?Qu¨¦ hacen unos ni?os hablando con Rajoy de 'tarjetas black'?
Mariano Rajoy acudi¨® ayer a '26J: Quiero gobernar', el programa en el que unos menores hablan con los candidatos, y las cr¨ªticas no se han hecho esperar. ?Desde cu¨¢ndo a los ni?os les importan los impuestos?
"El precio de los chuches no va a subir". Risas enlatadas y aparente felicidad de un grupo de ni?os de diferentes edades. Mariano Rajoy, el hombre que evitaba los debates, le ha pillado el gustito a la televisi¨®n -o han hecho que se lo pille- y no ha podido resistirse a dejarse caer por 26J Quiero gobernar, ese extra?o formato en el que los candidatos a la presidencia se someten a las preguntas de varios menores. Bajo la atenta mirada de los ni?os, el presidente en funciones ha repetido los mismos mantras que lleva a?os intentando transmitir a la opini¨®n p¨²blica. Que el PP ha hecho cosas bien y cosas mal, que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es honrada y que la educaci¨®n es esencial, sobre todo, en cuanto a los idiomas y la tecnolog¨ªa. Todo un logro para alguien que ha llegado a ser la primera figura del pa¨ªs sin tener ni idea de ingl¨¦s. Pero vosotros, ni?os, estudiad.
"?Piensas subir los impuestos?", le pregunta a Rajoy una ni?a de siete a?os. "Con el PSOE no te llevas bien", le apunta otro.
El experimento electoral conducido por Ana Rosa Quintana no ha conseguido el ¨¦xito que, de entrada, se esperaba. Audiencias muy modestas para su franja y un recibimiento por parte del p¨²blico y la cr¨ªtica un tanto cuestionable. Y, la verdad, no es para menos. Tirar de programas con ni?os que hacen preguntas como si fuese una novedad, cuando es algo que llevamos d¨¦cadas observando, no es el mejor punto de partida. Conseguir que estos ni?os acaben pareciendo se?ores resabiados desencantados con la vida tampoco ayuda demasiado. "?Piensas subir los impuestos?", le pregunta a Rajoy una ni?a de siete a?os. "Con el PSOE no te llevas bien", le apunta otro. ?De verdad estos ni?os improvisan las preguntas? ?Es l¨®gico que hablen con soltura de tarjetas black y corrupci¨®n? Tal vez alguien deber¨ªa tomar cartas en el asunto.
Abusar de los programas para adultos con ni?os preguntando cosas de adultos dice muy poco de la campa?a electoral que estamos llevando a cabo. Tras muchos meses de incertidumbre, pactos frustrados y miradas esquivas al resultado de las urnas, los pol¨ªticos se han entregado al divertimento. ?Para qu¨¦ van a visitar a Ana Pastor en El Objetivo cuando pueden pasar, c¨®modamente, un par de d¨ªas con Susana Griso sin ni siquiera variar su agenda? El esfuerzo parece que ya qued¨® en las primeras elecciones. Ahora nos toca limpiar su imagen. ?Y qu¨¦ hacemos? Pues fichamos a un grupo de ni?os m¨¢s informados que la media de los ciudadanos -un reflejo de las opiniones y pensamientos de sus padres- y les sentamos con el pol¨ªtico de turno para que se eche unas risas. Total, tan solo han malgastado cuatro meses de sueldo p¨²blico. ?Qu¨¦ es eso al lado de unos buenos datos de share?
Parece que ni la televisi¨®n, ni los pol¨ªticos, han entendido el nivel de hartazgo de la ciudadan¨ªa. No, desde luego, si tenemos en cuenta que en la misma semana hemos podido ver hasta cuatro programas en prime time protagonizados por Pablo Iglesias. Vivimos con miedo a que terminen cocinado en las instalaciones de MasterChef, o visitando a Mila Xim¨¦nez en Supervivientes. Lo que sea por un voto. Y, claro, esa sensaci¨®n no hay ni?o ingenioso que la mitigue. ?Es necesario que una versi¨®n mini de cada candidato aparezca en plat¨® para soltar cuatro preguntas bien memorizadas? Un ni?o disfrazado de Rajoy es mucho m¨¢s de lo que hubi¨¦semos imaginado nunca. Y no tenemos claro si es bueno o muy malo.
Solo nos queda cruzar los dedos y pedir al destino que los esca?os sumen mejor despu¨¦s del 26 de junio. A este ritmo, como lleguemos a unas terceras elecciones, no quedar¨¢n formatos en los que meter a un pol¨ªtico. Que se prepare el Deluxe y el pol¨ªgrafo de Conchita. Son nuestra ¨²ltima esperanza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.