Monedas complementarias cada vez en m¨¢s ciudades
La Cooperativa Integral Catalana, y su red de Ecoxarxas extendida por toda Catalunya, cuenta por ejemplo con m¨¢s de 1000 usuarios, y busca crear un nuevo sistema econ¨®mico y social que funcione independientemente de la econom¨ªa formal y con su propia moneda.
Cada vez son m¨¢s las ciudades que tienen su moneda complementaria. Quiz¨¢ la m¨¢s conocida y una de las monedas locales de referencia a nivel internacional sea el Bristol Pound. Se acu?¨® en 2012 en la sexta ciudad de Inglaterra con m¨¢s poblaci¨®n, y Green Capital europea en 2015 (galard¨®n que reconoce las buenas pr¨¢cticas en sostenibilidad urbana), con el fin de fortalecer y democratizar el comercio y la econom¨ªa local. Para ello, fue impulsada por una empresa de econom¨ªa social y cont¨® con el pleno respaldo del Ayuntamiento. De hecho, el alcalde de la ciudad cobra su sueldo ¨ªntegro en esta moneda, los empleados p¨²blicos cobran parte del sueldo en esta moneda y con ella se pueden pagar impuestos municipales. Adem¨¢s, una red de 700 comercios acepta esta moneda como medio de pago en la ciudad de Bristol.
Y es que, en general las monedas complementarias (o monedas sociales) son una herramienta creada y utilizada en comunidades como sistemas monetarios de vecindad basados en la confianza y la reciprocidad para facilitar intercambios tanto de productos como de servicios o de conocimientos. Act¨²an as¨ª, como dinamizadoras del comercio local de proximidad, del autoempleo y de revalorizaci¨®n de los recursos locales. Para muchos usuarios supone adem¨¢s una herramienta necesaria ante la recesi¨®n econ¨®mica y el desempleo, y quiz¨¢ esto ayuda a explicar su reciente expansi¨®n. De hecho, en momentos de crisis anteriores tambi¨¦n nacieron monedas complementarias que pudieran considerarse sus precursoras. En la guerra civil espa?ola algunas cooperativas acu?aron sus propios billetes y en establecimientos cercanos a las f¨¢bricas se aceptaba dinero comercial que se intercambiaba por productos locales. Y hoy, su uso se expande. En la actualidad, existen m¨¢s de 4000 monedas sociales en el mundo, tanto en Europa (Alemania, B¨¦lgica, Francia, Gran Breta?a, Italia, etc.), como en Am¨¦rica Latina o Jap¨®n.
En Toulouse (Francia) por ejemplo, se utiliza paralelamente a los euros el Sol Violette. El Chiemgauer en Alemania es usado por m¨¢s de 2000 consumidores y m¨¢s de 600 empresas, y genera el equivalente a 4 millones de euros de compras de bienes y servicios anuales desde hace ya m¨¢s de 10 a?os. Y en Espa?a circulan hasta 30 monedas distintas al euro en diversas ciudades (se llaman ecos, turutas, boniatos, zoquitos, pumas, moras, etc.). Su uso es todav¨ªa minoritario, menos sofisticado y a menudo funciona como un banco de tiempo, y en ning¨²n caso cuenta con un apoyo institucional como el que ha recibido la iniciativa en Bristol. Sin embargo, algunas de ellas se han consolidado a lo largo de los a?os. La Cooperativa Integral Catalana, y su red de Ecoxarxas extendida por toda Catalunya, cuenta por ejemplo con m¨¢s de 1000 usuarios, y busca crear un nuevo sistema econ¨®mico y social que funcione independientemente de la econom¨ªa formal y con su propia moneda.
Para algunas personas, el principal inconveniente del uso de las monedas sociales es la escasez de usuarios y que el ¨¢rea de utilizaci¨®n es muy limitada. Para otros, se est¨¢n convirtiendo en una herramienta que dinamiza la econom¨ªa local y permite crear nuevas formas de consumo y producci¨®n basados en la confianza y en la participaci¨®n ciudadana. Impidiendo adem¨¢s, la especulaci¨®n, la inflaci¨®n o deflaci¨®n, ya que la moneda social no se puede acumular ni funciona fuera de una zona determinada. Y t¨², ?qu¨¦ opinas?
Para m¨¢s informaci¨®n: Documentos TVE Monedas de Cambio, Octubre 2013
http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-monedas-cambio/2063367/
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.