Historia de amor entre un vegano y una carn¨ªvora
Auge y ca¨ªda de un hombre que abraza la comida verde no sabe bien por qu¨¦. Hasta que conoce a Laura y todo da un vuelco. Y luego vuelve a dar otro vuelco
Hace poco m¨¢s de un mes decid¨ª hacerme vegano. Llevaba bastante tiempo pens¨¢ndolo, pero me anim¨¦ del todo al ver que muchos de mis amigos optaban por dejar de comer carne. Es que lo de darle al tofu se ha puesto muy de moda ¨²ltimamente en Malasa?a. Pero no es mi caso, para nada. Lo m¨ªo fue m¨¢s por conciencia, que cuando te enteras de c¨®mo funciona la producci¨®n de carne y pescado da reparo. As¨ª que despu¨¦s de una cena con mis amigos en la que todos me pusieron cara rara por ser el ¨²nico que no se ped¨ªa la hamburguesa vegana, decid¨ª dejar de hincarle el diente a los animales.
Lo hice en plan radical, de un d¨ªa para otro, y hasta lo anunci¨¦ en mi Facebook. Jam¨¢s hab¨ªa conseguido tantos me gusta en un estado. Menos de mi madre, que me puso un emoticono lloroso. Ella dice que los veganos s¨®lo comen guarnici¨®n y me iba a pasar todo el d¨ªa con gripe por falta de nutrientes, pero mi m¨¦dico de cabecera, la doctora Roman¨ª, no lo ve as¨ª: ¡°Los m¨¦dicos recomendamos una dieta completa, y una vegana lo es a?adiendo un suplemento de vitamina B12, que es lo que puede faltar. A nivel cardiovascular es muy favorable, reduce el colesterol y con ellas las posibilidades de tener un infarto. No es casualidad que el presidente de la Asociaci¨®n Americana de Cardiolog¨ªa, el Dr. Kim Williams, sea vegano¡±.
Quiz¨¢ habr¨ªa que explica lo que es ser vegano. Seg¨²n la Asociaci¨®n Vegana Espa?ola (UVE), ¡°es una alternativa ¨¦tica al consumo y a la dependencia de productos no adaptados a las necesidades f¨ªsicas y espirituales del ser humano, como la carne, el pescado, los l¨¢cteos, los huevos, la miel, los productos derivados de los animales y otros art¨ªculos de origen animal como el cuero y las pieles¡±.?
Me hice vegano en plan radical, de un d¨ªa para otro, y hasta lo anunci¨¦ en mi Facebook. Jam¨¢s hab¨ªa conseguido tantos 'me gusta' en un estado. Menos de mi madre, que me puso un emoticono lloroso. Ella dice que los veganos s¨®lo comen guarnici¨®n
El caso es que lo de hacerme vegano fue mucho m¨¢s f¨¢cil de lo que imaginaba. Si te lo montas bien, no tienes porqu¨¦ echar de menos la carne. Hay salchichas de tofu ahumado que saben casi como las Oscar Mayer. Adem¨¢s, que en realidad ya medio lo era porque algunos de los alimentos de mi dieta b¨¢sica son veganos: las Pringles, las galletas Oreo, la cerveza¡ Total, que dos semanas despu¨¦s, ya pod¨ªa salir a cenar con mis amigos sin ser el marginado del grupo. Me sent¨ªa mucho mejor y aunque la b¨¢scula dec¨ªa que no, yo me ve¨ªa ya m¨¢s delgado. Todo iba genial, hasta que conoc¨ª a Laura¡
Cuando voy a cenar con una omn¨ªvora
Laura y yo no tardamos mucho en quedar tras hacernos match en Tinder para tomar unas ca?as que, en poco rato, se convirtieron en copas. No estoy seguro de cu¨¢ntas fueron, pero bastantes porque en nuestra segunda cita, en un restaurante argentino para cenar, yo llegu¨¦ convencido de que ella era vegana. Recuerdo que en la primera le dije que desde que hac¨ªa compra vegana me gastaba una pasta, al contrario de lo que pens¨¦ que suceder¨ªa, y ella me cont¨® que cuando dej¨® la carne y el pescado su familia le pregunt¨® si se hab¨ªa metido en una secta. Pero resulta que me lo cont¨® en pasado porque lo de ser vegana se le hizo m¨¢s duro de lo que esperaba y volvi¨® a la alimentaci¨®n cl¨¢sica.
