Atentado contra el arte
Lo que he visto muchas veces en el pasado y de nuevo hace unos d¨ªas me impresion¨® tanto que siento la necesidad de compartirlo con ustedes. Hablo de las visitas de las ¡°personalidades¡± a las exposiciones de los museos, seguidos en todo momento por su s¨¦quito de fot¨®grafos con sus correspondientes flashes. Menudo bombardeo les cay¨® a las pobres obras de El Bosco y dem¨¢s artistas. Con tal cantidad de luz hubieran podido permitirse ahorrar energ¨ªa apagando la iluminaci¨®n del museo. Como historiadora del arte, hago un llamamiento a la cordura. No en vano est¨¢ prohibido utilizar el flash al hacer una foto en la mayor¨ªa de museos. Cada flash es una peque?a pu?alada al arte y, por ende, a la historia. Pero ?qu¨¦ hacer? El sentimiento de impotencia es m¨¢ximo. Y si continuamos as¨ª, quiz¨¢ dentro de unos a?os el c¨¦sped del Jard¨ªn de las delicias sea amarillo en lugar de verde. Y as¨ª con todo.¡ª Alicia Zamora Segarra. Castell¨®n.
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