En busca del ¡®gigante rojo¡¯

Uno de los motivos para hacer el viaje a Santa Rosal¨ªa, en la Baja California Sur, es el de poder filmar al ¡°demonio rojo¡±, como los pescadores mexicanos del Golfo de California llaman al calamar gigante de Humboldt, de nombre cient¨ªfico Dosidicus gigas.

Se trata de un calamar de gran tama?o, que llega hasta los dos metros de longitud y a unos cuarenta y cinco kilos de peso. A pesar de su nombre no hay que confundirlo con el calamar gigante del g¨¦nero Architeuthis, que superan los 10 metros y pesan m¨¢s de 150 kilos.

A medida que la barca se acercaba al punto donde estaban los pescadores, la alegr¨ªa inicial del viaje se iba tornando en silencio y en tensi¨®n. ?bamos al encuentro de un animal realmente peligroso, puesto que es tremendamente voraz y suele moverse en grupo, atacando por igual a una merluza, a un tibur¨®n o a un cet¨¢ceo, ocasionandoles graves heridas con sus grandes piezas bucales en forma de pico de loro.

En el agua nos informaron que el cardumen estaba a m¨¢s de 100 metros de profundidad, que era la cota en la que lo estaban pescando y que por el momento no sub¨ªan hasta la superficie. Debido a ello, en el agua solo pudimos grabar los que estaban sujetos a la potera con que los pescan, pero a¨²n as¨ª, un calamar de estas dimensiones es impresionante.

Realmente el cardumen deb¨ªa ser muy numeroso y los animales estar¨ªan muy hambrientos puesto que cada uno de los m¨¢s de 40 pescadores que estaban en la zona, izaban un ejemplar cada dos o tres minutos. Una cantidad realmente espectacular.

Una poblaci¨®n creciente

El calamar gigante de Humboldt est¨¢ experimentando una fuerte expansi¨®n en su distribuci¨®n geogr¨¢fica. Hace a?os la poblaci¨®n de este animal estaba localizada en la zona ecuatorial pero, al parecer, el calentamiento del mar y la desaparici¨®n de sus depredadores naturales, como son los tiburones y los grandes atunes han hecho que, actualmente, ya se encuentren calamares de Humboldt incluso en Alaska.

Esto ha creado la alarma entre los pescadores de otras especies, puesto que el incremento del n¨²mero de calamares parece ser que est¨¢ relacionado con el marcado descenso de las poblaciones de otras especies de inter¨¦s comercial, como es el caso de la merluza. Esto es una muestra m¨¢s de los desequilibrios que los humanos somos capaces de crear y de una de las consecuencias que esto puede tener.

A pesar de la gran cantidad de calamares capturados en aguas de M¨¦xico y sobre todo en Per¨² no se detectan descensos en sus poblaciones.

Este calamar llega al mercado bajo el nombre de pota. La carne de este cefal¨®podo se utiliza fresca y refrigerada para el consumo interno en los pa¨ªses donde se captura y tambi¨¦n se exporta a Europa, Estados Unidos y Asia como producto congelado, en conservas y harina para alimento de animales, principalmente especies de acuicultura.

Manel Gonz¨¢lez Benaiges es bi¨®logo, camar¨®grafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'