Cinco alimentos que eran malos para usted¡ pero que ahora no lo son
Algunos productos pasan por el ciclo de ser los malos de la nutrici¨®n a ser recomendados por los expertos
Las directrices y las recomendaciones nutricionales cambian constantemente a la luz de las nuevas investigaciones, como se pudo observar ayer con la recomendaci¨®n de la OMS sobre el caf¨¦ y el mate. Puede ser dif¨ªcil estar al d¨ªa de qu¨¦ alimentos son saludables y cu¨¢les no. Aqu¨ª vamos a examinar cinco casos que han pasado por el ciclo de ser los malos de la ciencia de la nutrici¨®n, pero que ahora, sobre la base de conocimientos en parte antiguos y en parte nuevos, vuelven a ser buenos para comer.
Los huevos
Durante mucho tiempo se pens¨® que los huevos eran malos para el coraz¨®n. Un huevo grande contiene sus buenos 185 mg de colesterol. Se cre¨ªa que el colesterol procedente de la dieta contribu¨ªa al alto nivel de colesterol en la sangre. Sin embargo, a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os, la investigaci¨®n m¨¦dica y nutricional ha mostrado reiteradamente que, cuando el consumo es normal, su influencia es muy limitada.
Aunque han tardado bastante, actualmente los expertos en nutrici¨®n est¨¢n rectificando los datos en lo que respecta a los huevos y otros alimentos con colesterol (tales como el h¨ªgado de pollo y los mariscos) y los est¨¢n eliminado de las directrices diet¨¦ticas como productos preocupantes. Los huevos son una excelente fuente de prote¨ªnas, grasas saludables y diferentes vitaminas y minerales.
Las grasas para untar
La historia de las grasas para untar, como la margarina y la mantequilla, probablemente sea una de las m¨¢s confusas de la nutrici¨®n. El origen de la margarina, hecha a partir de grasa vegetal, se remonta a mediados del siglo XIX. A partir de entonces ha sustituido a la mantequilla como la grasa para untar preferida en la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados. El cambio fue propiciado por su precio m¨¢s barato en comparaci¨®n con el de la mantequilla, as¨ª como por las recomendaciones de los profesionales de la salud de que hab¨ªa que comer menos grasas saturadas para prevenir las enfermedades coronarias.
El contenido y el tipo de grasas son importantes a la hora de elegir los productos, ya que algunos tienen una cantidad elevada por raci¨®n, que, adem¨¢s, suele ser en gran medida saturada
Si bien el abandono de las grasas saturadas empez¨® a dar como resultado una reducci¨®n de la incidencia de las enfermedades coronarias en la poblaci¨®n, los investigadores tambi¨¦n identificaron una conexi¨®n independiente entre ingesta de grasas trans (las que resultan cuando se hidrogena parcialmente la grasa para hacer margarina) y esta clase de afecciones. Puesto que esta conexi¨®n ha quedado confirmada por m¨²ltiples estudios, las agencias reguladoras de todo el mundo han intentado eliminar las grasas trans de la dieta.
El sector de la alimentaci¨®n reaccion¨® r¨¢pidamente, y ya lleva a?os produciendo margarina libre de grasas hidrogenadas. Sin embargo, entre los consumidores sigue sin estar claro si es seguro consumir productos para untar a base de grasa vegetal. La respuesta sencilla es ¡°s¨ª¡±, siempre que en la etiqueta no aparezca ¡°aceite vegetal parcialmente hidrogenado¡± como uno de los ingredientes.
Las actuales grasas vegetales para untar a base de aceite son una forma de sustituir la grasa alimentaria saturada al tiempo que se incrementa la poliinsaturada, un cambio diet¨¦tico que varios estudios comparativos sobre poblaciones extensas han demostrado que reduce las enfermedades coronarias.
Las patatas
Las patatas son uno de los pocos vegetales que no se considera saludable. Debido a su elevado ¨ªndice gluc¨¦mico, se las suele agrupar con los productos elaborados a partir de carbohidratos refinados como alimentos a evitar. Pero las patatas son una valiosa fuente de hidratos de carbono, vitamina C, algunas vitaminas del grupo B y oligoelementos.
