No es el beicon, son mis hormonas
Insulina, leptina, grelina, cortisol¡ C¨®mo influyen estas sustancias en el aumento de peso
La primavera marca el pistoletazo de salida de la cl¨¢sica ¡®operaci¨®n bikini¡¯. Comienza una carrera contrarreloj para eliminar en tres meses los kilos de m¨¢s acumulados a lo largo del invierno, una competici¨®n en la que solo unos pocos elegidos alcanzar¨¢n el anhelado prop¨®sito. Muchos de los que fracasan en el intento (y otros que ni siquiera se plantean seguir una dieta) atribuyen a las hormonas su problema para perder peso. Aunque no les falta raz¨®n, casi siempre es posible mantener un control hormonal. ¡°Las hormonas [sustancias segregadas por c¨¦lulas localizadas en gl¨¢ndulas endocrinas] tienen mucho que decir en nuestra efectividad metab¨®lica. Con una anal¨ªtica de sangre podremos conocer los datos hormonales, y a partir de esta informaci¨®n, cualquier persona puede perder peso, por mucho que tenga un metabolismo menos eficaz. Costar¨¢ m¨¢s o menos, o el proceso ser¨¢ m¨¢s lento, pero perfectamente se puede llegar a perder un kilo de peso a la semana¡±, afirma Rub¨¦n Bravo, director del Departamento de Nutrici¨®n del Instituto M¨¦dico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Una vez confirmado que hay esperanza, le conviene conocer las hormonas implicadas en los repudiados michelines, porque la mejor defensa es desenmascarar al enemigo.
?Qu¨¦ hormona manda en la obesidad? Insulina, leptina, grelina, cortisol, estr¨®genos, neurop¨¦ptidos¡ Muchas se disputan el protagonismo, sin que ninguna se imponga claramente sobre el resto. ¡°El peso corporal est¨¢ regulado por un complejo sistema coordinado desde el cerebro hasta los ¨®rganos perif¨¦ricos, y viceversa, y mediado por numerosas hormonas que, en conjunto, mantienen el balance energ¨¦tico¡±, explica Ana Crujeiras, del Centro de Investigaci¨®n en Red Fisiopatolog¨ªa de la Obesidad y Nutrici¨®n (Ciberobn). ¡°Cuando estamos en ayuno, se incrementan una serie de hormonas que estimulan el apetito, por ejemplo, la grelina, y cuando comemos aparecen otras que nos lo quitan, como la leptina¡±, a?ade Francisco Tinahones, presidente electo de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Pero, adem¨¢s, el funcionamiento del circuito que regula el apetito y el peso corporal est¨¢ influido por la gen¨¦tica, hasta el punto de que, seg¨²n la investigadora, ¡°el 40% de la predisposici¨®n a la obesidad viene dada por la herencia, y el resto est¨¢ determinado por factores ambientales (que a su vez influyen en la expresi¨®n de los genes)¡±.
Leptina: la saciedad que no llega. El tejido adiposo (la grasa) libera leptina, que env¨ªa se?ales al cerebro para inhibir el apetito. Te¨®ricamente, las personas obesas deber¨ªan tener niveles bajos de leptina, pero la realidad es la contraria y esto se puede explicar porque ¡°el transporte de esta hormona [a trav¨¦s de la sangre hasta el cerebro] est¨¢ limitado y la persona sigue comiendo a pesar de tener niveles altos de leptina en la sangre¡±, indica el profesor Bartolom¨¦ Burguera, director del Programa de Endocrinolog¨ªa y Obesidad de la Cl¨ªnica Cleveland (Ohio). Los cient¨ªficos intentan descifrar las causas que inutilizan la leptina y, en febrero, la revista Nature Communications public¨® el hallazgo de una nueva enzima como posible responsable del incorrecto funcionamiento de esta hormona. De momento, hay muchas (y prometedoras) investigaciones, aunque de escasa utilidad pr¨¢ctica. ?No hay nada que hacer para favorecerla? S¨ª: actividad f¨ªsica, porque ayuda a mejorar la sensibilidad de la leptina y a perder grasa, ¡°que tiene un importante impacto en disminuir los niveles de esta hormona¡±, destaca Burguera
Grelina: la contradicci¨®n hecha hormona. Es la llamada hormona del apetito. Se produce en el est¨®mago y aumenta cuando tenemos hambre, y disminuye despu¨¦s de comer. Pero como sucede con la leptina, ¡°su funcionamiento est¨¢ da?ado en los obesos, que tienen niveles bajos de grelina¡±, dice Crujeiras. ¡°De hecho, los obesos con mayor predisposici¨®n a recuperar el peso perdido despu¨¦s de hacer dieta presentan cifras m¨¢s elevadas de leptina y menores de grelina que las personas que mantienen el peso perdido¡±, a?ade. ?Es parad¨®jico? En efecto: se supone que a menos grelina, menos apetito. Por lo que el especialista de la cl¨ªnica de Cleveland ve una valiosa pista sobre d¨®nde est¨¢ el freno para encontrar una soluci¨®n eficaz contra la obesidad: ¡°Estamos mirando hormonas que se producen en la periferia, pero donde verdaderamente se regula el apetito es en el cerebro¡±.
