Las violaciones de los derechos humanos en Gambia, al descubierto
El hashtag #JammehFact recoge las denuncias de abusos de las autoridades durante dos d¨¦cadas de gobierno con pu?o de hierro
Una violaci¨®n de los Derechos Humanos puede, incluso, llegar a pasar desapercibida en un mundo que se mueve r¨¢pido y en el que los focos y la atenci¨®n son tan numerosos como ef¨ªmeros. Pero cuando la monta?a de atropellos crece, resulta m¨¢s complicado apartar despreocupado la mirada. Eso es lo que han pensado los ciberactivistas gambianos y cientos de usuarios comprometidos de Twitter, que han dado apoyo a la iniciativa #JammehFact, un hashtag en el que se visualizan juntos todos los excesos represivos atribuidos al r¨¦gimen de Yahya Jammeh durante sus m¨¢s de dos d¨¦cadas de gobierno con pu?o de hierro. Los activistas han construido en la red social una especie de museo de los horrores del presidente del pa¨ªs de ?frica Occidental, lo suficientemente grande y evidente para que nadie pueda excusarse en que no conoc¨ªa la deriva del l¨ªder pol¨ªtico.
A finales de 2015, la activista senegambiana Aisha Dabo advert¨ªa que, a pesar del f¨¦rreo control que Jammeh ejerce sobre la poblaci¨®n y los medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs, a pesar del Gobierno del silencio y del miedo que ha ido imponiendo en los ¨²ltimos a?os, ¡°los gambianos ya no est¨¢n dispuestos a callarse¡±. El presidente lleg¨® al poder hace 22 a?os, despu¨¦s de un golpe de Estado y, precisamente ahora, vive sus horas m¨¢s bajas. En los ¨²ltimos meses, la contestaci¨®n social ha ido aumentando y termin¨® por estallar en una ola de manifestaciones a mediados de abril. En ese contexto, muchos han sido los que han le¨ªdo en el proceso de revuelta popular un signo de agotamiento del r¨¦gimen e, incluso, el principio de su fin. Los ciberactivistas han tratado de agilizar esa decadencia con diferentes iniciativas y campa?as, hashtags que pretend¨ªa aglutinar la frustraci¨®n y amplificar los argumentos de la protesta, como #GambiaRising o #JammehMustGo. Y, en medio de esta efervescencia digital, una ciberacci¨®n muy particular: la llamada a participar en el hashtag #JammehFact.
Follow the hashtag #JammehFact and get acquainted w/ long-running, horrific abuses committed by #Gambia's military dictator, Yahya #Jammeh.
— Jeffrey Smith (@Smith_JeffreyT) April 16, 2016
Precisamente un atropello de las autoridades fue la gota que colm¨® el vaso. El 16 de abril, una manifestaci¨®n reclamaba la liberaci¨®n de los detenidos en otra protesta dos d¨ªas antes y el esclarecimiento de la muerte de varios arrestados mientras estaban bajo custodia policial. Los manifestantes se encontraron, de nuevo, con otra vuelta de tuerca de la represi¨®n. El resultado fue medio centenar de detenidos, incluidos conocidos l¨ªderes de la oposici¨®n. ¡°La polic¨ªa golpe¨® a los manifestantes, lanz¨® gases lacrim¨®genos y dispar¨® fuego real. La polic¨ªa, el ej¨¦rcito y grupos paramilitares estaban desplegados por toda la ciudad. Incluso hacer fotos se convirti¨® en un crimen, algunos fueron detenidos y golpeados por eso¡±, explica Aisha Dabo. La red de ciberactivistas panafricana, Africtivistes, lanz¨® la campa?a #JammehFact ese mismo 16 de abril, para mostrar su apoyo a sus compa?eros gambianos.
Los participantes quer¨ªan llamar la atenci¨®n sobre este ¨²ltimo movimiento de protesta en Gambia, pero hacerlo apoy¨¢ndose en la historia, recordando que la represi¨®n no era una novedad. Los 22 a?os de Gobierno de Jammeh est¨¢n cuajados de denuncias de movimientos sociales, de organizaciones internacionales, de opositores y de ciudadanos de a pie. ¡°La gente tiene tendencia a olvidar los abusos en Gambia¡±, se queja Dabo, ¡°porque ha habido semejante cantidad y cada una m¨¢s descabellada que la anterior. Ha habido purgas de brujas o mujeres condenadas por haber so?ado con el presidente y haberlo explicado¡±.
Soutien sans faille au peuple Gambien#Waato_Siita #GambianYouthWuli #JammehMustGo #JammehFact pic.twitter.com/hGhdAChurZ
— Mouvement Y EN A MARRE (@Yenamarre_NTS) April 17, 2016
#JammehFact - En 2005, Yahya Jammeh assassine plus de 50 ressortissants ouest-africains pour les avoir reproch¨¦ de formater un coup d'¨¦tat.
