La manada peligrosa fue la de hombres

El escritor mozambique?o Mia Couto asegura que la bala de un cazador mata en dos direcciones, al que dispara y a la v¨ªctima, pero los sanfermines de estos d¨ªas han vuelto a matar no en dos, sino en tres direcciones: a los toros, a los corredores y a una mujer que pasaba por all¨ª. El asesinato y violaci¨®n de la joven Nagore Lafagge se convirti¨® en 2008 en acicate para una campa?a contra las agresiones sexistas alentada con determinaci¨®n por colectivos feministas y el propio Ayuntamiento de Pamplona.

Las c¨¢maras vigilan las calles y un punto de informaci¨®n intenta concienciar a la gente sobre el respeto al cuerpo ajeno que supon¨ªamos aprendido de casa. Pero estos d¨ªas, la violaci¨®n de una mujer ha vuelto a arrojar otra sombra sobre una cita que a menudo vive escenas de ins¨®lita impunidad para las agresiones sexuales. El juez envi¨® ayer a prisi¨®n a cinco hombres, uno de ellos guardia civil, por supuesta violaci¨®n de una madrile?a de 19 a?os.

La tolerancia cero contra el acoso y la agresi¨®n sexual debe ser la ¨²nica respuesta en todos los ¨¢mbitos en nuestra sociedad, tambi¨¦n en el de la desinhibici¨®n propia de una fiesta donde la diversi¨®n est¨¢ en la masa y en la calle. ¡°No es no¡±, como dice el lema de la campa?a del Ayuntamiento contra las agresiones. Y ¡°s¨ª¡± en determinadas circunstancias deber¨ªa serlo tambi¨¦n.

Las redes se han llenado en los ¨²ltimos a?os de im¨¢genes de chicas que por voluntad propia o ajena cabalgan sin camiseta a hombros de alg¨²n chico rodeadas por hombres que les tocan el pecho. Se han visto camisas y sujetadores rotos, pantalones bajados y una diversi¨®n basada en el cuerpo vejado. Y ning¨²n estado de ebriedad puede anular el respeto debido y suplir el permiso necesario en toda relaci¨®n f¨ªsica.

El viernes, la manada de toros se rompi¨® y dej¨® diez heridos en las ambulancias, pero eso es parte del juego. La manada de toros seguramente hizo lo que pudo. La manada de cinco hombres que acorral¨® a una mujer en un portal oscuro y presuntamente la viol¨® hizo lo que nunca debi¨®. Un delito. El riesgo de cornada est¨¢ asumido en San Ferm¨ªn, pero nunca debiera asumirse el riesgo de violaci¨®n. La respuesta de la sociedad pamplonesa fue contundente al manifestarse el viernes masivamente contra las agresiones sexuales en una fiesta para muchos sana y divertida. Eso es digno de alabar y es el camino.

Hay quien espera algo m¨¢s de los hombres que de los toros, pero algunos ejemplares nos demuestran que la animalidad ser¨ªa un piropo para los sujetos incontenidos, guardia civil incluido, que trasladan la fiesta al cuerpo ajeno sin preguntar. Porque esa batalla de hombres y mujeres que se libra en portales oscuros de la Pamplona m¨¢s entretenida tampoco es entre iguales.