Aminatou se sube a la excavadora
La OIT forma en oficios relacionados con la construcci¨®n a 400 j¨®venes vulnerables del interior de Mauritania, muchos de ellos mujeres, para combatir la pobreza y la emigraci¨®n
Una densa nube de polvo rodea a los chicos. Aminatou Alassane Wane, de 24 a?os y nacida en Aleg (Mauritania), espera su turno impaciente. ¡°Me gustan estas m¨¢quinas, un d¨ªa vi por la tele a mujeres manejando excavadoras y tractores en un anuncio y pens¨¦ que eso pod¨ªa ser lo m¨ªo¡±, asegura mientras se recoloca la melfa blanca con rayas negras bajo el casco amarillo. Desde el pasado mes de marzo, 40 j¨®venes desempleados mauritanos procedentes del empobrecido sur del pa¨ªs est¨¢n recibiendo una formaci¨®n acelerada de seis meses para oficios relacionados con la construcci¨®n y mantenimiento de carreteras, un sector con enorme potencial de empleo. Una tercera parte son mujeres. ¡°Si ellas pueden pilotar aviones, ?por qu¨¦ no van a conducir excavadoras?¡±, se pregunta Hawa Gueye, madre de Aminatou.
Las clases del curso de conducci¨®n de maquinaria pesada empezaron el pasado 7 de marzo en el Instituto T¨¦cnico de Nuakchot y combinan teor¨ªa y pr¨¢ctica. ¡°Soy consciente de que es un oficio duro, que hay que trabajar en condiciones de viento, sol, calor, polvo, pero es que me encanta¡±, dice Aminatou, que se sube a una inmensa motoniveladora sin aparente esfuerzo. Para seguir las clases se ha tenido que trasladar a la capital, donde vive con parientes, pero los 75 euros mensuales que recibe durante los seis meses que dura el curso compensan el esfuerzo.
¡°Mi hija es valiente, respetuosa, educada, honesta y trabajadora. Y lo est¨¢ demostrando¡±, asegura Hawa Gueye, madre de Aminatou y de otros dos chicos. Con los ingresos que genera la peque?a tienda que regenta en Aleg le da para ir tirando, pero que su hija pueda encontrar un trabajo decente es toda una bendici¨®n. ¡°No para m¨ª, sino para ella. Que pueda hacer su vida sin depender de nadie, que aproveche esta oportunidad¡±, asegura.
La formaci¨®n que est¨¢ recibiendo Aminatou es la primera piedra de un amplio proyecto de veinte escuelas taller puesto en marcha por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) con la financiaci¨®n de 1,5 millones de euros de la Uni¨®n Europea (UE) y la colaboraci¨®n del Gobierno mauritano que pretende formar y encontrar empleo a 400 j¨®venes de este pa¨ªs que debe convivir con un paro estructural de en torno al 35%. Al mismo tiempo, el proyecto Chantier ?cole, que as¨ª se llama, refuerza a unas 150 empresas con personal especializado y contribuye al desarrollo del pa¨ªs con la construcci¨®n o rehabilitaci¨®n de 20 kil¨®metros de pistas rurales, que es donde los j¨®venes har¨¢n sus pr¨¢cticas.
¡°Los beneficios son m¨²ltiples¡±, asegura Federico Barroeta, responsable de la OIT en Mauritania, ¡°en primer lugar rescatamos de la vulnerabilidad a personas que, tras la adecuada formaci¨®n, se van a incorporar al mercado laboral. Es decir, mejoramos su empleabilidad. Adem¨¢s, hemos puesto el foco en las regiones porque el mundo rural est¨¢ alejado de la oferta formativa, que se concentra en un 80% en Nuakchot y Nuadib¨². Y, una vez formados, los chicos y chicas de Gorgol, Brakhna y otras regiones contribuir¨¢n a mejorar su propio entorno mediante la construcci¨®n o mejora de pistas. De esta manera, adem¨¢s de reforzar a las pymes, frenamos el ¨¦xodo rural en zonas de alta propensi¨®n migratoria porque es donde menos oportunidades locales hay¡±.
En el curso de conductor de maquinaria pesada toca la parte te¨®rica. El profesor, Habiboulah Mahamadou, explica el funcionamiento de un motor y los alumnos le escuchan con atenci¨®n. Bacary y Daouda Abdoulaye Marega son dos de ellos. Hermanos procedentes de Brakhna, el primero lleva tres a?os en el paro desde que la empresa china para la que trabajaba lo despidi¨® mientras que Daouda, el m¨¢s joven, nunca ha tenido un empleo. ¡°Siempre me gust¨® este oficio, pero nunca tuve la oportunidad de aprenderlo¡±, dice Bacary con una sonrisa. Sabe que no va a tener problemas para trabajar una vez termine este curso de seis meses. ¡°Estoy dispuesto a ir donde me llamen¡±, a?ade.
