El biling¨¹ismo favorece tambi¨¦n la inteligencia social
Los ¨²ltimos estudios confirman el beneficio cognitivo y para la salud que aporta hablar varias lenguas
A mis hijos Claudia y Pau, que hablan en catal¨¢n con su madre y en castellano con su padre.
En un art¨ªculo anterior de este mismo diario tuve ocasi¨®n de exponer diversas ventajas del multiling¨¹ismo que van m¨¢s all¨¢ del incremento en las posibilidades de comunicaci¨®n entre personas de distintos lugares y pa¨ªses. Comentamos entonces los descubrimientos y observaciones cient¨ªficas que muestran que las personas biling¨¹es tardan m¨¢s que las monoling¨¹es en sufrir neurodegeneraci¨®n y enfermedades mentales, y vimos como el multiling¨¹ismo se ha mostrado tambi¨¦n capaz de favorecer la flexibilidad y las funciones ejecutivas del cerebro, es decir, las que nos permiten razonar, resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones.
Desde entonces, la investigaci¨®n del ramo ha seguido aportando nuevos datos, y aunque algunos de ellos han cuestionado el que toda la actividad ejecutiva del cerebro pueda beneficiarse de esa mayor fluidez que proporciona la pr¨¢ctica regular de diferentes lenguas, no han dejado de producirse nuevos hallazgos que apuntan todos en la direcci¨®n del beneficio cognitivo y para la salud que aporta el multiling¨¹ismo. As¨ª, en los ¨²ltimos a?os se ha confirmado el efecto del biling¨¹ismo para retardar el deterioro mental en la vejez con independencia de la educaci¨®n y de la condici¨®n de inmigrante de las personas, y se ha confirmado tambi¨¦n que la pr¨¢ctica continuada de una segunda lengua, incluso cuando es aprendida tard¨ªamente, preserva en los mayores la integridad de la sustancia blanca, es decir, los ramales y prolongaciones de las neuronas que permiten la comunicaci¨®n entre diferentes partes del cerebro. Ya puede imaginar el lector lo importante que resulta el mantener esa comunicaci¨®n para la mayor¨ªa de los procesos mentales.
Pero el hallazgo m¨¢s sorprendente y quiz¨¢ m¨¢s relevante de estos ¨²ltimos a?os tiene que ver con ventajas no estrictamente ling¨¹¨ªsticas del multiling¨¹ismo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago, encabezados por la psic¨®loga Katherine Kinzler, ha puesto de manifiesto que aunque el aprendizaje temprano de una lengua sea necesario para la adquisici¨®n de un lenguaje formal, puede no ser suficiente para garantizar el desarrollo de una forma eficaz de comunicaci¨®n en el ni?o. La clave de una buena comunicaci¨®n radica en que cada interlocutor sea capaz de situarse en la perspectiva de su oponente, lo que significa que para comprender la verdadera intenci¨®n de quien habla uno debe ser capaz de situarse en la medida de lo posible en la perspectiva de quien habla, y es precisamente ese posicionamiento lo que los mencionados investigadores han demostrado que favorece tambi¨¦n el multiling¨¹ismo.
En los ¨²ltimos a?os se ha confirmado el efecto del biling¨¹ismo para retardar el deterioro mental en la vejez
Para ello hicieron un experimento con 72 ni?os de ambos sexos con edades comprendidas entre 4 y 6 a?os. Seg¨²n la informaci¨®n proporcionada por sus padres, 24 de esos ni?os siempre hab¨ªan hablado ingl¨¦s y ten¨ªan poco contacto con ni?os que hablasen otras lenguas. Eran los considerados monoling¨¹es para el experimento. Los padres de otros 24 ni?os manifestaron que sus hijos aunque ten¨ªan el ingl¨¦s como lengua primaria se relacionaban regular aunque no intensamente con ni?os que hablaban otras lenguas. Para el experimento fueron considerados como el grupo de ni?os con exposici¨®n a otras lenguas diferentes a la propia. Por fin, los padres de un tercer grupo de 24 ni?os manifestaron que sus hijos hablaban, entend¨ªan y practicaban regularmente dos lenguas, es decir, eran biling¨¹es.
