Delicias milanesas de dise?o
ES algo aceptado por sabido que venderse es un arte. Que se convierta en el arte del siglo XXI lo apuntan algunas pasarelas y ferias con presentaciones en el l¨ªmite entre lo inesperado y lo incomprensible. Esa frontera es estrecha. Pasar del arte como estrategia al arte como creaci¨®n supone salvar una gran distancia. En esa carrera de fondo se mueve el Salone di Milano, la feria de mobiliario m¨¢s importante del mundo, que arrastra con frescura 55 a?os de historia gracias a, ?lo adivinan?, su reinvenci¨®n continua.
T¨®mese la presencia que tiene la feria de arte Arco en Madrid y multipl¨ªquese por 100. De los grandes almacenes a las estaciones de metro, cada abril Mil¨¢n es tomada por el dise?o. ¡°?Crisis? ?Qu¨¦ crisis? El Salone est¨¢ aqu¨ª¡±, rezaban las banderolas de 2009. Como todo sal¨®n, tambi¨¦n este tuvo sus rechazados, que salieron del recinto oficial hasta que lo alternativo ¨Cel Fuori Salone¨C se convirti¨® en el nuevo establishment. Hoy Giulio Cappellini no pisa la feria m¨¢s que para detectar futuros genios. E igual que los hoteles multiplican por cuatro su tarifa, los claustros del centro cambian su soledad por unos d¨ªas de glamour. Eso hace que hordas de gente vestida de negro visiten la Pinacoteca de Brera para fotografiar una silla mientras la Virgen de Piero della Francesca se queda sola en el piso de arriba.
Entre tanta l¨¢mpara, el arte es otro. Tal vez el de la invenci¨®n. Este a?o, el arquitecto Sou Fujimoto firm¨® un montaje fabricado solo con haces de luz y oscuridad para relacionar la firma de ropa COS con la palabra ¡°dise?o¡±. La ropa no aparec¨ªa por ninguna parte. El cerebro detr¨¢s de la marca Muji, Naoto Fukasawa, convirti¨® en esculturas las planchas de piedra de la marca Geoluxe para que las record¨¢ramos. Y si un arquitecto desvisti¨® un espacio para vender ropa, un modisto, Akira Minagawa, construy¨® esculturas con telas de la danesa Kvadrat.
¡°Todos vienen a copiar¡±, se queja el brit¨¢nico Tom Dixon en una instalaci¨®n en la Rotonda della Besana. ¡°Nosotros, a vender¡±, sostiene Fukasawa con una copa de vino blanco. Aqu¨ª Patricia Urquiola o Jasper Morrison parecen tener el don de la ubicuidad. Tambi¨¦n la fallecida Zaha Hadid, resucitada en butacas, mesas y estanter¨ªas. Durante el Salone se puede charlar con cualquier dise?ador del mundo. Es tambi¨¦n el peor lugar para hacer entrevistas. Las mejores las dan los reci¨¦n llegados. El resto matiza lo mismo o se desdice de lo declarado el a?o anterior. En eso consiste el arte de venderse.
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