Retorno 'voluntario': La decisi¨®n (o no) de migrar
Familia de inmigrantes latinoamericanos que parte de retorno, en la T4 del aeropuerto de Barajas. / Bernardo P¨¦rez
AUTORA INVITADA: JARA ESBERT-P?REZ
El tema del refugio est¨¢ cada d¨ªa en los medios de comunicaci¨®n, y no es para menos: personas que huyen de situaciones en las que su vida corre peligro, y viajan a otros pa¨ªses en busca de auxilio, muchas veces denegado y en algunos casos ni tan s¨®lo estudiado. Por razones de guerra, por razones de g¨¦nero, religi¨®n u otras, como la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs de origen.Las ¨²ltimas im¨¢genes de Idomeni han escandalizado el mundo entero.
La llamada crisis de los refugiados se viene tratando de diferentes maneras, en diferentes pa¨ªses. En Europa las cifras hablan por s¨ª solas: de las 160.000 que se comprometi¨® a reubicar, tan s¨®lo lo ha hecho con 1.145; en el caso de Espa?a los datos son alarmantes tambi¨¦n, pues de las 16.000 que deb¨ªan llegar solo 18 han sido aceptadas. Recientemente, el Ministerio de Interior hizo p¨²blico que Espa?a acoger¨¢ a 586 personas durante los pr¨®ximos meses. De momento, han llegado 20 desde Grecia.
Fuera de Europa se encuentran experiencias muy diversas: desde la pol¨ªtica de Canad¨¢, pa¨ªs que ya ha acogido m¨¢s de 18.000 personas de las 25.000 a las que prometi¨®, llegando a Noruega, pa¨ªs que acaba de poner en marcha un programa de retorno voluntario dirigido a personas refugiadas, con el incentivo de una cuant¨ªa econ¨®mica. A Noruega llegan un n¨²mero importante de refugiados de Siria e Irak. ?Querr¨¢n retornar, voluntariamente, a sus pa¨ªses, a cambio de una cuant¨ªa econ¨®mica?
Aunque pueda parecer extra?o, en el ¨²ltimo tiempo se han venido observando cada vez m¨¢s casos de personas solicitantes de asilo o con el estatuto de refugiado que se han interesado en el retorno voluntario.
El tema del retorno al pa¨ªs de origen es muy complejo: en una cara de la moneda se pueden encontrar las tantas situaciones de personas que dicen querer retornar voluntariamente cuando realmente lo que querr¨ªan ser¨ªa quedarse (y en este sentido podr¨ªa ser interesante reconducir los fondos de retorno a otro tipo de apoyo que facilite la vida de las personas aqu¨ª); en la otra cara se encuentran los casos cuya verdadera voluntad es retornar. Para este ¨²ltimo grupo, los programas oficiales de retorno pueden ser un beneficio, si bien hay un aspecto sobre el que reflexionar: la obligatoriedad de la firma del Compromiso de no retorno en tres a?os a Espa?a (para realizar una actividad lucrativa o profesional), ?a qu¨¦ responde? ?Por qu¨¦ no permitir que una persona que ahora retorna pueda volver en unos meses o en un a?o? De hecho, hay personas que prefieren regresar por sus propios medios, no teniendo as¨ª que cumplir con este compromiso.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los programas oficiales no permiten que sean beneficiarias las personas comunitarias o con doble nacionalidad (siempre que una de ellas sea comunitaria), aunque se encuentren en situaciones dif¨ªciles.
As¨ª, lejos de incentivar el retorno (como podr¨ªa interpretarse el proyecto de Noruega con los refugiados) y teniendo en cuenta la situaci¨®n de vulnerabilidad en la que se encuentran muchas personas migradas, ser¨ªa conveniente dar respuesta a cualquier persona que solicita retornar a su pa¨ªs, ya sea analizando las alternativas que tiene para quedarse (en caso de no tener claro el retorno), ya sea ofreciendo la informaci¨®n sobre el retorno. Sin embargo, el calendario de las convocatorias de las subvenciones que financian estos programas es inestable y no siempre hay presupuesto para ponerlos en marcha.
