Las condiciones han cambiado

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La cooperaci¨®n internacional enfrenta hoy dif¨ªciles condiciones para su despliegue. La atm¨®sfera est¨¢ cargada de tensiones econ¨®micas, pol¨ªticas y ambientales, entre otras, atendiendo a ciertas caracter¨ªsticas que en diversos y simult¨¢neos planos presenta el sistema mundial. Nuestro pa¨ªs, Chile, no escapa a este contexto.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que las econom¨ªas de Am¨¦rica Latina y el Caribe mantendr¨¢n este a?o el crecimiento negativo promedio del 0,3% experimentado en 2015. El Fondo tambi¨¦n recort¨® la proyecci¨®n de crecimiento para Chile, del 2,5% al 2,1%. ?El marco de esta contracci¨®n y desaceleraci¨®n econ¨®mica parece poner fin al superciclo de los commodities [materias primas].

Las naciones de Am¨¦rica Latina y el Caribe afrontan un panorama que se advierte oscuro para el a?o actual y los venideros. En t¨¦rminos amplios, los factores que inciden en esta situaci¨®n van desde la econom¨ªa mundial hasta el incierto panorama de actores de la envergadura de China, Europa y los EE UU, as¨ª como la condici¨®n de figuras con un enorme peso regional como Brasil. Tampoco hay que olvidar aspectos como la inestabilidad e inquietud pol¨ªtica que se advierte en el ¨¢rea centro sur de Am¨¦rica Latina.

Nuestra regi¨®n constituye una zona geogr¨¢fica compuesta en su mayor¨ªa por pa¨ªses de renta media (PRM), que presentan una cierta fragilidad en sus procesos de desarrollo. A pesar de la existencia de per¨ªodos de bonanza, estas econom¨ªas no consiguen transitar a una modificaci¨®n en sus estructuras econ¨®mico-productivas, manteni¨¦ndose a¨²n ligados a actividades principalmente extractivas. En muchos casos, se caracterizan por estar inmersos en procesos de modernizaci¨®n que no arrancan.

¡°Para no seguir en la trampa de la renta media, resultan de gran valor las propuestas de una categor¨ªa adicional¡±

Ciertamente, la responsabilidad de avanzar en estos planos est¨¢ principalmente en manos de los pa¨ªses que viven estas situaciones. No obstante, la cooperaci¨®n internacional puede tener un rol en el respaldo de los esfuerzos nacionales y en el apoyo a la creaci¨®n de un marco internacional de est¨ªmulos que los propicien. Por ello, plantear que diversos PRM dejen de ser receptores de cooperaci¨®n internacional resulta incoherente dadas las condiciones a las que estos enfrentan. M¨¢s a¨²n en el marco de una econom¨ªa global que est¨¢ golpeando fuertemente los avances que estos Estados hab¨ªan alcanzado en los a?os recientes, materia que permiti¨® a muchos de ellos transformarse en un momento dado en activos ¡°cooperantes¡± con pa¨ªses de igual o menor desarrollo.

En la ¨²ltima cumbre de la CELAC, el conjunto de los pa¨ªses de nuestra Regi¨®n reconoci¨® que la clasificaci¨®n actual de los PRM no considera las m¨²ltiples dimensiones del concepto de desarrollo. Adem¨¢s, es importante que en el marco de los Objetivos del Desarrollo Sostenible ¡ªaprobados por la comunidad internacional bajo el paraguas de las Naciones Unidas (Asamblea General, septiembre 2015)¡ª se defienda la necesidad de una cooperaci¨®n sin exclusi¨®n para lograr dichos objetivos en igualdad de condiciones.

As¨ª, para no seguir en la trampa de la renta media, resultan de gran valor las propuestas para articular de una categor¨ªa adicional. En ella deber¨ªan entrar los pa¨ªses que conservan a¨²n importantes brechas estructurales, dificultades y flancos d¨¦biles que los tornan vulnerables ante los impactos econ¨®micos y desaf¨ªos como la desigualdad, el endeudamiento y el cambio clim¨¢tico. Nuevos tiempos, nuevas condiciones.

Ricardo Herrera es director ejecutivo de la Agencia Chilena de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AGCID)