¡®Hipsters¡¯ nazis
El estilo sirve para destacar lo mejor de nosotros y hacernos m¨¢s bellos. Pero tambi¨¦n para mentir
Los skinheads visten de Prada. Este fin de semana, el ultranacionalista Norbert Hofer estuvo a punto de ganar las elecciones presidenciales austriacas. Su mejor herramienta de campa?a: el cambio de look de sus seguidores. La extrema derecha ya no quiere verse como una horda de resentidos con bigotitos hitlerianos, sino como un movimiento fresco, juvenil y a la moda: basta de cabezas rapadas, esv¨¢sticas y botas para machacar cr¨¢neos. Ahora puedes odiar a los ¨¢rabes y comer tofu.
En Austria, el gur¨² del nuevo estilo se llama Martin Sellner y dirige el llamado Movimiento Identitario, que apoya al Partido de la Libertad de Hofer. Sellner se autodenomina "hipster de derechas" y define a su grupo como "un Greenpeace patri¨®tico". Sus compa?eros revientan actos de izquierda con m¨¦todos copiados de los activistas ambientales para maximizar el impacto medi¨¢tico: durante la campa?a electoral, sus chicos impecablemente peinados interrumpieron una obra de teatro con actores refugiados y rociaron al p¨²blico con sangre falsa.
En Alemania, donde los s¨ªmbolos fascistas est¨¢n prohibidos, los nazi-hipsters llamados nipsters llevan a?os usando el nuevo look para burlar la ley. Algunos tienen canales de YouTube donde lanzan sus consignas mientras comentan el ¨²ltimo cap¨ªtulo de C¨®mo conoc¨ª a vuestra madre. Sus padres franceses, G¨¦n¨¦ration Identitaire, organizan expediciones de acoso a refugiados y marchas contra musulmanes mientras cuelgan en Instagram fotos de atractivas militantes luciendo merchandising del grupo. Y venden galletitas con su emblema.
El estilo sirve para destacar lo mejor de nosotros y hacernos m¨¢s bellos. Pero tambi¨¦n para mentir. Los nuevos hipsters pueden tratar de que el odio parezca guay. Pero aunque la mona se vista de seda, nazi se queda.
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