Si no puedo dormir, ?qu¨¦ hago: tomo una pastillita o paso la noche en vela?
Cualquier cosa antes de privarse de las horas de sue?o que necesita su cerebro. ?Hemos dicho "cualquier cosa"? Bueno¡ casi
Si usted es de esos que presumen de dormir a pierna suelta desde que pone la cabeza en la almohada hasta que suena el despertador, enhorabuena. Seguro que mantiene su estado de ¨¢nimo bien alto, se siente con fuerzas para hacer frente a lo que le vayan echando y, adem¨¢s, tiene m¨¢s posibilidades de ¨¦xito en la lucha por mantener la b¨¢scula a raya.
Pero si se mete en la cama y le da tiempo a contar la caba?a ovina espa?ola antes de que el sue?o le rinda, o se despierta a medianoche y es incapaz de volver a dormir, tal vez le consuele saber que la mitad de la poblaci¨®n mundial (la tercera parte de los espa?oles) sufre un trastorno del sue?o, seg¨²n la Sociedad Espa?ola del Sue?o.
Lo menos malo
Si en su anhelo (y necesidad) por tener un sue?o de calidad y reparador opta por recurrir a la ayuda de pastillas para dormir, mental¨ªcese de que lo que conseguir¨¢ ser¨¢ ¡°un sue?o artificial, que ni objetiva ni subjetivamente ser¨¢ tan reparador como el sue?o natural¡±, seg¨²n asegura Diego Garc¨ªa-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sue?o (IIS). ¡°Al menos, mi cerebro descansar¨¢¡±, argumentar¨¢ usted. En efecto, pero principalmente durante los primeros meses que tome la pastilla. "Con el tiempo, el efecto de inducir al sue?o se va perdiendo. Y se vuelve muy parecido a no tomar nada¡±, a?ade el experto.
Es decir, tomar pastillas para dormir entra?a riesgos (un sue?o de peor calidad y un efecto menguante), pero peor es el da?o que sufre el cerebro durante los episodios de insomnio. Un estudio internacional publicado en Sleep ha encontrado que la dificultad para mantener el sue?o provoca alteraciones cerebrales que favorecen una merma de las capacidades mentales. Por esta raz¨®n, el director del IIS confirma que, de manera puntual, no hay duda (ni es discutible) de que los f¨¢rmacos para dormir son beneficiosos para algunas personas. "El problema es que su uso no es espor¨¢dico. Y de aqu¨ª viene la alarma¡±, zanja.
Si cumple estas normas y necesita ayuda qu¨ªmica durante una etapa muy concreta para conciliar el sue?o, la elecci¨®n habitual ser¨¢ un f¨¢rmaco hipn¨®tico de las llamadas benzodiacepinas (Orfidal, Tranxilium, Noctamid son los nombres comerciales de algunos de los miembros de esta familia), porque, sin ser inocuos, sus efectos secundarios son menos importantes que los de los antihistam¨ªnicos o antidepresivos (que tambi¨¦n ayudan a conciliar el sue?o). Los primeros d¨ªas de tomar la pastilla (bajo receta m¨¦dica) le parecer¨¢ un sue?o levantarse como nuevo. ¡°Durante la primera semana, prolongan el tiempo de sue?o a costa de mantenerlo en un estadio intermedio, como es el de fase II¡±, explica Diego Garc¨ªa-Borreguero. Su efecto principal ¡°consiste en causar amnesia retr¨®grada, es decir, no recordar nada de lo que ha sucedido mientras el f¨¢rmaco ha estado actuando¡±, indica el experto. De hecho, ¡°no es extra?o que una persona que tome benzodiacepinas se despierte por la noche tanto como cuando no las tome, pero no recuerda nada¡±.
