Hipnosis: cu¨¢ndo es real y cu¨¢ndo es un timo
Ni magia ni hechicer¨ªa. Los profesionales reivindican esta pr¨¢ctica como ayuda en los tratamientos contra el dolor o la ansiedad
Hacer que alguien pierda el control de s¨ª mismo por el poder de las palabras de un hipnotizador y que despierte al escuchar ¡°un, dos, tres¡±, para despu¨¦s olvidarlo todo, es una imagen producto de la ficci¨®n. La hipnosis como algo sobrenatural no existe y este espect¨¢culo est¨¢ muy lejos del m¨¦todo aplicado por la psicolog¨ªa y la medicina. Esto defiende la Asociaci¨®n para el Avance de la Hipnosis Experimental y Aplicada (AAHEA), agrupaci¨®n que alerta de los perjuicios que tiene la farsa exhibida en televisi¨®n, teatros o pubs. La ¨²ltima alarma la ha disparado el programa 1,2,3, Hipnot¨ªzame de Antena 3, que ha llevado a los profesionales de esta disciplina a remitir una carta de protesta a la cadena. Antonio Capafons, presidente del colectivo y catedr¨¢tico del Departamento de Personalidad, Evaluaci¨®n y Tratamientos Psicol¨®gicos de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad de Valencia, aporta las claves para entender qu¨¦ es (y qu¨¦ no) esta t¨¦cnica y para qu¨¦ se utiliza.
Desde que surgiera en el siglo XIX, se ha mostrado continuamente en los escenarios de circos, ferias y freak shows, atrayendo a las masas con su cara m¨¢s espectacular: una persona en trance experimenta reacciones como si realmente le acontecieran y despu¨¦s no recuerda nada, u olvida que alguien le dio instrucciones para que actuara de una u otra manera.
¡°Olvidar que alguien nos ha dado una informaci¨®n pero recordar qu¨¦ se nos ha dicho se llama amnesia de fuente o criptomnesia. En realidad, la p¨¦rdida total de memoria le pasa a muy poca gente. La hipnosis funciona de forma similar al placebo, pero la sociedad la asocia con creencias muy fascinantes como el poder para controlar la mente que tiene lugar en obras fant¨¢sticas como Dr¨¢cula o en algunas novelas policiacas. Todo eso es falso, solo trucos para crear una ilusi¨®n. Normalmente, en las funciones hay ganchos entre el p¨²blico conchabados con el hipnotizador", se?ala Capafons.
Todo lo que pueda conseguirse con la hipnosis se puede conseguir sin ella, avisa este experto. ¡°Se trata de una especialidad con un recorrido hist¨®rico que ha otorgado a las psicoterapias modernas un lenguaje interdisciplinar entre los profesionales de la salud, creando mayor entendimiento para tratar problemas como el dolor o los trastornos psicol¨®gicos como la ansiedad. Los mencionados teatros distorsionan la realidad de los avances en el campo de la neurociencia, psicolog¨ªa y medicina, y de la apuesta de las sociedades y los colegios profesionales por ponerla al servicio de las personas, no de audiencias o cuentas corrientes¡±.
Todo lo que pueda conseguirse con la hipnosis se puede conseguir sin ella
En el mundo anglosaj¨®n, esta actividad se aplica en el campo cl¨ªnico para tratar el dolor desde hace m¨¢s de un siglo, aunque en Espa?a todav¨ªa se ignora como herramienta de intervenci¨®n sanitaria: ¡°Se busca provocar cambios que beneficien a la persona, que los percibe como si no hiciera esfuerzos para conseguirlos, aunque realmente los realiza sin darse cuenta. Muchos profesionales evitan dar el nombre de hipnosis a los procedimientos que usan y los venden como sofrolog¨ªa [otro conjunto de recursos de sugesti¨®n], visualizaci¨®n o pr¨¢ctica guiada. Deber¨ªan etiquetarse correctamente para evitar que el t¨¦rmino se quede en manos de personas cuyas intenciones no pasan por alcanzar el beneficio del usuario¡±, observa Capafons.
Creer o no creer
Este m¨¦todo no consiste ¨²nicamente en hacer preguntas. Se trata de un conjunto de procedimientos muy variados, como los utilizados para la relajaci¨®n, pero sin profundizar en ning¨²n estado de la misma. De hecho, existe la hipnosis despierta, donde no se insta al sue?o y a tranquilizarse, sino a la "actividad y la expansi¨®n mental. El individuo puede hablar fluidamente, caminar y realizar las tareas cotidianas, mientras experimenta las sugestiones hipn¨®ticas" explica Capafons. La base del esquema del proceso consiste, seg¨²n el presidente de AAEHA, en "evaluar primero las creencias que tiene la persona que va a ser tratada".
