El hombre que ayud¨® a respirar a tres millones de ni?os
El investigador sueco Tore Curstedt descubri¨® un f¨¢rmaco para salvar a los beb¨¦s prematuros que sufr¨ªan el S¨ªndrome de Dificultad Respiratoria
Han pasado m¨¢s de 30 a?os, pero Tore Curstedt (1946,?Pite?, Suecia) se acuerda con detalle de c¨®mo salv¨® por primera vez a una beb¨¦ que sufr¨ªa el S¨ªndrome de Dificultad Respiratoria Neonatal (RDS, por sus siglas en ingl¨¦s). "Nos?llamaron del departamento de Neonatolog¨ªa del hospital de Estocolmo. Lo hab¨ªan intentado todo, pero no funcionaba. Cre¨ªan que se iba a morir en un par de horas. Se hab¨ªa puesto azul porque se estaba ahogando. No ten¨ªamos mucho tiempo para pensar, as¨ª que le administramos el compuesto surfactante que hab¨ªamos preparado". Era la primera vez que lo utilizaban en humanos, hasta entonces, en su laboratorio del Instituto Karolinska de Estocolmo solo lo hab¨ªan probado con conejos. Esa ni?a sueca prematura, de la que no recuerda el nombre, fue la primera en probar un f¨¢rmaco que en el futuro lograr¨ªa salvar a tres millones de beb¨¦s en todo el mundo. "Le dimos dos mililitros y en cinco minutos pas¨® de estar azul a rosa. A la hora ya pudimos bajarle el suministro de ox¨ªgeno del 85% al 21%. Fue un ¨¦xito para nosotros".?
El compuesto de Curstedt lograba que los alv¨¦olos se mantuvieran abiertos y no se colapsaran
El compuesto de Curstedt lograba que los alv¨¦olos, los diminutos y delicados sacos de los pulmones donde se produce el intercambio de ox¨ªgeno, se mantuvieran abiertos y no se colapsaran.?Si estos diminutos sacos no se abren con facilidad, los pulmones no pueden llenarse de aire y no pueden hacer llegar el ox¨ªgeno necesario al torrente sangu¨ªneo. Ah¨ª es cuando se produce el S¨ªndrome de Dificultad Respiratoria. Un trastorno que se da principalmente en los beb¨¦s prematuros y que, a finales de 1960, fue la causa de muerte de nueve de cada 10 neonatos.
Hasta el descubrimiento de Curstedt y de su compa?ero Bengt Robertson, el RDS era una de las principales causas de mortalidad infantil. Ahora, los n¨²meros se han revertido gracias a la amplia difusi¨®n de los tratamientos. En 2015, la tasa de mortalidad por este s¨ªndrome era solo de un 5% en los pa¨ªses desarrollados.
Pero cuando se produjo la primera curaci¨®n a¨²n era 1983 y todav¨ªa faltaban seis a?os para que el Curosurf ¡ªnombre que le pusieron al compuesto combinando los nombres de Curstedt, Robertson y surfactante¡ª fuera introducido como tratamiento. En ese tiempo, los ensayos cl¨ªnicos se suced¨ªan uno tras otros, con buenos resultados. "Hac¨ªamos ensayos con 150 beb¨¦s muy enfermos y otros 150 de control. El tratamiento funcionaba tan bien que, tras finalizar los ensayos, trat¨¢bamos a todos los beb¨¦s, porque no era ¨¦tico dejar a la mitad sin curaci¨®n", explica Curstedt que ha sido finalista al premio de Inventor Europeo 2016, otorgado por la?Oficina Europea de Patentes (EPO, en sus siglas en ingl¨¦s).