5 recomendaciones estrat¨¦gicas para perder peso
1. Practicar una dieta basada en frutas, vegetales, pescado, pollo, aceite de oliva, almendras y vino tinto. ¡°Es importante comer despacio para que las se?ales de saciedad lleguen al cerebro¡±.
2. Realizar actividad f¨ªsica diaria: caminar diariamente un m¨ªnimo de 30 minutos, y dos o tres veces por semana, practicar ejercicio intenso.
3. Vigilar el consumo de f¨¢rmacos. ¡°Algunos medicamentos, como corticoides, insulina o antidepresivos, pueden aumentar el apetito¡±.
4. Dormir, al menos, siete horas todas las noches.
5. Disminuir el estr¨¦s y la ansiedad. Si es necesario, consulte con un psic¨®logo.
Con todo, una dieta rica en prote¨ªnas aumenta la sensaci¨®n de saciedad y ayuda a normalizar los niveles de grelina.
Insulina: picos que engordan. Inmediatamente despu¨¦s de una comida, los niveles de insulina suben ¡°para retirar la glucosa del torrente sangu¨ªneo e introducirla en las c¨¦lulas, con el fin de que estas obtengan energ¨ªa o la acumulen en la grasa¡±, detalla el doctor Tinahones. En ayunas, la insulina est¨¢ muy baja y el organismo utiliza la grasa para obtener energ¨ªa.
Las subidas bruscas de insulina (que favorecen que la glucosa se acumule en forma de grasa) se pueden prevenir evitando los alimentos que eleven r¨¢pidamente las cifras de az¨²car en la sangre, como son los dulces, algunas frutas y los hidratos de carbono sencillos (pan blanco, arroz, pasta, etc.). ¡°Hay que comer hidratos de carbono complejos, como son el arroz integral y la pasta y panes integrales¡±, recomienda el presidente electo de la SEEDO. Tambi¨¦n es eficaz para normalizar las cifras de insulina hacer ejercicio diariamente (basta con caminar) y beber t¨¦ verde.
Estr¨®genos: cuando se van, entra el hambre. Durante la menopausia, muchas mujeres contemplan horrorizadas c¨®mo la b¨¢scula se dispara sin causa aparente, pero tiene explicaci¨®n. Como explica el doctor Burgada, ¡°los estr¨®genos [hormonas femeninas] est¨¢n asociados a la disminuci¨®n de la grelina, por tanto, ayudan a reducir el apetito. Y durante la menopausia hay un descenso de los mismos¡±. Es decir, aumenta el hambre. A esto se a?ade la p¨¦rdida de masa muscular, con lo que el metabolismo pierde eficacia para quemar grasa y la tendencia a acumularla en el abdomen. Por eso, ¡°hay que tomarse la menopausia muy en serio, porque si no es as¨ª en menos de dos a?os se pueden ganar 10 kilos¡±, enfatiza Rub¨¦n Bravo.
Para neutralizar el efecto de la p¨¦rdida de estr¨®genos, el nutricionista del IMEO propone limitar el consumo de hidratos de carbono al desayuno, comer verdura y prote¨ªnas de buena calidad al mediod¨ªa y en la cena; tomar dos onzas de chocolate negro (70% m¨ªnimo de cacao) al d¨ªa por su poder antioxidante y evitar las bebidas estimulantes. La actividad f¨ªsica es casi m¨¢s importante que la dieta (para aumentar la masa muscular), y ¡°tres horas a la semana de clases colectivas de zumba, bodypump y aerobox consiguen muy buenos resultados¡±. Otra opci¨®n es caminar vigorosamente m¨¢s de una hora diaria.
Hormonas tiroideas: no son tan fieras como las pintan. Aunque un descenso de la producci¨®n de estas hormonas se suele asociar a aumento de peso, Bravo desmonta tal relaci¨®n argumentando que ¡°un hipotiroidismo que est¨¦ bien regulado con medicaci¨®n no tiene ning¨²n efecto. Para muchas personas es la excusa perfecta para no hacer bien las cosas¡±.
Los aliados de estas hormonas son las prote¨ªnas y el yodo (conviene consumir sal yodada). Las algas tambi¨¦n son una excelente fuente de prote¨ªnas y de yodo.
Cortisol: las chivatas del mal sue?o. Es la conocida como hormona del estr¨¦s y nos mantiene en estado de alerta. ¡°Est¨¢ implicada en multitud de funciones, desde las metab¨®licas hasta el funcionamiento de casi todos los ¨®rganos¡±, advierte Francisco Tinahones. Su ritmo es circadiano, por eso a las 20 horas el cortisol desciende y a partir de las 7 de la ma?ana aumenta para darnos vitalidad. E influye en el peso. "Si no descansamos bien por la noche, los niveles de cortisol no bajan lo suficiente y esto predispone a la obesidad¡±. Seguir una dieta adecuada, dormir m¨¢s de 7 horas y evitar el estr¨¦s son claves decisivas para que la hormona no se dispare.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.