Pasado un tiempo (no hay estudios que fijen un periodo exacto), comprobar¨¢ que la pastilla para dormir ya no es lo que era, pero se siente incapaz de dejarla, y hace bien, porque como explica Garc¨ªa-Borreguero, ¡°el tratamiento cr¨®nico con benzodiacepinas, frecuentemente produce habituaci¨®n y su retirada debe hacerse con sumo cuidado¡±, tanto que quiz¨¢ necesite la ayuda de un profesional. Y puede que las pesadillas se hayan hecho m¨¢s frecuentes desde que comenz¨® con la medicaci¨®n. Seg¨²n el director del IIS, ¡°los antidepresivos tienen el potencial de desencadenar malos sue?os durante el tratamiento, pero m¨¢s cuando se interrumpe, y tambi¨¦n algunos antihistam¨ªnicos (So?odor) y benzodiacepinas (Noctamid, Limovan, entre otros)¡±.
¡°Durante la primera semana, las pastillas para dormir prolongan el tiempo de sue?o a costa de mantenerlo en un estadio intermedio, como es el de fase II¡±, explica Diego Garc¨ªa-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sue?o
La mayor¨ªa de estas consecuencias pasan inadvertidas para los consumidores. Solo afectan a un grupo muy reducido. De lo contrario, no se justifica su enorme popularidad. En Estados Unidos, 70 millones de personas tienen trastornos de sue?o, seg¨²n los datos que maneja el Centro para el Control de Enfermedades (CDC), y el uso de pastillas para dormir est¨¢ tan extendido que incluso no han faltado en el botiqu¨ªn de la tripulaci¨®n de Estados Unidos en 30 misiones a la Estaci¨®n Espacial Internacional. La agencia reguladora americana del medicamento (FDA) ha tomado cartas en el asunto y ha pedido a los consumidores que reduzcan la dosis de algunos productos.
No hace falta ir al espacio para tomar estos f¨¢rmacos. En Espa?a, m¨¢s del 12% de la poblaci¨®n toma hipnosedantes, aunque el doctor Joaqu¨ªn Ter¨¢n, presidente de la Sociedad Espa?ola del Sue?o, asegura: ¡°El 30% de los ciudadanos est¨¢ tomando medicaci¨®n relacionada con el sue?o y esto tiene riesgos importantes¡±.
"Su uso solo est¨¢ indicado en los casos de insomnio severo, que dificulta el correcto rendimiento intelectual y laboral, y nunca m¨¢s de cuatro semanas¡±, destaca Garc¨ªa Borreguero. "Han de estar prescritas por un m¨¦dico¡±, a?ade Ter¨¢n.
La mejor opci¨®n es consultarlo con el doctor. ¡°No hay f¨¢rmacos panacea, hay diagn¨®sticos que orientan y evitan malas pr¨¢cticas¡±, dice el presidente de la SES. ¡°Si es importante diagnosticar bien un problema de coraz¨®n, tambi¨¦n lo es hacerlo con los trastornos del sue?o¡±. Sobre todo, no infravalore el alcance de dormir mal, porque, como argumenta Ter¨¢n, ¡°no reconocer el impacto biol¨®gico del sue?o en la salud es un suicidio biol¨®gico¡±.
Y si el m¨¦dico no lo ve necesario recomendarle el consumo de pastillas, ?qu¨¦ le queda? No entre en p¨¢nico: nadie le pide volver a contar ovejitas. Para Ter¨¢n, ¡°puede ayudar manejar el concepto de sue?o ligado a la luz y la oscuridad y utilizar terapias conductuales apoyadas en estas ideas, con la ayuda de sustancias naturales, como la melatonina¡±. Otra opci¨®n es esperar la llegada de los hipn¨®ticos de nueva generaci¨®n (que ya est¨¢n comercializados en Estados Unidos y otros pa¨ªses), que inhiben los mecanismos cerebrales de la vigilia con menos efectos adversos.
Esta pieza fue publicada originalmente el 1 de febrero de 2016 y ha sido actualizada con motivo del D¨ªa Mundial del Sue?o de 2017.
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