Como taxista en el cruce de Aleg, Mohamed Al Vatre pod¨ªa ganar en un d¨ªa bueno unos cinco euros. Una vez que acabe el curso y realice las pr¨¢cticas en una de las obras pedag¨®gicas previstas por la OIT va a cuadriplicar sus ingresos con facilidad. El dinero es una motivaci¨®n, pero tambi¨¦n la certeza de tener un trabajo decente. Seyed Bacar, jefe de trabajos del Instituto T¨¦cnico de Nuakchot, destaca el esfuerzo que est¨¢n haciendo estos j¨®venes vulnerables y que, hasta ahora, eran dif¨ªcilmente empleables. ¡°En poco tiempo tendr¨¢n su certificado de competencias homologado y podr¨¢n contribuir al desarrollo de este pa¨ªs y al suyo propio¡±.
El panorama no es alentador. Cada a?o, 36.000 mauritanos intentan hacerse un hueco en el mercado laboral y s¨®lo lo consiguen 16.000. Nuakchot se ha conseguido en una ciudad de aluvi¨®n a la que sigue llegando poblaci¨®n del interior a la b¨²squeda de un trabajo que muchos no encuentran. El 70% de la econom¨ªa es informal y el subempleo campa a sus anchas. Est¨¢ claro que algo falla. ¡°Nuestra formaci¨®n profesional no est¨¢ adecuada al mercado de trabajo, est¨¢ pasada de moda¡±, asegura Abdoullaye Diop, director de la Agencia Nacional de Promoci¨®n de Empleo Juvenil en Nuakchot, ¡°adem¨¢s hay un problema de mentalidad, mucha gente piensa que no tiene valor y por eso es el ¨²ltimo recurso para gente que ha fracasado en otros campos, existe una mentalidad poco favorable al trabajo manual. Un mal a?adido es que nuestro sector privado es poco din¨¢mico y que el sistema fiscal no estimula las inversiones¡±.
El empresario Idrissa Abdoulaye Ba corrobora las palabras de Diop. Tras emigrar a Espa?a y Portugal, en 2009 regres¨® a Mauritania y cre¨® Noloc, una peque?a empresa de construcci¨®n que cuenta con seis trabajadores fijos y puede llegar hasta una veintena en funci¨®n de las obras en marcha. ¡°Es complicado mantener una empresa como esta¡±, asegura, ¡°los costes son alt¨ªsimos entre la carga fiscal, la Seguridad Social, los materiales. Si est¨¢s con todo en regla te arruinas, no recibimos ning¨²n apoyo¡±.
En la Escuela Nacional de Trabajos P¨²blicos de Aleg ha terminado ya la parte te¨®rica del curso de ayudante top¨®grafo organizado por la OIT. Aichatu Ahmedar se asoma al visor del teodolito y marca la altura con destreza. Instantes despu¨¦s, se agacha para enterrar una marca y sujeta la mira estadim¨¦trica bien clavada en el suelo. No se le escapa ning¨²n detalle. A sus 23 a?os, es la alumna m¨¢s aventajada. Sue?a con empezar a trabajar cuanto antes, pero a¨²n le faltan cuatro meses de pr¨¢cticas para obtener su certificado de competencias y acceder al mercado laboral.
Lo intent¨® varias veces sin ¨¦xito. No ha sido f¨¢cil para una joven que pronto tuvo que dejar los estudios y ponerse a ayudar a su madre. ¡°Lo he intentado todo, pero no me sal¨ªa nada¡±, asegura. Y la vida segu¨ªa su camino. Casada hace unos meses y embarazada de su primer hijo, este curso es su primera gran oportunidad. ¡°La experiencia est¨¢ siendo muy intensa. Necesito crear mi propio hogar con mi marido¡±. ?l sigue en el paro.
De momento vive en una humilde casa con su madre, Rokhaya Mohamed, que de contenta apenas la deja hablar. ¡°Nunca lo dudamos. Una mujer puede hacer los mismos trabajos que un hombre, la ¨²nica diferencia es que nosotras podemos parir. Antes Aichatu se pasaba todo el d¨ªa en casa sin nada que hacer o paseando por la ciudad, ahora est¨¢ aprendiendo un oficio. El trabajo es duro, pero ella puede con eso y con m¨¢s¡±, concluye.
