Dancausa, a casa
La delegada del Gobierno debe irse tras la decisi¨®n de un juez de autorizar la estelada
El Juzgado 11 de lo Contencioso de Madrid ha vapuleado la prohibici¨®n de llevar banderas esteladas ¡ªen general usadas por los independentistas catalanes¡ª a la final de la Copa del Rey. Es una buena noticia, que corrige un grave error jur¨ªdico y pol¨ªtico de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepci¨®n Dancausa.
La resoluci¨®n considera que esa prohibici¨®n no ven¨ªa amparada en la ley contra la violencia en el deporte, por cuanto dicha bandera no incita a la violencia, ni al racismo ni a la xenofobia, ni perturba el orden jur¨ªdico. Y que, por el contrario, est¨¢ amparada por la libertad de expresi¨®n consagrada en el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n.
La decisi¨®n es un apretado cursillo de Estado de derecho que deber¨ªa aprovechar primero a Dancausa, cuyo yerro resulta un abuso manifiesto trat¨¢ndose de una jurista de larga experiencia. Pero tambi¨¦n al fiscal que sin tino se aline¨® con ella. Y al Gobierno, que le dio su apoyo impl¨ªcito, contra sectores m¨¢s sensatos del propio PP.
Har¨ªa bien la delegada, que practica una extra?a asimetr¨ªa en sus decisiones presuntamente t¨¦cnicas ¡ªha autorizado una manifestaci¨®n neonazi, esta s¨ª peligrosa, para este fin de semana¡ª, en reconsiderar su continuidad en el cargo. Dancausa carece de motivos para seguir tras este varapalo, que cuestiona su imprudente gesti¨®n. Y si no logra entenderlo por s¨ª sola, convendr¨ªa que sus superiores le ayuden en tan ardua tarea.
El mensaje de esta resoluci¨®n judicial tambi¨¦n alcanza a quienes suelen confundir Gobierno y Estado, atribuyendo a este las pifias de aquel, como excusa para deslegitimarlo y justificar la secesi¨®n: este episodio aclara c¨®mo el Estado corrige al Ejecutivo. Conviene ahora que todos los aficionados usen su confirmada libertad de expresi¨®n de forma responsable y respetuosa. Deportivamente, que es al cabo lo que se juega.
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