La forma de prepararlas tambi¨¦n cambia los aspectos de esos almidones con tan mala reputaci¨®n. Cocinarlas y dejarlas enfriar aumenta la cantidad de almid¨®n resistente en las patatas que luego act¨²a como una fibra diet¨¦tica que ¡°resiste¡± a la digesti¨®n en el intestino, lo cual puede tener consecuencias beneficiosas para la flora intestinal.
Los l¨¢cteos
Los productos l¨¢cteos ¨Cque incluyen la leche, la mantequilla, el yogur y el queso¨C se consideraban un alimento de primera necesidad en la dieta de mucha gente, pero los h¨¢bitos de consumo han cambiado, en parte debido a que los mensajes relativos a la salud son dif¨ªciles de interpretar.
Entre sus aspectos positivos est¨¢ el elevado contenido en prote¨ªnas y calcio. El contenido y el tipo de grasas son importantes a la hora de elegir los productos, ya que algunos tienen una cantidad elevada por raci¨®n, que, adem¨¢s, suele ser en gran medida saturada.
Aunque es mejor evitar una dieta rica en grasas saturadas (un factor de riesgo de sufrir enfermedades coronarias), el consumo regular de productos l¨¢cteos no tiene que ser motivo de preocupaci¨®n si la ingesta global de grasas y calor¨ªas es sana. Dado que numerosos estudios se?alan tanto los aspectos saludables como nocivos de los l¨¢cteos, es dif¨ªcil recomendar un consumo o unos tipos espec¨ªficos para mejorar la salud. La actualizaci¨®n reciente de la Tabla de Alimentaci¨®n Saludable de Reino Unido sigue recomendando los l¨¢cteos como parte de una dieta adecuada siempre que se opte por productos con poco grasa.
Los frutos secos crudos y las mantequillas de frutos secos
Los frutos secos tambi¨¦n tienen mala reputaci¨®n debido a la grasa y las calor¨ªas que contienen, lo cual hace que a veces se recomiende evitar su consumo a todo el que est¨¦ intentado perder peso. Pero numerosas pruebas indican que los frutos secos crudos son fundamentales en una dieta sana, as¨ª como para mantener un peso adecuado. Un estudio reciente publicado en el British Journal of Nutrition ha demostrado que consumir frutos secos crudos reduce la muerte por cualquier causa, las enfermedades cardiovasculares, las coronarias y la muerte s¨²bita card¨ªaca.
Aunque se sigue investigando para determinar qu¨¦ componentes de los frutos secos propician estos efectos favorables para la salud, ya conocemos sus ventajas nutritivas. Los frutos secos crudos contienen prote¨ªnas, grasas saludables (son bajos en grasas saturadas y altos en monoinsaturadas y poliinsaturadas), fibra y micronutrientes.
Las mantequillas de frutos secos, como la de cacahuete, tambi¨¦n pueden formar parte de una dieta sana. La mantequilla de cacahuete tiene grasas con un perfil saludable, y adem¨¢s es una excelente fuente de prote¨ªnas, fibra, vitamina B6 y magnesio. Algunas pruebas recientes han demostrado una mayor p¨¦rdida de peso en las personas que han sustituido otras prote¨ªnas menos saludables, como las carnes procesadas, por la mantequilla de cacahuete.
El consumo de frutos secos y de las mantequillas hechas con ellos puede ser parte de una buena dieta, pero hay que tener cuidado con las calor¨ªas.
Cuando se trata de la comida y la salud, recuerde: en una dieta sana caben todos los alimentos. No caiga en la trampa de creer en los ¡°superalimentos¡± o en los ¡°alimentos malvados¡±. El consumo fan¨¢tico de un ¡°superalimento¡± en concreto puede ser peor que el de uno tachado de ¡°malvado¡±.
Scott Harding es profesor visitante en Ciencias de la Nutrici¨®n en el King¡¯s College de Londres.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n. Scott Harding ha sido asesor del Consejo de Productos L¨¢cteos de Reino Unido, de McPharma Nutraceuticals, Seven Seas, Apotex y Third Bridge. Tambi¨¦n ha participado como investigador en un proyecto de investigaci¨®n financiado por la Junta de la Almendra de California.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web The Conversation
Traducci¨®n de NewsClips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.