Ella dice que fue porque era una fakevegana, que s¨®lo se apunt¨® al movimiento por seguir la moda de sus amigos, pero yo creo que es por lo de que su grupo sangu¨ªneo es el 0, que en la prehistoria esos eran los cazadores. Yo soy del tipo A, que eran agricultores y por eso me est¨¢ resultando tan f¨¢cil, aunque mi m¨¦dico lo pone en duda: ¡°Esa teor¨ªa de la alimentaci¨®n prehist¨®rica es algo que circula por Internet, pero lo cierto es que no parece tener mucha base cient¨ªfica. Resulta bastante imaginativo afirmar con rotundidad que aquellas poblaciones ten¨ªan aquellos grupos sangu¨ªneos¡±.
Total, que dos semanas despu¨¦s, ya pod¨ªa salir a cenar con mis amigos sin ser el marginado del grupo. Me sent¨ªa mucho mejor y aunque la b¨¢scula dec¨ªa que no, yo me ve¨ªa ya m¨¢s delgado. Todo iba genial, hasta que conoc¨ª a Laura¡
El caso es que de que Laura le daba a la carne me enter¨¦ cuando pedimos la cena. Yo eleg¨ª unos esp¨¢rragos a la plancha y ella una parrilla completa, con chorizo criollo, entra?a y de todo. Al ver mi cara de sorpresa, me pregunt¨® si hab¨ªa alg¨²n problema. Por lo visto, en nuestra (ba?ada en alcohol) primera cita yo le dije que, aunque ahora no comiera carne, no pensaba convertirme en un nazi del veganismo como mis amigos. Es cierto, yo no tengo ning¨²n problema con lo que coma el resto. Aunque le insisto en que pruebe los esp¨¢rragos que seguro que est¨¢n tan buenos como el solomillo que se est¨¢ metiendo entre pecho y espada. Pero, vamos, que no tengo ning¨²n problema en que ella coma lo que quiera. Ninguno.
Cuando intento que Laura vuelva a entrar en raz¨®n
Mi relaci¨®n con Laura va viento en popa. Lo del peque?o problemilla con la comida que tenemos lo llevo genial. Casi siempre cenamos en mi casa, que he aprendido a marinar el tofu para que parezca pollo con almendras del chino. Para ella compro pavo en lonchas de ese sin grasa ni sal, que no tengo ning¨²n problema en que coma carne, pero sana. Muchas noches nos acurrucamos en el sof¨¢ a ver una peli. Suelo elegirla yo, pero porque Laura casi siempre se queda dormida. Babe, el cerdito valiente ya se la he puesto varias veces, y Scott Pilgrim, que sale un t¨ªo con el poder vegano que es un crack. Y tambi¨¦n el documental Terr¨ªcolas (Earthlings), que est¨¢ narrado por Joaquin Phoenix y tiene m¨²sica de Moby, dos grandes activistas veganos.
Cuando cumplimos un mes juntos, sorprend¨ª a Laura con dos regalos: el libro Liberaci¨®n animal, de Peter Singer, que es la biblia de veganismo; y otro de recetas de Alicia Silverstone, otra gur¨² de la dieta sin productos animales. Y estoy prepar¨¢ndole otra sorpresa: unas minivaciones juntos en un Santuario de Animales. Son como refugios para animales rescatados de granjas en los que se les permite vivir protegidos de un modo m¨¢s natural. Muchos se anuncian por Internet y puedes donar dinero para echarles un cable, pero las localizaciones suelen ser secretas para evitar posibles ataques.
El caso es que de que Laura le daba a la carne me enter¨¦ cuando pedimos la cena. Yo eleg¨ª unos esp¨¢rragos a la plancha y ella una parrilla completa, con chorizo criollo, entra?a y de todo. Al ver mi cara de sorpresa, me pregunt¨® si hab¨ªa alg¨²n problema
Cuando me pongo a prueba como vegano
Laura me ha dicho que tenemos que hablar. Empieza la conversaci¨®n dici¨¦ndome que no me va a dejar, pero que como siga con este rollo de nazi del veganismo me va a hacer unfollow de la vida ella y todo el mundo. Aunque el que est¨¢ a punto de dejarla soy yo cuando me dice que cree que s¨®lo me he hecho vegano por seguir la moda. Est¨¢ convencida de que eso de comprar cosas vegetarianas con forma de carne es un s¨ªntoma claro de lo mucho que echo de menos mi dieta anterior, y los movimientos sutiles (que Laura tacha injustamente de obvios) para tratar de convencerla a ella son lo mismo. Me siento inseguro y necesito tener a alguien a mi lado que est¨¦ en mi misma situaci¨®n para no caer en la tentaci¨®n. Laura habla tan convencida porque dice que eso fue justo lo que hizo ella en su periodo como fakevegana.
