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Cuando la peque?a Habsou Maman lleg¨® inconsciente hace cuatro d¨ªas al hospital de Mayah¨ª, en el interior de N¨ªger, el doctor Adamou Abass, responsable del Centro de Recuperaci¨®n Nutricional (CRENI) no pudo evitar una mueca de desagrado. La ni?a, de once meses, presentaba signos evidentes de marasmo y no estaba claro que pudiera salir con vida de all¨ª.

Aunque el tratamiento de choque ha permitido que hoy Habsou abra los ojos y reaccione a los est¨ªmulos visuales, su recuperaci¨®n est¨¢ a¨²n lejos y presenta un retraso psicomotor evidente. Apenas se mueve, casi no llora y ni siquiera se puede sentar. En el origen de su grave enfermedad est¨¢ que su madre la destet¨® cuando supo que se hab¨ªa quedado embarazada por decimotercera vez, una pr¨¢ctica habitual en este N¨ªger rural castigado por la falta de recursos pero tambi¨¦n por unos h¨¢bitos y costumbres que perpet¨²an el ciclo perverso de la desnutrici¨®n.

Las cifras son tan elocuentes como dram¨¢ticas. Casi la mitad de los ni?os de N¨ªger (un 45%) sufre retrasos en su crecimiento a causa de la desnutrici¨®n, que en su estado m¨¢s grave afecta cada a?o a un 15% de los peque?os, sobre todo en regiones como Tahoua, Marad¨ª, Zinder y Diffa, esta ¨²ltima amenazada adem¨¢s por la presencia cercana de Boko Haram, que ha provocado el asentamiento de unos 300.000 refugiados y desplazados.

Es un reto enorme para un pa¨ªs donde la mayor parte de sus habitantes vive de una agricultura dependiente de los precios fluctuantes del mercado y de las escasas lluvias y que en veinte a?os va a doblar su poblaci¨®n debido a la tasa de fertilidad m¨¢s alta del mundo, superior a los siete hijos por mujer. ¡°Un verdadero desaf¨ªo para el desarrollo de la naci¨®n¡±, como lo ha calificado el presidente del pa¨ªs, Mahamadou Issoufou, quien ha incluido la erradicaci¨®n del hambre como una de sus grandes prioridades. La tarea es inmensa.

En Mayah¨ª, la psic¨®loga Mariama Aboubacar, de 35 a?os, agarra la manita de la peque?a Habsou y trata de hacerla reaccionar. Est¨¢ acostumbrada a ver casos similares cada d¨ªa. ¡°En este pa¨ªs y en concreto en esta regi¨®n de Marad¨ª las mujeres tienen embarazos muy pr¨®ximos unos de otros, lo que acaba por destruir la relaci¨®n madre-ni?o", explica Aboubacar. "El caso de Habsou es un ejemplo m¨¢s. Los beb¨¦s sufren mucho cuando se interrumpe el pecho y es entonces cuando caen en la desnutrici¨®n y en los problemas psicomotores y de comportamiento asociados a ella¡±. Muchos peque?os que a los ocho o diez meses ya han comenzado a caminar sufren un par¨®n en su desarrollo en cuanto asoman los primeros s¨ªntomas. En ocasiones tardan a?os en hablar.

Casi la mitad de los ni?os de N¨ªger sufre retrasos en su crecimiento a causa de la desnutrici¨®n

La psic¨®loga, que est¨¢ destinada al CRENI de Mayah¨ª desde julio de 2013, no s¨®lo se encarga de la recuperaci¨®n psicomotriz mediante la estimulaci¨®n de los ni?os durante los d¨ªas que pasan en el centro. Intenta ir m¨¢s all¨¢ y hacer un seguimiento cuando regresan a casa al menos durante un mes. Por eso visita las comunidades surcando los impracticables caminos de tierra del distrito. ¡°Lo consigo con el 35% de los casos, pero dependo de la log¨ªstica. Muchas veces no tenemos veh¨ªculos y hay ¨¦pocas en que estamos desbordados de trabajo¡±, explica. La ¨²ltima cosecha de cereales, que no ha sido mala, ha permitido a las familias tener algo de liquidez y mejorar su seguridad alimentaria. Pero el problema no son siempre los recursos: hay agricultores que, en lugar de usar el dinero para alimentar a sus hijos siempre al l¨ªmite, lo emplean en casarse con otra mujer.

