La paz: oportunidad para el medio ambiente en Colombia
La preservaci¨®n del entorno natural y el cierre de brechas sociales e institucionales son las principales ventajas de acabar con el conflicto
Hoy m¨¢s que nunca necesitamos optimismo y la firme convicci¨®n de que estaremos mejor con la paz que con la guerra: en lo social, econ¨®mico y ambiental. El conflicto armado en Colombia ha dejado una inmensa huella ecol¨®gica y ha limitado las posibilidades de desarrollo del potencial que tiene el pa¨ªs en torno a su biodiversidad.
Sobran los ejemplos de impactos directos del conflicto sobre los bienes y servicios de la naturaleza: la siembra de minas antipersona (Colombia es el segundo pa¨ªs con m¨¢s v¨ªctimas, despu¨¦s de Afganist¨¢n); episodios de violencia en ¨¢reas protegidas; la deforestaci¨®n provocada por la expansi¨®n de los cultivos il¨ªcitos; el crecimiento de la miner¨ªa ilegal, y la degradaci¨®n de los suelos, entre otros.
Hablemos ahora de las oportunidades que la paz puede traer.
En primer lugar, el medio ambiente es fundamental para la reconciliaci¨®n y la estabilizaci¨®n en diferentes lugares del mundo en situaci¨®n de posconflicto. En Colombia, un pa¨ªs tan diverso, cultural y biol¨®gicamente hablando, es m¨¢s que necesario.
La segunda oportunidad que traer¨¢ la paz tiene que ver con la aceleraci¨®n en el cierre de brechas sociales e institucionales. Los territorios m¨¢s afectados por el conflicto, que en muchos casos son los m¨¢s biodiversos del pa¨ªs, son tambi¨¦n los que presentan los mayores Indicadores de Necesidades B¨¢sicas Insatisfechas ¡ªun m¨¦todo que identifica carencias cr¨ªticas en materia de vivienda, saneamiento, educaci¨®n y capacidad econ¨®mica¡ª y las mayores necesidades de fortalecimiento institucional en la gesti¨®n ambiental local.
Mientras, la regi¨®n andina tiene un indicador de necesidades insatisfechas del 25%, regiones con grandes potenciales ambientales como las amaz¨®nicas o las del Pac¨ªfico, llegan incluso a presentar indicadores de 60%.
La paz ser¨¢ una oportunidad para valorar el potencial ambiental de esas regiones colombianas y al mismo tiempo generar din¨¢micas de desarrollo econ¨®mico y social. Se podr¨¢, por ejemplo, ampliar las opciones de pagos por beneficios ambientales, como el ejemplo del banco que invent¨® la Corporaci¨®n Aut¨®noma Regional de las Cuencas de los r¨ªos Negro y Nare, en el noroeste del pa¨ªs, que cuenta con el apoyo del PNUD y que se ampl¨ªa ahora para todo el territorio nacional.
La tercera oportunidad ambiental tiene que ver con que podr¨¢n lograr m¨¢s y mejores mercados para los productos derivados de la biodiversidad. Seg¨²n la UNCTAD (Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo), el comercio mundial de productos org¨¢nicos alcanz¨® cerca de 45.000 millones de d¨®lares, con una tasa de crecimiento anual del 10%.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe el turismo est¨¢ muy vinculado al medio ambiente, seg¨²n un informe del PNUD que destaca la regi¨®n como superpotencia en biodiversidad. Cerca de 70% de los turistas internacionales visitan al menos un ¨¢rea natural protegida en la regi¨®n. En el Caribe casi todas (94%) las compa?¨ªas encuestadas pertenecientes al sector del turismo y la hospitalidad indicaron que depend¨ªan del entorno ambiental para su subsistencia.
Como referente, Namibia, despu¨¦s de un conflicto de m¨¢s de 25 a?os ha logrado generar cerca del 18% del empleo nacional sustentado en actividades tur¨ªsticas, tal como lo precisa la Comisi¨®n Nacional de Planificaci¨®n de ese pa¨ªs.
La cuarta oportunidad es c¨®mo la implementaci¨®n de los acuerdos de paz ser¨¢ el escenario perfecto para la Agenda 2030, es decir, avanzar m¨¢s r¨¢pidamente en Colombia hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular en temas como la lucha contra el cambio clim¨¢tico, la reducci¨®n de la deforestaci¨®n y la p¨¦rdida de biodiversidad.
La comunidad internacional ha demostrado que tiene una gran confianza e inter¨¦s en Colombia, como se ilustr¨® por ejemplo en la COP21 en Par¨ªs con el acuerdo entre el Gobierno colombiano, Alemania, Noruega y el Reino Unido de pagos por resultados de reducci¨®n de deforestaci¨®n. La paz permitir¨¢ acelerar la implementaci¨®n de este acuerdo y de varias otras iniciativas.
En esta aceleraci¨®n de cumplimiento de metas, es crucial focalizar esfuerzos para la reducci¨®n de las brechas de g¨¦nero, involucrando las mujeres en el posconflicto. Se ha demostrado en el mundo que el empoderamiento de la mujer y la reducci¨®n de las brechas de g¨¦nero ayudan a acelerar el cumplimiento de todas las metas de desarrollo, paz y ambiente.
En t¨¦rminos de beneficios ambientales en el posconflicto, los territorios colombianos tienen magn¨ªficas experiencias de ¨¦xito. Lo encontramos en la Sierra de la Macarena, en el oriente del pa¨ªs. Un lugar que ha sido epicentro del conflicto armado, destino de desplazados de violencia y testigo de otros esfuerzos de reconciliaci¨®n. All¨ª los habitantes constituyeron una asociaci¨®n de gu¨ªas para acompa?ar a los turistas que llegan a la regi¨®n. Esta iniciativa gubernamental genera empleo a m¨¢s de 80 familias a partir de los dividendos ambientales.
Otro ejemplo es la comunidad ind¨ªgena de Aponte, en Nari?o, al sur del pa¨ªs, una poblaci¨®n de 3.600 personas que recupera su territorio ancestral de los impactos de los cultivos de coca. Este pueblo es hoy un ejemplo global, reconocido como una de las 21 experiencias ganadoras del premio Ecuatorial del PNUD, entregado durante la conferencia de Cambio Clim¨¢tico de Paris.
Sin duda hay esperanzas en las inmensas oportunidades que la paz tiene para los colombianos, y para materializarlas tenemos todos que darnos la oportunidad de so?ar con una Colombia sin conflicto, pr¨®spera, sostenible, que no deje nadie atr¨¢s.
Arnaud Peral es representante residente del PNUD en Colombia.
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