Garbage, m¨¢s de 20 a?os en la basura

Mediados de los 90: una joven Shirley Manson se encuentra en Londres para conocer a tres estadounidenses. Uno de ellos es Butch Vig, el productor del Nevermind de Nirvana, el disco que puso esa d¨¦cada del rev¨¦s. Junto a sus compa?eros, Duke Erikson y Steve Marker, busca a una cantante para el grupo que quieren poner en marcha. A Shirley la vieron en un videoclip de su grupo Angelfish y les gust¨® su actitud, pero cuando la escocesa llega a la cita casi se echa atr¨¢s: ¡°Lo primero que pens¨¦ fue ¡®esto es un gran error, deber¨ªa darme la vuelta y marcharme¡¯¡±. Por suerte, se contuvo. ¡°Ellos eran un poco mayores que yo, y ten¨ªa la idea de que iban a tener gustos m¨¢s conservadores, uno de esos prejuicios que tienes cuando eres joven. Pero me sent¨¦ con ellos, nos tomamos un t¨¦, y surgi¨® la chispa. Congeniamos al instante¡±. De esa artificial manera nac¨ªa Garbage, una banda dise?ada para triunfar entre la generaci¨®n que vio Smells Like Teen Spirit en la MTV, a?adiendo pop y programaciones a la angustia existencial del grunge. Por supuesto, cumpli¨® su prop¨®sito.

Han pasado algo m¨¢s veinte a?os desde el p¨¢rrafo anterior, pero Shirley Manson, de nuevo en Londres, conserva intacta su piel blanqu¨ªsima y sus enormes ojos verdes, que le siguen otorgando un aura de replicante punk andr¨®gina. El tiempo tampoco le ha hecho perder una vitalidad desbordante: poco antes de empezar nuestra charla, un periodista sueco le ha hecho llorar al ense?arle im¨¢genes del pasado de su banda. Todav¨ªa no se han secado sus lacrimales cuando suelta una carcajada que resuena en toda la habitaci¨®n. La mujer que cantaba Only happy when it rains confiesa echar de menos la lluvia brit¨¢nica que escasea tanto en Los Angeles, la ciudad en la que vive desde hace a?os. Su banda lleva ya m¨¢s de dos d¨¦cadas lo que, confiesa, nunca pens¨® que podr¨ªan alcanzar en activo. ¡°Siempre pens¨¦ que no ¨ªbamos a durar¡±, explica echando la vista atr¨¢s, ¡°me he pasado toda nuestra carrera preocup¨¢ndome de no sobrevivir¡±.

Hay que ponerse en su lugar: pasar de la peque?a escena escocesa a ser la cara visible de una banda de relevancia mundial deb¨ªa ser algo dif¨ªcil de digerir. ¡°No pod¨ªa procesar que eso me estuviese pasando a m¨ª, a nosotros¡±, confiesa. ¡°Tengo amigos que con el tiempo me han ense?ado postales que escrib¨ª, cosas del tipo ¡®me muero por volver a casa, esto no va a llegar nunca a nada¡¯. Siempre tuve esa visi¨®n pesimista¡±. En esa postura tambi¨¦n influy¨® una falta de confianza en s¨ª misma que le persigui¨® durante a?os: ¡°Siempre pensaba que no era lo suficientemente buena, que no ten¨ªa talento suficiente¡­ Era infeliz, e incre¨ªblemente inmadura¡±.

La desubicaci¨®n y los problemas de autoestima, no obstante, no impidieron que Manson se convirtiese en una de las frontwoman m¨¢s volc¨¢nicas de los 90 y los 2000. Tampoco consiguieron que su car¨¢cter combativo se aplacase, y no desaprovecha ocasi¨®n para exponer alto y claro su opini¨®n sobre temas que trascienden lo musical. ¡°La palabra ¡®feminismo¡¯ ha sido confiscada deliberadamente, distorsionada¡±, explica mientras su nivel de indignaci¨®n crece. ¡°Para m¨ª, una feminista declarada, escuchar a mujeres j¨®venes renegar de ¨¦l me hace sentirme responsable: es mi generaci¨®n la que ha fallado en educar a las mujeres j¨®venes. Es nuestra responsabilidad, no la suya. Y ahora tenemos que dar una buena palmada y decir ¡®despertad¡¯¡±. Tampoco le importa cabrear a algunos fans, como cuando defendi¨® en Facebook el cambio de sexo de Caitlyn Jenner. ¡°En temas de g¨¦nero siempre he sentido una conexi¨®n muy importante. Que se discrimine a alguien por su sexualidad est¨¢ fuera de mi capacidad de comprensi¨®n. Me importa una mierda lo que piense la gente. Si no vas a escuchar a mi grupo porque piensas que no hay que tratar a la gente por igual, que te jodan, no quiero que seas mi fan¡±.

Pese a que su tono de voz se eleva gradualmente cuando toca esos temas, la Shirley Manson de ahora es capaz de combinar su apasionamiento constante con una postura m¨¢s reflexiva. ¡°He pasado toda mi vida como si no me hubiesen puesto en marcha de la manera adecuada, como si hubiese estado funcionando a mitad de capacidad. De repente, pasados los 40, es como si por fin me hubiesen dado al bot¨®n de encendido y empec¨¦ a notar cosas que siempre hab¨ªa pasado por alto¡±. Para ello tambi¨¦n fue fundamental el par¨®n de Garbage en 2005, cuando la banda se dio un descanso que dur¨® cinco a?os. ¡°Tuvimos que empezar de nuevo, y me sent¨ªa demasiado vieja, cre¨ªa que nadie se iba a interesar por nosotros¡­ Pero mir¨¦ a mi alrededor, vi a artistas que les iba muy bien y pens¨¦ ¡®bueno, si ese grupo puede tener una carrera, yo tambi¨¦n puedo. Yo soy mejor que eso¡¯¡±. Esa pausa le sirvi¨®, adem¨¢s, para empezar de cero con otro campo: la actuaci¨®n. Su imagen convenci¨® a los productores de la serie Terminator: The Sarah Connor Chronicles para darle el papel de una cyborg. ¡°Ser un principiante de nuevo es bueno para tu ego. El director no sab¨ªa ni quien era yo, me trataba fatal¡­ Pero volver a tener miedo a veces es bueno. Te da una buena bofetada¡±.

Durante todo 2015, Garbage vivi¨® en un extra?o estado entre la nostalgia y el presente. ?El motivo? La reedici¨®n especial de Garbage, su primer disco, les llev¨® tanto tiempo que tuvieron que retrasar la salida de su nuevo disco,?Strange Little Birds, hasta este 2016. ¡°Fue un grano en el culo, pero tambi¨¦n una tarea de amor¡±. Adem¨¢s, sent¨® un precedente peligroso: en 2018 se cumple otro vig¨¦simo aniversario, esta vez de Version 2.0. ¡°Es gracioso, porque hace poco le dije a los chicos ¡®lo siento, porque pronto vais a tener que repetir lo mismo¡¯. Veremos si tenemos suficiente est¨®mago, pero me gustar¨ªa: es mi disco favorito de Garbage. As¨ª que igual nos volvemos a ver aqu¨ª en unos a?os¡±. Casi no ha acabado la frase y sus carcajadas vuelven a llenar la habitaci¨®n.

Garbage publican nuevo disco Strange Little Birds el pr¨®ximo 10 de junio.