completamente organizada. Segu¨ªan experiencias como las de Sunu2012 en Senegal, NigeriaDecides en Nigeria o, m¨¢s recientemente, GuineeVote.

Para conseguir su objetivo fueron un paso m¨¢s all¨¢. El plan combin¨® la vigilancia sobre el terreno en los colegios electorales a trav¨¦s de m¨¢s de 3.000 observadores (hasta 3.300 en la segunda vuelta) con un amplio abanico de herramientas digitales. Durante la campa?a y los momentos previos a la votaci¨®n habilitaron una plataforma para la supervisi¨®n del proceso. Un desarrollo de Ushahidi permit¨ªa denunciar los atropellos, aunque la participaci¨®n fue bastante escasa.

Durante las votaciones, sin embargo, las organizaciones implicadas en la campa?a monitorizaron de manera pormenorizada todas las incidencias en los colegios electorales. Un mapa interactivo, realizado con la cooperaci¨®n de organizaciones internacionales como OSIWA, el PNUD, la Uni¨®n Europea, la cooperaci¨®n suiza y el Departamento de Estado de Estados Unidos permit¨ªa acceder a todos los detalles de la jornada y comprobar si se hab¨ªa cumplido con todos los procedimientos: desde la constituci¨®n de las mesas hasta el recuento de votos.

A trav¨¦s de las etiquetas #BeninVote y #Vote229, las redes sociales se convirtieron en un enorme ¨¢gora y, sobre todo, en un espacio de intercambio de informaci¨®n. Los votantes se tornaron en protagonistas aportando, por ejemplo, pruebas de la apertura de los colegios.

Hasta la publicaci¨®n de las actas de los recuentos y las posibles irregularidades.

En ese intento de sacar el m¨¢ximo partido a todas las herramientas, la plataforma de organizaciones de la sociedad civil BeninVote 2016 (@Vote_229) emiti¨® sus declaraciones sobre el desarrollo de las elecciones a trav¨¦s de Periscope.

Curiosamente, Lionel Zinsou, el candidato que perdi¨® el recuento de votos en la segunda vuelta, anunci¨® a trav¨¦s de su cuenta de Twitter que hab¨ªa llamado a Patrice Talon, el aspirante que result¨® elegido presidente de Ben¨ªn, para felicitarle por su victoria. Zinsou era el candidato de continuidad, as¨ª que la elecci¨®n de Talon supon¨ªa una alternancia que en los ¨²ltimos a?os se est¨¢ convirtiendo en todo un logro democr¨¢tico en el continente. El gesto en forma de tuit del aspirante derrotado acababa, en la misma noche electoral, con cualquier posible incertidumbre.

Esta experiencia de uso de las TIC para velar por la democracia supuso un hito en el pa¨ªs y abri¨® una nueva v¨ªa para la participaci¨®n pol¨ªtica de la ciudadan¨ªa. Las mismas organizaciones de la sociedad civil que vigilaron las elecciones ya han lanzado una nueva plataforma para mantener la vigilancia sobre la acci¨®n del Gobierno del nuevo presidente. La han llamado Le Talonmetre.

Congo: El peso de la censura

La Rep¨²blica del Congo ha vivido una jornada en la que se ha puesto de manifiesto el temor del poder al uso comprometido de las herramientas digitales. La amenaza se cern¨ªa sobre las elecciones presidenciales que se celebraron durante el ¡°Super Sunday¡± desde que el presidente del pa¨ªs convoc¨® un refer¨¦ndum para cambiar la constituci¨®n el 25 de octubre del pasado a?o. Denis Sassou Nguesso ostenta el cargo de presidente de la rep¨²blica desde 1997 y antes lo hab¨ªa sido durante 13 a?os hasta 1992. La Constituci¨®n establec¨ªa un m¨¢ximo de dos mandatos y un l¨ªmite de edad para ser elegido. Eso hasta que el refer¨¦ndum modific¨® esos aspectos de la Carta Magna y Denis Sassou Nguesso volvi¨® a ser elegible.

Ya durante la campa?a del refer¨¦ndum algunos ciberactivistas aislados y l¨ªderes de la oposici¨®n mostraron su rechazo a un proyecto de modificaci¨®n que se interpretaba como un intento de aferrarse al poder. Sin embargo, en aquella ocasi¨®n, aunque los medios internacionales informaron de la escasa participaci¨®n en la consulta, la sociedad civil no tuvo capacidad para organizar una campa?a de resistencia.

