Dime en qu¨¦ zona de tu cara tienes un grano y te contar¨¦ una milonga
Es la ¨²ltima moda: diagnosticar intolerancias alimentarias en funci¨®n de la piel. Ninguna evidencia la respalda
Aproximadamente un 20% de la poblaci¨®n presentar¨¢, durante su vida, alg¨²n tipo de reacci¨®n alimentaria, como vaticina un estudio realizado por la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN), que incluye cifras de alergias (sensibilidad de tipo inmunol¨®gico), intolerancias (mala absorci¨®n o digesti¨®n de un componente) e intoxicaciones. Seg¨²n el trabajo, la preocupaci¨®n de la sociedad por este problema ha aumentado considerablemente, as¨ª como la falsa creencia de que algunos s¨ªntomas agudos son inducidos por la ingesta de determinados alimentos.
Este clima de confusi¨®n ha tenido como consecuencia que no cesen de publicarse art¨ªculos que, sin rigor cient¨ªfico, claman: "Dime qu¨¦ problemas de piel tienes y te dir¨¦ cu¨¢l es tu trastorno digestivo". Seg¨²n las revistas que los publican, la aparici¨®n de granitos o espinillas, por ejemplo, significar¨ªa una mala absorci¨®n del az¨²car y, del mismo modo, una piel deshidratada podr¨ªa estar indicando que el vino no le sienta bien. Este tipo de escritos se ha disparado con la publicaci¨®n durante este a?o del libro Reverse the Signs of Ageing (Revertir los signos del envejecimiento), de Nigma Taib, natur¨®pata y dermat¨®loga brit¨¢nica. En ¨¦l, la autora vincula determinados s¨ªntomas cut¨¢neos (eccemas, granos, etc.) con el rechazo del cuerpo a alg¨²n componente de la comida. ?Magia blanca auspiciada por las marcas de belleza?
Marina Rodr¨ªguez Mart¨ªn, doctora especialista en inmunidad cut¨¢nea innata del Servicio de Dermatolog¨ªa del Hospital Quir¨®n de Santa Cruz de Tenerife, es tajante: los cuadros dermatol¨®gicos solo han mostrado una correlaci¨®n cl¨ªnica (es decir, que con frecuencia ambos factores sucedan a la vez, pero no tiene por qu¨¦ haber una relaci¨®n de causa-efecto) con la intolerancia a la histamina, una hormona presente en muchas funciones vitales y en alimentos como la berenjena, las carnes cocidas y las bebidas alcoh¨®licas. Su rechazo por parte del organismo "puede causar jaquecas, migra?as, calambres musculares o diarreas", escribe F¨¦lix L¨®pez Elorza, presidente de la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias (SAEIA). La manifestaci¨®n cut¨¢nea que acompa?a a esta resistencia es un eccema "muy similar al que produce la dermatitis at¨®pica: una hinchaz¨®n en la piel que puede derivar en erosiones o peque?os bultos que exudan con el rascado", explica Rodr¨ªguez Mart¨ªn. Los dem¨¢s, todo humo. Por un granito no le pueden diagnosticar una intolerancia digestiva.
Eulalia Baselga, jefa de servicio en la Unidad de Dermatolog¨ªa Pedi¨¢trica del Hospital de Santa Creu i Sant Pau, a?ade: ¡°Es dif¨ªcil que la piel permita sugerir una intolerancia porque los s¨ªntomas de la misma son muy inespec¨ªficos. Observando la dermis solo podemos acercarnos a se?alar estados carenciales, como la falta de vitamina C, B o la desnutrici¨®n proteica¡±.
Algunos estudios revelan que, en el caso de la enfermedad cel¨ªaca (EC), s¨ª se produce una afecci¨®n epid¨¦rmica conocida como dermatitis herpetiforme. Se caracteriza por la aparici¨®n de ampollas que causan picor en codos, rodillas, espalda y gl¨²teos. ¡°Pero la celiaqu¨ªa, en contra de lo que cree mucha gente, no es una intolerancia, sino un proceso inflamatorio intestinal que sucede al contacto de la prote¨ªna del gluten en el intestino¡±, explica Antonio Martotell, m¨¦dico del Servicio de Dermatolog¨ªa del Hospital de Manises, Valencia. ¡°En este caso se produce una reacci¨®n inmunol¨®gica contra estas prote¨ªnas y contra una de las enzimas que lo degradan, que se encuentra tanto en el tubo digestivo como en la piel¡±, apunta Baselga.
¡°Es dif¨ªcil que la piel permita sugerir una intolerancia porque los s¨ªntomas de la misma son muy inespec¨ªficos" (Eulalia Baselga, dermat¨®loga)
Los trastornos inmunol¨®gicos o alergias s¨ª pueden dejar signos en la piel. Cuando se producen, en nuestro sistema inmune se desencadena una lucha entre las defensas, mediante la producci¨®n de anticuerpos IgE, y el al¨¦rgeno (leche de vaca, marisco, huevo¡). ¡°En el caso de las intolerancias alimentarias el mecanismo subyacente no es tan conocido. Y, de cualquier forma, no desencadena una cascada inflamatoria como la provocada por la IgE¡±, agrega Rodr¨ªguez Mart¨ªn.
Algo s¨ª tienen en com¨²n alergias e intolerancias. Seg¨²n publica la Sociedad Catalana de Alergias e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica (SCAIC), tambi¨¦n son pocos los m¨¦todos validados para determinar las alergias (de las intolerancias, el ¨²nico avalado cient¨ªficamente, seg¨²n Rodr¨ªguez Mart¨ªn, es el de la lactosa). As¨ª, gran parte de los test que publicitan los centros nutricionales para diagnosticar ambos tipos de trastorno carecen de fiabilidad. La SCAIC solo avala, para el diagn¨®stico de alergias, algunas pruebas cut¨¢neas, el an¨¢lisis de sangre para determinar el IgE y pruebas de exposici¨®n, mediante las que se suministra a las personas el alimento sospechoso y se observan las reacciones que produce. "No hay ning¨²n m¨¦todo diagn¨®stico complementario o alternativo que pueda ayudar en el dictamen", concluyen.
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