Este 2016 la convocatoria para la subvenci¨®n de estos programas, financiados con fondos estatales (Ministerio de Empleo y Seguridad Social) y europeos (Fondo de Asilo, Migraci¨®n e Integraci¨®n Social) ha tardado m¨¢s que a?os anteriores, por lo que desde hace unos meses apenas hay entidades con programas en activo. Por tanto, se presenta un escenario con personas vulnerables que solicitan retornar a sus pa¨ªses y que, por falta de presupuesto, se encuentran con dificultades, como la negativa de determinadas ayudas o un tiempo de espera m¨¢s prolongado de lo que viene siendo normal. Las personas afectadas pueden estar sin techo o sin recursos, tener alguna enfermedad, no tener las necesidades b¨¢sicas cubiertas, o ser familias monoparentales con menores, entre otras situaciones. Si bien es cierto que hay entidades y organismos sociales que trabajan para mejorar la situaci¨®n de estas personas, la realidad es que los recursos son limitados y que una negativa al retorno o una espera prolongada puede empeorar su situaci¨®n.
Por fin, el pasado mes de abril se public¨® la convocatoria y parece que las organizaciones en breve podr¨¢n volver a gestionar los programas. Cabe decir que el BOE esta vez hace referencia expresa a que se tengan en cuenta las situaciones de grupos especialmente vulnerables, como personas sin hogar, personas con enfermedades graves, mujeres embarazadas o personas con trastornos ps¨ªquicos, entre otras. Y remarca a lo largo del documento la necesidad de tener en cuenta a las personas v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero.
Otra novedad de esta convocatoria es el intento de garantizar el seguimiento en origen, algo que algunos especialistas valoran como positivo, para poder llevar a cabo un retorno con las m¨¢ximas garant¨ªas. En este sentido, el BOE incluye este a?o la Red Erin como parte de la coordinaci¨®n en los proyectos de retorno.
A parte de las directrices que se marquen en el BOE, es importante destacar la labor de determinados profesionales que est¨¢n en torno al proceso de retorno, porque los l¨ªmites de qu¨¦ hacer y el c¨®mo abordar cada caso muchas veces depende de la voluntad de cada profesional. Por suerte, cada vez se observan m¨¢s trabajadores sensibilizados con el tema del retorno, que entienden que es un proceso que va mucho m¨¢s all¨¢ de la compra de un billete de avi¨®n: t¨¦cnicos de retorno, trabajadores sociales, psic¨®logos, asesores jur¨ªdicos, incluso algunos consulados est¨¢n cada vez m¨¢s preocupados por dar una atenci¨®n integral que tenga como base la coordinaci¨®n con otros profesionales.
As¨ª, con todas las cr¨ªticas que puede tener el retorno voluntario, tambi¨¦n se encuentran buenas pr¨¢cticas y buenos profesionales que ponen sus esfuerzos para intentar dar respuesta a las necesidades y deseos de las personas. Teniendo en cuenta que muchas de las demandas no se corresponden con la realidad: la falta de recursos sociales, la alta tasa de paro o la dificultad para obtener los papeles son factores que afectan en la decisi¨®n de muchas personas que deciden retornar a su pa¨ªs de origen y generar cambios en estas causas est¨¢ fuera del alcance directo de estos profesionales.
Al final, todo apunta al mismo objetivo: hablemos de planes de refugio, de programas de retorno, de acuerdos entre pa¨ªses¡ La idea es realmente pensar en lo que las personas necesitan y desean y crear pol¨ªticas migratorias y sociales que den respuesta, entendiendo que las migraciones son circulares: ahora alguien viene, y ma?ana se va, y otra retorna, y el otro re emigra, y ahora hay un conflicto aqu¨ª y la poblaci¨®n se desplaza en busca de refugio all¨¢, y ahora nosotros nos vamos a otro lugar en busca de una vida mejor, y algunos se ir¨¢n y otros se quedar¨¢n y ser¨¢n vecinos nuestros igual que muchos de los nuestros se han convertido en vecinos de otros lugares ya.
Jara Esbert-P¨¦rez es profesional de las migraciones e Investigadora de retorno voluntario
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