Los activistas anunciaron que concentrar¨ªan sus esfuerzos en las elecciones. Sin embargo, los d¨ªas previos a las votaciones se confirmaron las sospechas y comenz¨® a circular por las redes sociales un documento en el que las autoridades ordenaban el bloqueo de las comunicaciones ¡°por motivos de seguridad¡±. La difusi¨®n a trav¨¦s de los medios sociales pretend¨ªa ser una denuncia avanzada y trataba de alertar a los organismos internacionales sobre el riesgo de un fraude electoral.

Este apag¨®n de las telecomunicaciones se convirti¨® en la principal prueba esgrimida por el movimiento de contestaci¨®n para intentar deslegitimar las elecciones, utilizando fundamentalmente el hashtag #SassouFit, un juego de palabras entre la expresi¨®n ¡°?a suffit¡± (en franc¨¦s, ¡°ya basta¡±, ¡°ya es suficiente¡±) y el propio nombre del presidente.

Despu¨¦s, cuando llegaron las presiones y los ataques sobre corresponsales de la prensa internacional, Daniel Sassou Nguesso proclam¨® su victoria en la primera vuelta. El anuncio del presidente congole?o no ha acabado con la crisis, ni con las acciones de protesta que podr¨ªan prolongarse y endurecerse despu¨¦s de que los principales l¨ªderes de la oposici¨®n hayan llamado a la resistencia activa.

Senegal: la contestaci¨®n serena

El presidente Macky Sall convoc¨® un refer¨¦ndum para la reforma de la Constituci¨®n para el pasado 20 de marzo. Con la trayectoria de los ciberactivistas del pa¨ªs, era m¨¢s que previsible la aparici¨®n de una campa?a en las redes sociales sobre la consulta.

En un primer momento, los ciberactivistas senegaleses se mostraron mayoritariamente partidarios del rechazo a la reforma. As¨ª lo transmitieron en las redes, tratando de argumentar y de explicar en qu¨¦ consist¨ªa la propuesta, que ha trascendido sobre todo por una medida: la reducci¨®n el mandato presidencial de siete a cinco a?os. Aunque no era el ¨²nico cambio. De hecho, una buena parte del rechazo no surg¨ªa de puntos concretos de la reforma sino de la desilusi¨®n. Algunos sectores sociales esperaban de las pol¨ªticas de Macky Sall cambios m¨¢s r¨¢pidos y profundos despu¨¦s de su elecci¨®n en 2012.

En todo caso, los ciberactivistas lanzaron un hashtag en el que cupiesen tanto las posturas favorables como las contrarias. La elecci¨®n de la etiqueta fue #SunuReferendum. Lo cierto es que los partidarios del no se mostraron m¨¢s activos.

Durante la jornada de voto, el hilo de conversaci¨®n alberg¨® las im¨¢genes y las informaciones habituales en este tipo de campa?as. Las fotos de los colegios electorales, los ciudadanos mostrando que han ejercido su derecho al voto y las diferentes incidencias o irregularidades de la jornada, en este caso, muy puntuales. Y finalmente las consideraciones sobre el proceso de recuento.

Al final venci¨® el s¨ª con el 62,71% de los votos. Sin embargo, algunos actores de la sociedad civil mantuvieron su rechazo y varios miembros de la oposici¨®n denunciaron fraude. Pero la mayor parte intent¨® desacreditar el resultado debido a que la participaci¨®n apenas super¨® el 40%. El presidente decidi¨® recurrir tambi¨¦n a las TIC y se dirigi¨® por SMS a sus militantes para agradecerles su apoyo.

En algunas de estas citas electorales, la sociedad civil obtuvo triunfos como conseguir una alternancia pac¨ªfica en el poder (el caso de Ben¨ªn). En otras, fue silenciada por las autoridades, como en la Rep¨²blica del Congo. Pero todas dejaron una evidencia: A partir de ahora, no habr¨¢ proceso electoral en el continente africano que no se desarrolle acompa?ado de campa?as a trav¨¦s de las herramientas digitales. En unos casos ser¨¢n meros ¨²tiles de propaganda, pero en otros ofrecen nuevos canales a la ciudadan¨ªa para expresarse, participar en los procesos democr¨¢ticos y convertirse en sus protagonistas.