?Un paso adelante o hacia atr¨¢s?
El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba no ha impulsado la apertura esperada tras la visita de Obama a la isla. Ra¨²l Castro ha apostado por la continuidad y sembrado dudas sobre la mejora econ¨®mica y el bienestar ciudadano
Contrariamente a lo que se esperaba, el reci¨¦n concluido VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) b¨¢sicamente ha mantenido el statu quo. Hubo escas¨ªsima informaci¨®n y ning¨²n debate antes del evento; unos 4.700 conoc¨ªan los proyectos, 0,7% de los miembros del partido. En el Congreso hubo 8.800 propuestas.
En contraste, el debate de los ¡°Lineamientos¡± antes del VI Congreso en 2011 envolvi¨® a 8,9 millones de participantes con tres millones de propuestas. Se aleg¨® que el VII Congreso era un seguimiento del anterior y no requer¨ªa otra discusi¨®n masiva aunque solo se han implementado 21% de los 313 ¡°Lineamientos¡±.
Un avance fue el rejuvenecimiento del Comit¨¦ Central: de sus 142 miembros, m¨¢s del 66% naci¨® despu¨¦s de 1959; los 55 nuevos miembros del Comit¨¦ son todos menores de 60 a?os, as¨ª como los cinco nuevos miembros del Bur¨® Pol¨ªtico.
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Tres mujeres y dos afrocubanos fueron incorporados al Bur¨®. Aun as¨ª, solo 23% de sus miembros son mujeres ¡ªla mitad de la poblaci¨®n¡ª y 29% son afrocubanos que constituyen el 36%. Empero, en el Comit¨¦ Central la participaci¨®n femenina creci¨® hasta el 44% y la de los afrocubanos al 36%.
Ra¨²l Castro recomend¨® que la fecha tope de ingreso al Comit¨¦ Central sea de 60 a?os y de 70 para cargos en el PCC, medida que debe ser debatida y ratificada antes del pr¨®ximo Congreso en 2021, tres a?os despu¨¦s de jubilarse Ra¨²l. Este afirm¨®: ¡°En el 2018 concluir¨¢ mi segundo mandato consecutivo como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y ceder¨¦ estas responsabilidades a quien sea elegido¡±.
El sector estatal merm¨® de 81% a 71% en el periodo 2010-2015, mientras que el sector privado y cooperativo se expandi¨®. Ra¨²l enfatiz¨® que estas formas no son antisocialistas ni implican una vuelta al capitalismo, pero apunt¨® ¡°corrupci¨®n e ilegalidades, evasi¨®n de tributos y ejercicio ilegal de actividades no permitidas¡±, con el riesgo que concentren la propiedad y la riqueza, por lo que habr¨¢ que imponerles ¡°l¨ªmites bien definidos¡±.
Seg¨²n Ra¨²l Castro, las fuerzas de la oferta y la demanda no est¨¢n re?idas con la planificaci¨®n central; ambas pueden convivir como en las exitosas reformas de China y Vietnam, aunque Cuba las llama ¡°actualizaci¨®n¡± porque no cambiar¨¢ ¡°el objetivo fundamental de la Revoluci¨®n¡±.
El presidente de EE?UU alent¨® una din¨¢mica de cambio en la poblaci¨®n pero no en el Gobierno
Al ritmo de implementaci¨®n de los Lineamientos en el pasado lustro, costar¨¢ 23 a?os implantar el resto. El Plan de Desarrollo hasta 2030 no se termin¨® y se acord¨® posponerlo a 2017. Tras ocho versiones de la ¡°conceptualizaci¨®n del modelo econ¨®mico¡±, el Congreso prepar¨® una propuesta para ser consultada por la militancia del Partido y de la Uni¨®n de J¨®venes Comunistas con un plazo que se extiende hasta 2021. La unidad de la doble moneda, debatida durante cinco a?os, sigue pendiente. ¡°No quedar¨¢ para las calendas griegas¡±, dijo Ra¨²l. En los dos a?os de la Zona de Mariel ha habido 400 proyectos de inversi¨®n, solo se han aceptado 11; a ese ritmo costar¨¢ 72 a?os aprobar el resto.