Otra perspectiva
Los tres grupos de ni?os con diferente historial ling¨¹¨ªstico fueron sometidos a un experimento en el que para entender la situaci¨®n ten¨ªan que ser capaces de situarse en la perspectiva de otra persona. De ese modo, a cada ni?o se le situaba delante de una especie de casita de mu?ecas con diferentes compartimentos cuadrados que conten¨ªan o no objetos diferentes. En cada uno de tres diferentes compartimentos el ni?o pod¨ªa ver un cochecito peque?o, uno mediano y otro grande y estaba situado en una posici¨®n que le permit¨ªa observar que un adulto frente a ¨¦l no pod¨ªa ver el cochecito peque?o, s¨®lo el mediano y el grande. En esa situaci¨®n el adulto, por ejemplo, le dec¨ªa al ni?o ?Ah¨ª va, un cochecito peque?o! ?Me lo puedes dar? Si el ni?o era capaz de situarse en la perspectiva del adulto, est¨¢ claro que el cochecito que le dar¨ªa es el mediano, sabiendo que el adulto no le pod¨ªa pedir el peque?o porque no lo ve¨ªa.
Pues bien, lo extraordinario fue que los ni?os biling¨¹es fueron mejores que los monoling¨¹es en esta tarea, lo que significa que para interpretar bien lo que dice otra persona o lo que a uno le piden no basta con entender lo que el otro te dice, sino tambi¨¦n el contexto en que te lo dice, o sea, lo que el otro sabe o no sabe sobre ese contexto. Pero lo m¨¢s sorprendente que se observ¨® fue que los ni?os monoling¨¹es expuestos regularmente a la exposici¨®n de otras lenguas, como en el caso de los padres que hablan entre ellos o con ellos diferentes lenguas, fueron tan buenos como los biling¨¹es en la tarea mencionada. Sin embargo, los ni?os netamente monoling¨¹es no lo fueron, es decir, fueron los que peor resolv¨ªan la tarea. Todo eso significa que la experiencia de vivir en un ambiente multil¨ªnguistico en el que continuamente has de considerar d¨®nde y quien habla, y a quien y en qu¨¦ lengua y contenidos, aunque uno no sea multiling¨¹e, ya proporciona una experiencia social que mejora la capacidad de la persona para situarse en la perspectiva de los dem¨¢s.
Beb¨¦s de 14 a 16 meses, que apenas hablan todav¨ªa, cuando est¨¢n expuesto a un entorno familiar y social multiling¨¹e responden con m¨¢s acierto que los expuestos a un entorno s¨®lo monoling¨¹e
El equipo de Katherine Kinzler ha ido recientemente m¨¢s lejos al ser capaz de demostrar que? incluso beb¨¦s de 14 a 16 meses, que apenas hablan todav¨ªa, cuando est¨¢n expuesto a un entorno familiar y social multiling¨¹e responden con m¨¢s acierto que los expuestos a un entorno s¨®lo monoling¨¹e en una adaptaci¨®n para ellos de la prueba anteriormente mencionada. Ello nos lleva a considerar las ventajas para la socializaci¨®n de los ni?os de tener padres o familiares que hablen diferentes lenguas. Curiosamente, en otro experimento se ha comprobado que el biling¨¹ismo modula la atenci¨®n de los ni?os a la boca de su interlocutor cuando ¨¦ste habla, lo que puede facilitar la comunicaci¨®n con ¨¦l.
Por lo anteriormente explicado no deja de llamarnos la atenci¨®n que mientras estos d¨ªas en Estados Unidos se valoran positivamente estos hallazgos en diarios como The New York Times, en nuestro pa¨ªs, particularmente en Catalu?a, siguen manifest¨¢ndose incomprensibles recelos a la posibilidad de convivir con varias lenguas, por lo dem¨¢s sumamente f¨¢ciles de adquirir en nuestro contexto. Si la capacidad que proporciona el multiling¨¹ismo puede abarcar el situarse en perspectivas ajenas m¨¢s all¨¢ de la que proporciona el entorno f¨ªsico es algo que est¨¢ por ver, pero es una interesante posibilidad que hay que considerar e investigar. No s¨®lo necesitamos interlocutores sociales que puedan comunicarse eficazmente con los de otros pa¨ªses, pues tambi¨¦n necesitamos aprovechar todas las ventajas, como las que ofrece el multiling¨¹ismo, de incrementar nuestra capacidad de situarnos en la perspectiva del otro para ser m¨¢s capaces de llegar acuerdos que puedan desbloquear situaciones y beneficiar al conjunto de los ciudadanos.
Ignacio Morgado es catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencia y la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona
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