— Cheikh Fall? ?? (@cypher007) April 16, 2016
¡°Por una vez el mundo se interesa por lo que pasa en este peque?o pa¨ªs durante un periodo de tiempo m¨¢s largo de lo habitual¡±, dice Dabo a medio camino entre el reproche y la satisfacci¨®n, ¡°y aprovechamos esta atenci¨®n para recordar los abusos. La Constituci¨®n contempla el derecho a la manifestaci¨®n pac¨ªfica, pero en Gambia, las autoridades no respetan la Constituci¨®n cuando no les conviene¡±. Pero los tuits no se limitan a la reivindicaci¨®n de estos derechos b¨¢sicos, sino que recuerdan algunos episodios del Gobierno de Jammeh que han ca¨ªdo en el olvido, al menos, en la comunidad internacional: recuerdan su llegada al poder; el tratamiento que recibe la oposici¨®n; las detenciones arbitrarias; las muertes de disidentes, misteriosas, unas veces, y violentas, en la mayor¨ªa de los casos.
Los protagonistas de esta iniciativa creen que se ha demostrado con #JammehFact la importancia de la presi¨®n internacional, una presi¨®n que parece que s¨®lo se activa cuando las voces se escuchan lo suficientemente alto y las redes sociales han servido de altavoz en este caso. Dabo se queja que algunas instituciones internacionales como la Cedeao o la Uni¨®n Africana, que parad¨®jicamente tiene una Comisi¨®n de Derechos Humanos con sede en Gambia y que el 16 de abril, precisamente, estaba reunida. Sin embargo, la movilizaci¨®n y la publicidad de estas protestas, las campa?as lanzadas en las redes sociales que han impedido que esta contestaci¨®n fuese, de nuevo, silenciada han hecho que pa¨ªses occidentales, instituciones internacionales y organizaciones de defensa de los derechos humanos hayan incrementado la presi¨®n. Los reg¨ªmenes, incluso algunos de los que aparecen como aislados e indolentes, tienen una fuerte dependencia de su prestigio internacional y, en este caso, el gambiano ha visto peligrar una reputaci¨®n ya bastante d¨¦bil.
Desde que comenz¨® la movilizaci¨®n en las redes, la represi¨®n ha sido m¨¢s d¨¦bil Aisha Dabo, activista
¡°Desde que comenz¨® la movilizaci¨®n en las redes, la represi¨®n ha sido m¨¢s d¨¦bil. La polic¨ªa y el ej¨¦rcito siguen desplegados, siguen las presiones a los opositores y a los militantes, pero tambi¨¦n la gente que se manifiesta y canta en cada nueva convocatoria. En muchas ocasiones, la polic¨ªa no act¨²a. Eso muy poco habitual, por no decir que no hab¨ªa ocurrido nunca. Creo que es evidente que saber que todos los ojos est¨¦n puestos en Gambia hace reflexionar a las autoridades¡±, explica la activista senegambiana. ¡°Si su ¡®prestigio internacional¡¯ no interesase a Jammeh, como intenta hacer creer, habr¨ªa continuado golpeando y deteniendo a los manifestantes¡±, advierte esta miembro de Africtivistes, que insiste en que s¨®lo intentan mostrar al mundo ¡°qu¨¦ supone ser un ciudadano gambiano, bajo la autoridad de Jammeh¡±.
A medida que se han ido sucediendo los actos de protesta, #JammehFact ha evolucionado. A la voluntad de ser un reflejo de los abusos hist¨®ricos, se ha a?adido una motivaci¨®n m¨¢s actual. Junto a las denuncias de a?os pasados aparecen en el hilo de tuits pruebas del comportamiento de las autoridades en esta ¨²ltima oleada de protestas. La explicaci¨®n ofrece Aisha Dabo sobre una menor contundencia de la represi¨®n no quiere decir que haya desaparecido completamente.
#jammehFact l¡¯ONU demande l¡¯ouverture d¡¯une enqu¨ºte apr¨¨s le d¨¦c¨¨s de trois opposants https://t.co/Xnv4LSLhF2 @jwormington, @FatouJagneS
— ARTICLE 19 S¨¦n¨¦gal (@article19wafric) April 18, 2016
Los impulsores de #JammehFact ven la campa?a como un complemento de la movilizaci¨®n que se est¨¢ viviendo en el pa¨ªs. ¡°Siempre ha sido peligroso criticar al Gobierno o quejarse en Gambia, pero los gambianos ya no tienen miedo y se expresan. Como se ve en las redes, son muchos, cada vez m¨¢s, los que lo hacen. La solidaridad que se muestra en las redes sociales aumentan la motivaci¨®n de los ciudadanos, les cohesionan. Esta vez la diferencia es que las acciones en las redes y en las calles continuar¨¢n. Las redes contribuir¨¢n al cambio. Los ciudadanos tienen el reflejo de documentar los abusos y comparten los v¨ªdeos en las redes, para demostrar que son muchos los que est¨¢n dispuestos a protestar¡±, sentencia esperanzada Dabo.
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