Hasta ahora, Mohamed Saw hab¨ªa hecho alg¨²n trabajito de mec¨¢nica aqu¨ª y all¨¢. Nada serio, todo precariedad. Cuando un amigo le habl¨® del curso de ayudantes top¨®grafos no se lo pens¨® dos veces y present¨® su candidatura. De 27 a?os y natural de Monguel, en el Gorgol, asiste cada d¨ªa a clase y se prepara para encontrar su primer empleo decente. Hoy es d¨ªa de cobro. Los 20 alumnos que asisten al curso, once chicas, nueve chicos, reciben, en este caso, una ayuda de 50 euros mensual que les permite centrarse en su formaci¨®n. El dinero lo reciben en una cuenta que se les ha abierto en una entidad de microfinanzas, para muchos su primer contacto con el sistema financiero. ¡°Es un oficio interesante, me est¨¢ gustando mucho. En cuanto tenga un m¨ªnimo de estabilidad me gustar¨ªa casarme con mi novia y empezar una vida diferente¡±, dice Saw.
Mi hija es valiente, respetuosa, educada, honesta y trabajadora. Y lo est¨¢ demostrando Hawa Gueye, madre de Aminatou
A su lado, Mukhtere Boubacar, de 33 a?os, asiente con la cabeza. Divorciada y con tres hijos, explica que al principio le pareci¨® complicado ¡°pero ahora me resulta m¨¢s f¨¢cil. Quiero demostrar que las mujeres podemos hacerlo igual que los hombres¡±. Para Maulima Mint Mohamed El Abd, casada y con dos hijos, la cosa est¨¢ clara. Antes era profesora de ¨¢rabe en Nuakchot, pero tuvo que volver a su casa en Aleg por razones familiares, donde su madre le ayuda con los peque?os. ¡°Necesito encontrar un trabajo digno de su nombre y ayudar a mi familia¡±.
La gran presencia de mujeres entre los candidatos a ayudante top¨®grafo o en los otros cursos que ya prepara la OIT en especialidades hasta ahora copadas por hombres, como obrero especializado, pe¨®n caminero, encofrador u obrero polivalente, apunta a un cambio incipiente en la sociedad mauritana que este organismo de Naciones Unidas quiere estimular. ¡°Los hombres j¨®venes que viven en las regiones se van a trabajar a Nuakchot y otros lugares, pero las mujeres se quedan en situaci¨®n de vulnerabilidad. En el actual contexto de crisis econ¨®mica, con los precios de las materias primas por los suelos, el Estado ha tenido que recortar en gasto social. Y las mujeres est¨¢n decididas a buscarse sus propios ingresos¡±, explica Mohamed Ould Tabu, secretario general de la Escuela de Trabajos P¨²blicos de Aleg.
A Jos¨¦ Antonio Sabadell, embajador de la UE en Mauritania, le gusta el proyecto Chantier ?cole. ¡°La UE est¨¢ trabajando con el Gobierno mauritano sobre la base de tres prioridades, la buena gobernanza, la seguridad alimentaria y la salud. Pero todos estos temas tienen al empleo como eje transversal, que es el mecanismo m¨¢s importante en la lucha contra la pobreza. Este proyecto de escuelas taller nos gusta especialmente porque incide en el empleo a trav¨¦s de la formaci¨®n. Hay cientos de miles de j¨®venes que no tienen trabajo, esto no es abstracto, no tenemos mucho tiempo¡±.
El tiempo del que habla Sabadell es un factor clave. Los 400 j¨®venes que van a pasar por el proyecto Chantier ?cole se forman en s¨®lo seis meses, mientras que en la FP necesitan al menos dos a?os. Yao Kouam¨¦, t¨¦cnico de la OIT en ?frica occidental, explica que esta iniciativa se enmarca en la estrategia HIMO (Alta Intensidad de Mano de Obra). ¡°Es un m¨¦todo que se usa en pa¨ªses en desarrollo de Asia y ?frica para optimizar la mano de obra y recursos locales. A m¨¢s empleo, menos pobreza. Mandela dijo que hay que trabajar con los hombres y eso pretendemos, aprovechar la fuerza de trabajo de las personas vulnerables en su propio beneficio. Una vez que se forman pueden acceder m¨¢s f¨¢cilmente al mercado laboral, el componente de formaci¨®n es esencial¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Desarrollo ?frica
- ADI
- IDH
- Mauritania
- Agenda Post-2015
- Objetivos Milenio
- Construcci¨®n carreteras
- Desarrollo humano
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Indicadores econ¨®micos
- PNUD
- Indicadores sociales
- Calidad vida
- Programas ONU
- Pobreza
- Geopol¨ªtica
- ?frica occidental
- Bienestar social
- Desarrollo sostenible
- ?frica
- ONU
- Pol¨ªtica social
- Organizaciones internacionales
- Pol¨ªtica
- Problemas sociales
- Planeta Futuro