Tan peligroso es creer al impostor como el desconocimiento de las posibilidades terap¨¦uticas que tiene su versi¨®n cl¨ªnica, indica este especialista: ¡°Uno de los riesgos es la creaci¨®n de falsos recuerdos, haciendo pensar a la persona que puede acceder a vidas pasadas. Hay quien cree que ha recuperado memorias de cuando estaba en el ¨²tero, que se acuerda de haber sido abducido por extraterrestres o de momentos aciagos de su infancia que hab¨ªa bloqueado. Hay asociaciones de afectados en Reino Unido, Estados Unidos y Australia por este problema. Hablamos de algo muy grave, ya que en ciertas personas no es dif¨ªcil generarlos". Muchos demandan hipnosis "porque la han visto en televisi¨®n, y piensan que es muy r¨¢pida, m¨¢gica y sin esfuerzo. En cambio, otros la evitan porque no se creen que pueda ser una herramienta sanitaria", a?ade.
La sugesti¨®n puede reducir el dolor, aplacar el hambre o hacer que el tiempo pase m¨¢s deprisa para pacientes en tratamientos m¨¦dicos o psicol¨®gicos
¡°Antes de empezar la terapia, es necesario que el paciente entienda que ¨¦l mismo tendr¨¢ el control de lo que suceda sin perder la conciencia (si lo hace, es porque se quedar¨¢ dormido, aunque le pasa a muy poca gente)". Esta f¨®rmula tiene como objetivo conocerse mejor a s¨ª mismo, motivarse y tener m¨¢s energ¨ªa con el fin de implicarse en el tratamiento en el que est¨¦ inmerso. Al usuario se le ense?a una serie de ejercicios que le permitir¨¢n salir de ¨¦l cuando lo necesite. "Siempre es mejor que la propia persona se autohipnotice y esta tarea se refuerce con heterohipnosis, es decir, apoyo a cargo del terapeuta¡±, aconseja el catedr¨¢tico.
¡°Existen intentos internacionales, por afanes lucrativos, para crear una profesi¨®n llamada hipnoterapeuta, partiendo de una formaci¨®n con base cient¨ªfica insuficiente, o incluso ausente, en psicopatolog¨ªa que pretende sanar casi todo. Quien diga que as¨ª se cura desde un c¨¢ncer a una fibromialgia, depresi¨®n, tabaquismo o ansiedad nos est¨¢ mintiendo, como los chamanes del siglo XIX¡±. Por sus posibles efectos adversos, Israel es el ¨²nico pa¨ªs que proh¨ªbe en su legislaci¨®n la hipnosis como espect¨¢culo.
Alivio, motivaci¨®n y ahorro sanitario
Este recurso puede contribuir a toda una gama de beneficios para aliviar las molestias habituales derivadas de diversas enfermedades: reducir el dolor, aplacar el hambre, tolerar sustancias desagradables, hacer que el tiempo pase m¨¢s deprisa; dar tranquilidad, firmeza, seguridad, indiferencia o favorecer alternaciones emocionales o f¨ªsicas importantes como, por ejemplo, que aquellas personas que experimentan mucho fr¨ªo debido a problemas de circulaci¨®n perif¨¦rica, sientan m¨¢s calor.
Ni complementaria ni sustitutoria. La eficacia en el ¨¢mbito cl¨ªnico reside en actuar como coadyuvante (auxiliar) en el campo del dolor, en el oncol¨®gico, del colon irritable, de la cirug¨ªa o de la adicci¨®n al juego. ¡°Cuanto m¨¢s falible resulta es cuando se usa como ¨²nica intervenci¨®n. Solo para algunos casos de dolor y en algunas personas, una ¨²nica sesi¨®n puede funcionar muy bien como el placebo, pero no es lo normal ni lo aconsejable. Debe formar parte de un tratamiento para incrementar su eficacia y eficiencia¡±.
En torno al 70-80% de las personas que combinan la intervenci¨®n m¨¦dico-psicol¨®gico con hipnosis muestra una respuesta positiva, cuenta el especialista. ¡°Y es m¨¢s eficiente en dos sentidos: ahorra esfuerzo y sufrimiento al paciente, permitiendo una mayor calidad de la intervenci¨®n; y ahorra bastante dinero a la administraci¨®n p¨²blica, en seg¨²n qu¨¦ intervenciones hospitalarias. En pa¨ªses como Estados Unidos, Australia e Israel se utiliza de forma regular en el ¨¢mbito sanitario¡±, concluye Capafons.
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