Los m¨¢s altos dirigentes del Bur¨® (la mayor¨ªa octogenaria o septuagenaria) se afincan en sus puestos y posponen su renovaci¨®n. Reelegidos son: Ra¨²l (84) primer secretario, lo que permite su continuidad hasta 2021; Machado Ventura (85), uno de los ortodoxos m¨¢s fuertes, segundo secretario; Esteban Lazo (72), Salvador Vald¨¦s (70) y Leopoldo Fr¨ªas (74). Miguel D¨ªaz-Canel, Bruno Rodr¨ªguez y Marino Murillo, que tienen 55-56 a?os, ya estaban en esos puestos.
El partido ¨²nico ¡ªratific¨® Ra¨²l¡ª continuar¨¢ siendo ¡°la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado¡±. Se nos ataca y exige, ¡°desde casi todas partes del planeta, para debilitarnos, que nos dividamos en varios partidos en nombre de la democracia burguesa; ni hoy ni nunca. Si lograran alg¨²n d¨ªa fragmentarnos ser¨ªa el comienzo del fin¡±.
Ra¨²l Castro, Mariano Murillo y otros dirigentes han ratificado ¡°el predominio de la propiedad de todo el pueblo¡± (estatal) sobre los medios fundamentales de producci¨®n, as¨ª como del plan sobre el mercado. Aunque hace cinco a?os comenzaron las cooperativas de producci¨®n no agr¨ªcola y de servicios, contin¨²a su car¨¢cter ¡°experimental¡±, se ha paralizado su creaci¨®n para concentrase en las establecidas, debido a sus deficiencias y el precario acceso a insumos del mercado mayorista.
Castro ratific¨® al partido como ¡°la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado¡±
El aumento de precios de los alimentos por las ganancias de los intermediarios ha causado disgusto en la poblaci¨®n y forzado el aumento del acopio y la fijaci¨®n del tope a precios en los mercados estatales, desandando avances previos.
El sector no estatal desempe?a un papel complementario al estatal, pero hay que limitarlo para evitar la concentraci¨®n de la propiedad y la riqueza, como la cantidad de hect¨¢reas de tierra que pueden tenerse, el n¨²mero de locales arrendados, y que una empresa estatal rija los precios de su actividad.
?Por qu¨¦ no se avanz¨® en el VII Congreso de la misma manera que en el VI? Una posible raz¨®n es que la visita de Obama gener¨® apoyo en la poblaci¨®n y una din¨¢mica de cambio para la que no estaba preparado el Gobierno. Contrario a la idea de que esto impulsar¨ªa las reformas estructurales, los que se oponen a ellas han reforzado sus argumentos sobre los graves riesgos que conllevan en un momento ideol¨®gico-pol¨ªtico dif¨ªcil.
En esto abund¨® Ra¨²l: ¡°Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos imponen elevados desaf¨ªos al trabajo ideol¨®gico con programas dirigidos hacia los sectores que el enemigo identifica como los m¨¢s vulnerables y abarca a los j¨®venes, la intelectualidad, los trabajadores en formas no estatales de gesti¨®n¡±. Agreg¨® que recientemente ha ocurrido ¡°un crecimiento de las acciones enfiladas a fomentar valores de la sociedad de consumo: la divisi¨®n, la apat¨ªa, el desaliento, el desarraigo y la falta de confianza en la direcci¨®n de la Revoluci¨®n y el Partido¡±.
Seguidamente se refiri¨® a ¡°las acciones dirigidas a introducir plataformas de pensamiento neoliberal y de restauraci¨®n capitalista apoyadas por una perversa estrategia de subversi¨®n pol¨ªtico-ideol¨®gica que atenta contra las esencias mismas de la Revoluci¨®n¡±. Estados Unidos ha cambiado la estrategia anterior de hostilidad ¡°por otros m¨¦todos m¨¢s dif¨ªciles de combatir¡±. Esto ¨²ltimo alude al discurso de Obama al pueblo cubano en que asegur¨® que EE?UU no intervendr¨ªa en la isla y que era el pueblo quien deb¨ªa decidir su futuro, a la par que estar¨ªa dispuesto a ayudar en lo que se solicitase.
El Congreso apost¨® por la continuidad y, aunque hubo algunos avances, se caracteriz¨® por el estancamiento e incluso algunos retrocesos. Hay que preguntarse si esto ayudar¨¢ a la econom¨ªa, al bienestar de los ciudadanos y al proceso de normalizaci¨®n con Estados Unidos.
Carmelo Mesa-Lago es catedr¨¢tico distinguido em¨¦rito de Econom¨ªa y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh.
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