La voraz caza del pez le¨®n

En la familia de peces Scorpaenidae est¨¢n englobados algunos de los m¨¢s venenosos, como el pez le¨®n y el pez piedra. Son especies habituales en las aguas c¨¢lidas de las zonas tropicales. En el litoral espa?ol tambi¨¦n tenemos algunos representantes de este grupo zool¨®gico, los rascacios y de los cabrachos, aunque no son tan peligrosas como las citadas anteriormente, .

Una caracter¨ªstica com¨²n de muchos de estos peces es que tienen gl¨¢ndulas venenosas situadas en la base de los radios de la aleta dorsal y, en muchos casos, tambi¨¦n en las p¨¦lvicas y en la anal. Las aletas con radios afilados y conectados a gl¨¢ndulas venenosas son siempre mecanismos de defensa que les protegen de los depredadores, haciendo que los adultos sean casi invulnerables.

En los humanos, una picadura de uno de estos animales produce fuertes dolores en la zona afectada aunque, si esto ocurre con las especies tropicales, la situaci¨®n puede ser mucho m¨¢s grave. En algunos casos, incluso, se ha llegado a producir la muerte. De todos estos peces muy posiblemente los m¨¢s conocidos sean las diversas especies de pez le¨®n. Sus grandes aletas y su coloraci¨®n a rayas por todo el cuerpo les hacen inconfundibles.

Tal como podemos ver en el v¨ªdeo grabado en el mar Rojo, en la zona del Parque Nacional de Ras Muhammad, el pez le¨®n es muy voraz. Aprovecha la oscuridad de la noche para capturar gran cantidad de peces peque?os y de alevines. El mecanismo de captura es altamente eficaz. Como ocurre tambi¨¦n en otras especies que viven cerca del fondo, el pez le¨®n tiene una cavidad bucal muy grande. Cuando se acerca una posible presa abre la boca a gran velocidad, como si estuviera impulsada por un resorte, y con ello provoca un vac¨ªo dentro de la cavidad bucal que es ocupado por el agua circundante. Esto arrastra a la presa hacia el interior de la boca. Todo ocurre en poco m¨¢s de una d¨¦cima de segundo.

Los peces le¨®n viven en las aguas del Mar Rojo y en las zonas tropicales del ?ndico y del Pac¨ªfico, adem¨¢s desde hace unas d¨¦cadas tambi¨¦n est¨¢ presente en el Caribe y en la costa sudeste de los Estados Unidos, llegando hasta Carolina del Norte. Parece ser que su aparici¨®n en el Atl¨¢ntico Occidental est¨¢ relacionada con la destrucci¨®n de los tanques de agua de un acuario, debido al impacto del hurac¨¢n Andrew.

Sus grandes aletas y su coloraci¨®n a rayas por todo el cuerpo les hacen inconfundibles

Actualmente la presencia de esta especie invasora en las aguas del Caribe y en las costas del Golfo de M¨¦xico est¨¢ consolidada y est¨¢ causando importantes problemas ecol¨®gicos debido a la competencia por el alimento con otras especies y al impacto sobre los alevines de peces aut¨®ctonos, lo que est¨¢ produciendo un empobrecimiento de la biodiversidad.