Demasiadas veces se descuida el aspecto psicol¨®gico de la desnutrici¨®n infantil, pero es clave. ¡°Algunos ni?os se recuperan del todo, otros parcialmente y muchos no lo hacen jam¨¢s y arrastran secuelas toda su vida¡±, asegura Mariama Aboubacar. Consciente de la importancia de la prevenci¨®n y la sensibilizaci¨®n, esta psic¨®loga hace de puente entre el CRENI y el hospital para fomentar la planificaci¨®n familiar entre las mujeres que, un a?o tras otro, llegan hasta aqu¨ª con sus hijos desnutridos. ¡°Es el gran problema¡±, dice. ¡°El otro d¨ªa tuvimos a una mujer que hab¨ªa tenido ya trece partos y que estaba alumbrando hijos tris¨®micos. El m¨¦dico le dijo que ten¨ªa que parar, pero ella le contest¨® que tras enviudar se hab¨ªa vuelto a casar y que ten¨ªa que dar hijos a su nuevo marido¡±. La mayor¨ªa de ellas rechaza la contracepci¨®n, muchas temen la reacci¨®n de su c¨®nyuge, pero la sensibilizaci¨®n empieza a dar sus frutos y una de cada cuatro acepta tomar medidas. ¡°Eso para nosotros ya es un ¨¦xito¡±, asegura.

A Mariama Aboubacar se le ocurri¨® la idea de integrar la planificaci¨®n familiar en el CRENI tras recibir una formaci¨®n espec¨ªfica de Control de Calidad por parte de Acci¨®n contra el Hambre (ACH). El proyecto, de 180.000 euros, se ha puesto en marcha con la colaboraci¨®n de la Obra Social de LaCaixa y durante dos a?os ha servido para reforzar las capacidades de 212 enfermeros, m¨¦dicos y agentes de salud que se ocupan de la desnutrici¨®n. ¡°Los cursos nos han permitido optimizar la gesti¨®n de los pacientes desde que entran hasta que salen. Ahora es todo m¨¢s ordenado¡±, explica el doctor Abass. Por su parte, la enfermera Barkissa Seydou, que trabaja en el hospital de Mayah¨ª desde hace dos a?os, pone el acento en la mejora de las condiciones higi¨¦nicas tras la formaci¨®n. ¡°Se nota mucho. Ahora todas las jeringuillas usadas van a una caja, antes estaban tiradas por todas partes¡±, explica.

La formaci¨®n del personal sanitario es clave en un pa¨ªs donde hasta hace unos a?os ni siquiera se reconoc¨ªa el problema de la desnutrici¨®n. En Niamey, la capital, se encuentra el Instituto de Salud P¨²blica. De all¨ª salen los profesionales que luego se distribuyen por todas las regiones con el objetivo evidente de salvar vidas, pero tambi¨¦n el de contribuir a reducir la tasa de ni?os desnutridos, esa pesada losa que lastra a todo N¨ªger. El Instituto abri¨® sus puertas hace quince a?os y cuenta con 811 alumnos. Desde 2013, presume orgulloso del primer M¨¢ster en Nutrici¨®n del pa¨ªs gracias a la iniciativa de ACH en colaboraci¨®n tambi¨¦n con la Obra Social de La Caixa, otro proyecto financiado con 375.000 euros que ha permitido formar a 53 estudiantes al m¨¢s alto nivel acad¨¦mico.

En el m¨¢ster, que cuenta con veinte m¨®dulos y dura dos a?os, hay matriculados 24 alumnos, la mayor¨ªa mujeres. Aishatou Ibrahim, enfermera de 25 a?os, es una de ellas. ¡°Una vez termine me gustar¨ªa trabajar para el Estado, apoyar a mi pa¨ªs en esta lucha¡±, asegura. Gracias al apoyo y esfuerzo de su familia ha podido pagar los 1.500 euros que cuesta, una cantidad importante que percibe como una inversi¨®n de futuro. Porque los estudiantes saben que trabajo no les va a faltar, bien en la estructura p¨²blica de Salud o en las numerosas ONG y organismos internacionales que se enfrentan a la desnutrici¨®n en N¨ªger. Issa Akadi, enfermero de 35 a?os con experiencia en el terreno, dej¨® de trabajar para seguir form¨¢ndose. ¡°Me ha impresionado el m¨¢ster en un sentido t¨¦cnico, me va a permitir ser m¨¢s competitivo¡±, asegura.

