Derecha, izquierda, arriba y abajo

SER ESPECTADOR de un partido de tenis consiste en eso: mover la cabeza de derecha a izquierda para seguir la trayectoria de la bola, emocionarse con una dejada o atisbar si entr¨® o no ese drive?ajustado a la l¨ªnea de fondo. Pero si el partido se desarrolla durante un torneo del circuito ATP World Tour, como el Mutua Madrid Open que tuvo lugar en la Caja M¨¢gica de la capital del 29 de abril al 8 de mayo, el p¨²blico debe estar preparado tambi¨¦n para mirar arriba y abajo. En la pista se baten los mejores deportistas del mundo, pero en las gradas se sucede lo m¨¢s granado de cada casa en ese otro juego eterno de estar justo en el sitio y momento en el que se cuecen todas las salsas.

Arriba Carlos Falc¨® y su novia, Esther Do?a. En el centro, Fernando Fitz-James Stuart, heredero del ducado de Alba. En la otra foto, el chef Alberto Chicote. / GETTY

Derecha: Raonic saca a 228 kil¨®metros por hora. Izquierda: Djokovic resta y descoloca al canadiense. Arriba: filas de asientos rebosantes de gente, vestimentas coloristas y entradas religiosamente abonadas. Abajo: palcos ¨Cm¨¢s codiciados seg¨²n disminuye su distancia respecto a la cancha¨C, trajes y corbatas en todos los tonos de azules y grises y, en la mu?eca, pulsera VIP con derecho al para¨ªso de cualquier bon vivant (l¨¦ase el que disfruta del placer de la comida, la bebida, el ocio y las relaciones). ?Y gratis! Aclaremos, un palco cuesta entre 25.000 y 50.000 euros, pero como all¨ª se rinde homenaje a famosos, clientes, socios presentes y futuros, prensa, nobleza de sangre azul o de t¨ªtulos en Bolsa, lo habitual es que el que pague la fiesta lo haga con firma de empresa. En ese nirvana con terrazas al borde de un lago artificial y 6.600 m2 dedicados a la gastronom¨ªa internacional de ¨¦lite, se vende marca, glamour,?se observa y se cultivan redes sociales y de trabajo (a esto ahora se le llama networking).

Manolo Santana, Manuela Carmena, Cristina Cifuentes y la actriz Paz Vega. / GETTY

Este a?o la infranqueable frontera se abri¨® para visitantes inesperados en un ejercicio pol¨ªtico que ya quisiera como argumento la serie brit¨¢nica Upstairs, downstairs. El Ayuntamiento de Madrid, que patrocina el evento con 13 millones de euros anuales (herencia de un contrato suscrito por el PP, con validez hasta 2021), regal¨® las m¨¢s de 4.000 entradas (la mayor¨ªa vip) que le corresponden por este acuerdo a la Asociaci¨®n de Vecinos de San Ferm¨ªn, a instituciones de j¨®venes en peligro de exclusi¨®n, a escuelas deportivas, colectivos de mayores¡­ Una manera de que este desembolso, que la corporaci¨®n considera derroche, haya llegado a una representaci¨®n de madrile?os que pudieron codearse, hasta dejar tiritando las bater¨ªas de los m¨®viles, con Cristiano Ronaldo, Paz Vega, el rey Juan Carlos, Chicote, Melendi, Hiba Abouk o Elena Anaya.

Por cierto, los ganadores del torneo fueron Simona Halep y Novak Djokovic. Pero esa ya es otra historia.