¡°En realidad, depende bastante de la personalidad de cada uno, pero cambiar la dieta habitual por una vegana tiene mucho m¨¦rito porque el h¨¢bito es grande y puede no facilitarlo¡±, me cuenta mi doctora cuando le llamo para ver qu¨¦ puedo hacer para que Laura vea la luz. La m¨¦dica insiste en que algunos lo consiguen en poco tiempo y otros lo hacen de un modo gradual, llegando incluso a invertir diez a?os en el proceso. Pero yo nunca he sido de medias tintas, estoy convencido de lo de ser vegano y para demostr¨¢rselo a Laura voy a hacer algo que llevo un tiempo evitando: ir a comer a casa de mi madre.
Sorprendentemente, mi madre me dice que me ve m¨¢s fuertecito que las ¨²ltimas veces. Le digo que no puede ser, que justo llevo un mes aliment¨¢ndome fenomenal, aunque ahora recuerdo que mi doctora me dijo que ser vegano no significa adelgazar: ¡°Eliminar los productos animales de la dieta no es sin¨®nimo de perder peso. Puede que los sustituyas por una mayor ingesta de pan, por ejemplo. Adem¨¢s, hay mucha comida que puede calificarse como vegana, como los fritos procesados con aceite de palma, que son hipercal¨®ricos y suben el colesterol¡±.
He quedado con Laura para cenar en la parilla argentina. Se alegra mucho de que la haya citado all¨ª porque eso supone que ya no soy un nazi del veganismo y no me importar¨¢ nada ver c¨®mo se zampa una parrilla entera
El caso es que mi madre me pregunta que si se me ha pasado ya lo de comer s¨®lo de lo que come el grillo, que tiene unas lentejas con costillas en el fuego. Le dije que no se preocupara, que tampoco tra¨ªa mucha hambre. Total, que nos sentamos en la mesa toda la familia y yo le doy al pan con aceite. Si la comida es lo de menos, yo he venido a ver a mis padres. Cuando sacan el segundo plato mi madre me dice que si quiero puedo hacerme una ensalada, pero insisto en que estoy bien con el pan. Hasta que veo que para el resto de la familia hay cachopo. Y entonces me rend¨ª.
Cuando reconozco mi realidad como 'fakevegano'
He quedado con Laura para cenar en la parilla argentina. Se alegra mucho de que la haya citado all¨ª porque eso supone que ya no soy un nazi del veganismo y no me importar¨¢ nada ver c¨®mo se zampa una parrilla entera. Pero la sorpresa se la doy cuando le digo que esta vez vamos a compartir la parrilla. Le reconozco que soy un fakevegano, que en realidad me estaba muriendo por hincarle el diente a uno de esos chorizos criollos. El caso es que ahora que Laura y yo ya podemos compartir la comida y la vida sin problemas, as¨ª que a la parrilla le a?ado unas mollejas de ternera y un poquito de jam¨®n para matar la espera.
Pero Laura le dice al camarero que le traiga unos esp¨¢rragos a la plancha. Es ella la que me da la sorpresa con lo que me cuenta: al final, todas mis maniobras para que se fuera a mi lado s¨ª que resultaron efectivas y en estos d¨ªas separados ha decidido darse otra oportunidad en el mundo vegano. Pero me asegura que puedo estar tranquilo porque ella no va a ser una nazi del veganismo, as¨ª que se come sus esp¨¢rragos encantada mientras yo le doy a la parrilla. Aunque me inste en que pruebe los esp¨¢rragos, que est¨¢n tan buenos como el solomillo que me estoy metiendo entre pecho y espada.
Pero, vamos, que Laura no tiene ning¨²n problema en que yo coma lo que quiera. Ninguno.
Nota. Este relato est¨¢ basado en hechos reales. Bueno, un 75% de realidad y un 25% de experiencias de otros hombres.
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