Hasta el descubrimiento de Curstedt, el RDS era una de las principales causas de mortalidad infantil
Pronto, la fama del ¨¦xito de este f¨¢rmaco sali¨® de Suecia y el equipo de Curstedt empez¨® a recibir muchas peticiones de neonat¨®logos europeos que estaban muy interesados en su compuesto. En ese momento, el investigador se dio cuenta de que era imposible producir gran cantidad del f¨¢rmaco en un laboratorio de un hospital. Este compuesto surfactante sal¨ªa de los pulmones de los cerdos, pero en muy peque?as cantidades. Un pulm¨®n del animal solo serv¨ªa para curar a dos neonatos. "No pod¨ªamos tener 100 kilogramos de pulmones de cerdo en el hospital solo para sacar un par de gramos. Necesit¨¢bamos a una empresa que nos ayudara".
En 1987, encuentran el apoyo de la farmac¨¦utica italiana Chiesi que les empieza a ayudar con la producci¨®n. Pero los n¨²meros segu¨ªan siendo muy bajos: 3.000 beb¨¦s en los primeros cinco a?os. Todos en Estocolmo. "Era incre¨ªble ayudar a esos beb¨¦s a salvarse, pero ah¨ª me di cuenta de que pod¨ªamos ayudar a muchos m¨¢s y el n¨²mero de cerdos era insuficiente para la cantidad de surfactante que necesit¨¢bamos".
El compuesto comienza a ser sint¨¦tico
La decisi¨®n del investigador fue comenzar a desarrollar el compuesto de forma sint¨¦tica, para que fuera m¨¢s barato, se produjera m¨¢s r¨¢pido y en m¨¢s cantidad. As¨ª, Curstedt retoma su investigaci¨®n de los fosfol¨ªpidos, la misma que le llev¨® a descubrir la curaci¨®n del RDS 10 a?os antes, y desarrolla el mismo f¨¢rmaco, pero de manera sint¨¦tica.
Pasaron m¨¢s de 10 a?os desde el descubrimiento del f¨¢rmaco hasta la difusi¨®n real del tratamiento
As¨ª, en 1992 ya comienza a salir de Suecia. Primero llega a Reino Unido, a Alemania y a la Rep¨²blica Checa. Despu¨¦s, comienzan los ensayos con tres beb¨¦s en Estados Unidos y, por ¨²ltimo, en el resto de Europa. Pasaron m¨¢s de 10 a?os desde el descubrimiento del f¨¢rmaco hasta la difusi¨®n real del tratamiento. "Cost¨® mucho tiempo... quiz¨¢s demasiado. Adem¨¢s, su expansi¨®n no hubiera sido posible sin una empresa que apostara por nosotros. Quiz¨¢s hubi¨¦ramos podido producir el f¨¢rmaco para curar a 2.000 o 3.000 beb¨¦s suecos, pero nunca millones", sostiene el investigador.
La investigaci¨®n sobre el surfactante se sigue desarrollando en la actualidad. Hay congresos y encuentros de investigadores para seguir purificando y perfeccionando el f¨¢rmaco. Curstedt hace ya tres a?os que no acude a ninguno. "Uno tiene que saber cuando retirarse", dice con 70 a?os. S¨ª recuerda que en una de sus ¨²ltimas apariciones en un congreso en Belfast, un chico joven, de 20 a?os se le acerc¨®. Era uno de esos primeros beb¨¦s que fue tratado cuando el f¨¢rmaco lleg¨® a otras partes de Europa. "Solo me dijo: 'Gracias por conseguir que viviera'. Fue suficiente".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Investigaci¨®n m¨¦dica
- Inventos
- Beb¨¦s
- Ni?os prematuros
- S¨ªndrome respiratorio agudo severo
- Sistema respiratorio
- Parto
- Enfermedades respiratorias
- Investigaci¨®n cient¨ªfica
- Reproducci¨®n
- Anatom¨ªa
- Enfermedades
- Ciencia
- Crianza hijos
- Madres
- Padres
- Hijos
- Pedagog¨ªa
- Parentesco
- Familia
- Infancia
- Educaci¨®n
- Sociedad
- Medicina
- Salud
- Actualidad
- Planeta Futuro
- Mamas & Papas