Elecci¨®n
Decidir lo que se va a estudiar en los pr¨®ximos cuatro a?os es una de las elecciones m¨¢s trascendentes, por mucho que nadie parezca prestarle atenci¨®n
Hoy es martes, pero en estos d¨ªas muchos espa?oles se enfrentan a una elecci¨®n trascendental. Son los espa?oles que m¨¢s cuentan, aquellos que a¨²n no se mueven por rencores ni prejuicios adquiridos, sino que cuando levantan la cabeza lo ¨²nico que ven es el futuro. Son los que saben que nadie va a venir a solucionarles la vida, sino que aspiran a sumergirse en un reto personal e intransferible y lo hacen con enorme convicci¨®n. Est¨¢n a punto de dar un paso trascendental, despu¨¦s del lujo de la irresponsabilidad. Su elecci¨®n es callada, en muchos casos sin publicidad ni c¨¢maras, sin campa?a, sin demasiada informaci¨®n, sin que sean v¨¢lidos los consejos de los que antes pasaron por ello, porque la experiencia es un valor, pero nunca dos vidas fueron id¨¦nticas. Muchos j¨®venes espa?oles, despu¨¦s de pasar el examen de Selectividad, que ser¨¢ sustituido por ex¨¢menes similares con otro nombre tan feo, afrontan en estos d¨ªas el proceso de matriculaci¨®n en sus universidades.
La elecci¨®n de lo que van a estudiar en los pr¨®ximos cuatro a?os, de d¨®nde van a colgar su esfuerzo, de c¨®mo van a transformar su vocaci¨®n y su pasi¨®n en una profesi¨®n, es una de las elecciones m¨¢s trascendentes, por mucho que nadie parezca prestarle atenci¨®n. El futuro de nuestro pa¨ªs depende de ello, porque del acierto al escoger y del funcionamiento universitario pende nuestro destino. Hay muchos j¨®venes a los que su entorno intenta inclinar hacia carreras cargadas de promesa de empleo, de futura estabilidad, de rentables ingresos. Ojal¨¢ que su perspicacia les ayude a entender que lo m¨¢s rentable de una vida profesional es entregarla a aquello que te apasiona. Supongo que a estas alturas ya han catado el sabor de la estafa, la amarga conciencia de que no todo lo que te cuentan es verdad, la insistencia de ejemplos muy relevantes por convencerlos de que el oportunismo, la trampa y el arribismo siempre se salen con la suya.
A¨²n no saben que toda carrera te decepciona. No puede ser de otra manera si guardas enormes aspiraciones. Pero a lo mejor encuentran una asignatura, un profesor, un compa?ero, un cruce de senderos, una intuici¨®n que les gu¨ªe hasta ese sitio en el que imaginan la vida plena de adultos. El panorama es desolador. Nunca ha estado tan desprestigiado estudiar ni tan prestigiado ser imb¨¦cil. Nunca la propaganda comercial ha puesto tanto empe?o en disfrazar el vac¨ªo de plenitud. Nunca estuvo tan abandonado el valor educativo sin un gramo de culpa. Por eso lo tienen m¨¢s dif¨ªcil que nadie. Y estos d¨ªas su elecci¨®n y su tino dibujar¨¢ nuestro futuro.
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