¡°El otro d¨ªa tuvimos a una mujer que hab¨ªa tenido ya trece partos¡±

Un 40% de los alumnos son ya trabajadores del Ministerio de Sanidad y est¨¢n becados por el Gobierno. Adem¨¢s de no pagar por la formaci¨®n, siguen cobrando su sueldo mientras se preparan. Es el caso de Mahaman Sani Salaou, de 42 a?os, un experto nutricionista que ocupaba la jefatura de la divisi¨®n de vigilancia alimentaria y nutricional en Niamey hasta que comenz¨® el m¨¢ster. ¡°Reforzar¨¦ mis conocimientos en la materia¡±, explica. Igual que la enfermera Zeinabou Ibrahim, de 41 a?os, que trabaj¨® durante ocho a?os en Mayah¨ª y ha regresado a la capital para formarse.

Hasta ahora el ¨²nico m¨¢ster similar que exist¨ªa en la regi¨®n estaba en Ben¨ªn, lo que obligaba a un costoso desplazamiento, y la matr¨ªcula era mucho m¨¢s cara. El de Niamye, adem¨¢s de su cercan¨ªa, refuerza las capacidades en materias espec¨ªficas como la gesti¨®n de proyectos o el an¨¢lisis de datos. De ¨¦l no solo saldr¨¢n expertos, sino jefes de equipo.

Sin embargo, el m¨¢ster se enfrenta a algunos desaf¨ªos. El primero, la escasez de profesores cualificados en la materia, lo que obliga en ocasiones a alterar el programa y los horarios. Salissou Mahaman coordina la secci¨®n de Nutrici¨®n del m¨¢ster, y se form¨® en Quebec gracias a una beca canadiense. ¡°Faltan docentes de calidad en N¨ªger y muchos de los que hay trabajan ya para organismos internacionales¡±, explica. De cara al futuro est¨¢ previsto construir un laboratorio de Bromatolog¨ªa para que los alumnos puedan hacer m¨¢s pr¨¢cticas en el centro.

El doctor Malam Harou Sakiou, que como especialista en Nutrici¨®n ha trabajado desde 2005 en las sucesivas crisis alimentarias que ha vivido el pa¨ªs, tambi¨¦n decidi¨® hacer un alto en el camino para reforzar su formaci¨®n. ¡°N¨ªger necesitaba algo as¨ª. Antes los que pod¨ªan se iban a Ben¨ªn, T¨²nez o a Europa, pero ahora es posible obtener esta formaci¨®n aqu¨ª, sin salir de casa¡±. Por el contrario, Jamila Mahamadou Abdoulaye carece de experiencia en el terreno, pero sabe que con el t¨ªtulo bajo el brazo puede optar sin problema a un puesto de trabajo. ¡°Me atraen las ONG internacionales, la acci¨®n humanitaria¡±, asegura.

Los alumnos no son solo nigerinos, tambi¨¦n vienen de Chad, Gab¨®n, Togo o Burkina. ¡°Existe una gran demanda de plazas¡±, asegura Abdou Sadou, secretario general del Instituto de Salud P¨²blica. El inter¨¦s ha provocado incluso que otros organismos como la Universidad de Niamey se hayan animado a crear sus propios m¨¢steres en Nutrici¨®n. Ya montado y funcionando, el desaf¨ªo ser¨¢ mantener la calidad siendo autosuficiente.

Desde Mayah¨ª, Ousmane Mahamane, responsable de Nutrici¨®n de Acci¨®n contra el Hambre en la regi¨®n de Marad¨ª, conf¨ªa en ello. ¡°El Instituto funciona bien, es un buen socio. Ahora tenemos en este pa¨ªs una formaci¨®n espec¨ªfica y de calidad. Lo hemos podido comprobar con los alumnos que hicieron las pr¨¢cticas con nosotros en Keita o en Madaoua, nos aportaron muchas cosas¡±. Mahamane, de 32 a?os, ve el futuro con optimismo. ¡°Ahora el Gobierno es consciente de que la desnutrici¨®n es un problema que hay que abordar. Hay que centrarse mucho en la prevenci¨®n como ¨²nico medio para atajar este drama. Seguridad nutricional, contracepci¨®n, planificaci¨®n familiar, cambios de comportamiento. En todo eso estamos trabajando ahora¡±, concluye. ¡°Estoy seguro de que lograremos reducir la cifra de ni?os afectados. Lo lograremos¡±.

Este reportaje ha sido posible gracias a la colaboraci¨®n de Acci¨®n contra el Hambre.