Educaci¨®n para vencer al miedo
PorIrene Ortega Guerrero,miembro del Grupo de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa Global de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo.
"Europa se mira el ombligo". Foto: El Pa¨ªs/EFE.
La Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa Global como estrategia para prevenir y frenar la xenofobia, promover una cultura de la hospitalidad y afrontar los retos de la movilidad humana global.
¡°Cualquier persona que tenga un sue?o, cualquier sue?o que venga a la mente, se puede realizar en el futuro si esa persona tiene la oportunidad de recibir una educaci¨®n¡±. Quien as¨ª habla es Shahed Habbad; tiene 10 a?os y es refugiada siria en L¨ªbano. Juan tiene 9 a?os y es de Madrid, para ¨¦l ¡°lo que intentan las personas que hacen la guerra es que (los ni?os y ni?as) no tengan derechos¡±. Ambos, Shahed y Juan, forman parte de un proyecto educativo que une rincones del mundo y enlaza las vidas y sue?os de estos peque?os.
Los ingredientes esenciales de este tipo de proyectos vienen de la mano de la comprensi¨®n, el an¨¢lisis, el compromiso y la articulaci¨®n. Una suerte de receta sencilla pero con propiedades esenciales para el mundo complejo en el que vivimos. Se conoce como ¡°Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa Global¡± y su objetivo es formar personas que comprendan que hoy, m¨¢s que nunca, la teor¨ªa del batir de alas de mariposa nos afecta directamente, y que nuestras vidas est¨¢n irremediablemente unidas por hilos invisibles que precisan ser identificados. Solo siendo conscientes de ese batir de alas, analizando su funcionamiento, podemos llegar a comprender, a tirar de un lado y de otro de manera colectiva hasta conseguir que los hilos comiencen a aflojarse.
Se trata, en definitiva, de ofrecer herramientas que permitan analizar cr¨ªticamente c¨®mo se han tejido las interdependencias desiguales e injustas que rigen los ¨¢mbitos pol¨ªtico, econ¨®mico, social o cultural en el mundo. Un an¨¢lisis que, inevitablemente lleva a conciencia ciudadana y, de ella, al compromiso personal y pol¨ªtico por la justicia. Y es de ah¨ª de donde surgen las redes ciudadanas supranacionales que presionan p¨²blicamente contra los efectos nocivos de la globalizaci¨®n.
Parece l¨®gico pensar que este tipo de educaci¨®n es esencial en un contexto mundial que asiste a la peor crisis de migraci¨®n y refugio desde la Segunda Guerra Mundial. 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Mientras, la Europa que da lecciones al mundo, parece haber perdido sus valores en el camino y atenta sistem¨¢ticamente contra los derechos humanos de miles de personas.
Mucho m¨¢s all¨¢ de Europa
Europa se mira al ombligo. Olvida que la situaci¨®n que se vive en nuestras fronteras es una realidad cotidiana en otros lugares del mundo. Pa¨ªses con condiciones peores que las nuestras acogen a cientos de miles de personas. Tal es el caso de L¨ªbano, donde el 25% de su poblaci¨®n, son personas refugiadas ¨Cun mill¨®n-, de las que la mitad son menores que viven bajo el umbral de la extrema pobreza.
En Europa ¨C la regi¨®n m¨¢s rica del planeta-, comienzan a surgir reacciones de rechazo, desconfianza, racismo y xenofobia. Comportamientos a menudo azuzados por declaraciones pol¨ªticas y (des)informaciones en los medios de comunicaci¨®n. Urge dar una respuesta que, frente al miedo, genere solidaridad; que, frente al individualismo, articule una ciudadan¨ªa comprometida con los valores que dan sentido a la identidad europea y a la identidad de habitantes de un planeta com¨²n.
Esta tarea es compleja. Y es aqu¨ª donde la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa global tiene algunas claves:
Comprender los porqu¨¦s y los c¨®mos. Juan tiene muy claro que quien promueve la guerra no quiere que los ni?os y ni?as disfruten de sus derechos y eso le indigna. ¡°Tenemos derecho a la felicidad, a la familia, a tener una buena casa, comida, agua¡¡± -afirma con esa fuerza que solo da el haber comprendido lo que significa tener derechos.
Ponerse en los zapatos de quienes sufren las injusticias. Sin empat¨ªa nunca podremos entender que toda injusticia nos afecta. La empat¨ªa debe venir acompa?ada de la autoestima, el respeto, la igualdad, la justicia... elementos clave para garantizar que no miramos a ¡°los otros¡± como enemigos, sino como personas con quienes caminar de la mano.
Dialogar y convivir con distintas culturas. Quien se cuestiona sus propios puntos de vista fortalece la convivencia. Es imprescindible derribar estereotipos y prejuicios; respetar, valorar y convivir con personas de diferentes culturas y or¨ªgenes; y hacerlo desde las primeras etapas de nuestra vida.
Participar para construir un mundo m¨¢s justo. El mundo del S.XXI exige que nuestra participaci¨®n pol¨ªtica sea internacionalista. Tenemos que articularnos porque ante problemas globales ¨Ccomo es la crisis de migraci¨®n y refugio-, solo caben soluciones colectivas sin fronteras.
La madurez de Shahed Habbad impresiona. Afirma con un gran convencimiento que le gusta aprender ¡°porque aprendiendo avanzamos y nos ayuda a alcanzar nuestros sue?os¡±. Shahed quiere ¡°aprender todo lo que hay que saber¡±. Conmueve tambi¨¦n la entereza de Juan, quien reivindica ¡°el derecho a hacer amigos y a aprender cosas nuevas¡±.
Ojal¨¢ que los sue?os de estos peque?os no sepan de muros, alambradas, guerras y conflictos. Que el pensamiento cr¨ªtico, el aprendizaje emocional, la convivencia y la participaci¨®n sociopol¨ªtica arrojen luz ante el miedo y dignidad ante las fronteras.
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