M¨¢s Elvis Presley y menos Gwyneth Paltrow para un mundo mejor
El rey del rock hizo campa?a por la vacunaci¨®n de la polio en los a?os 50. Con menos de 100 afectados en la actualidad, la enfermedad tiene los d¨ªas contados
A golpe de cadera, Elvis Presley se gan¨® el fervor de los j¨®venes de todo el mundo en los a?os 50. Sus movimientos (no solo los anat¨®micos) eran seguidos por mir¨ªadas de seguidores en un gran ejemplo de lo que significa el fen¨®meno fan. Aprovechando esta influencia, el rey del rock se un¨ªa a la campa?a de vacunaci¨®n contra la poliomielitis que tuvo lugar en Estados Unidos a mediados de la d¨¦cada. La causa bien val¨ªa la imagen de la estrella prestando su brazo para concienciar sobre una enfermedad que en esa ¨¦poca afectaba cientos de miles de personas en todo el mundo.
La movilizaci¨®n, seg¨²n cuenta a The Guardian el historiador Stephen Mawdsley, de la Universidad de Cambridge, no estaba resultando especialmente efectiva: pese a que los ni?os estaban siendo vacunados masivamente, los adolescentes se resist¨ªan a medicarse. Por esta raz¨®n, se consider¨® que un ¨ªdolo juvenil podr¨ªa resultar ¨²til para este prop¨®sito. El modus operandi fue sencillo: antes de que el cantante entrara en un programa de ¨¦xito al que hab¨ªa sido invitado (Ed Sullivan Show, de la cadena CBS, en 1956), se le grab¨® recibiendo la vacuna contra la polio.
Lo sorprendente del asunto es que, seg¨²n el historiador, la intervenci¨®n del artista fue solo la primera pieza de domin¨® en caer, puesto que a ra¨ªz de ah¨ª se cre¨® un grupo llamado Adolescentes Contra la Polio (Teens Against Polio) que influy¨® a la juventud de un modo m¨¢s directo. En una d¨¦cada, desde 1950 a 1960, las cifras de incidencia de la enfermedad en Estados Unidos se redujeron en un dr¨¢stico 90%.
Atractivos e influyentes
Seg¨²n el psic¨®logo Eparquio Delgado, del Centro Psicol¨®gico Rayuela, ¡°es dif¨ªcil medir la influencia real de los famosos en sus seguidores. Lo que determina la capacidad de persuasi¨®n de una fuente es la credibilidad que se le suponga, el atractivo, el poder y la semejanza. Va a ser m¨¢s influyente alguien que no presente un claro conflicto de intereses con el mensaje que transmite, que se encuentre en una situaci¨®n de autoridad, o que resulte f¨ªsicamente agradable. Esto ¨²ltimo tiene que ver con el efecto halo, por el cual, es m¨¢s f¨¢cil atribuirle cualidades positivas como inteligencia o criterio, a alguien que nos parezca que posee otras que nos agradan como belleza o simpat¨ªa. En los adolescentes este tema tiene m¨¢s peso y es m¨¢s delicado, porque a¨²n est¨¢n buscando su identidad. No se sabe muy bien si el efecto es directo e imitan el comportamiento de los famosos por decisi¨®n propia o si, como parece en este caso, es indirecto: 'si lo hace este famoso, lo hacen mis amigos y no quiero quedarme fuera del grupo".
La actriz no es la ¨²nica en errar el tiro cuando se trata de dar ejemplo: casos como Cristiano Ronaldo con la Power Balance o los argumentos anti evoluci¨®n de Tom Cruise, se han grabado en nuestra memoria
El peligro es que las celebrities no siempre atinan con su dardo de activismo. El profesor de Derecho de la Salud en la Universidad de Alberta (Canad¨¢), Timothy Caulfield, ha publicado un libro en el que denuncia los mensajes err¨®neos que estas personalidades conocidas lanzan sin ning¨²n tipo de cuidado. El t¨ªtulo ataca directamente a una de las famosas a las que se relaciona m¨¢s f¨¢cilmente con el desatino en cuesti¨®n de consejos vitales: ?Est¨¢ Gwyneth Paltrow equivocada en todo?, Penguin, 2015. La actriz es recordada por promocionar alegremente las dietas detox, promulgar las propiedades curativas (inexistentes) de sus purificaciones vaginales, o defender los men¨²s sin gluten para todo el mundo, cel¨ªaco o no (algo totalmente innecesario), entre otras lindezas. La actriz no es la ¨²nica en errar el tiro cuando se trata de dar ejemplo: casos como Cristiano Ronaldo con la Power Balance o los argumentos anti evoluci¨®n de Tom Cruise, se han grabado en nuestra memoria.
Segunda enfermedad erradicada por la medicina
La vacunaci¨®n es una de las medidas de prevenci¨®n primaria m¨¢s exitosas de la historia de la medicina, como cont¨® a BUENAVIDA el m¨¦dico y autor del libro En defensa de las vacunas (Planeta) Carlos Gonz¨¢lez: ¡°Probablemente los recelos que en algunas personas provoca son debidos a su ¨¦xito. Quienes hoy vacunan a sus hijos ya no han sido testigos de la mortalidad y el da?o por secuelas que provocaba no hace tanto la poliomielitis, las complicaciones del sarampi¨®n o la rubeola cong¨¦nita. Es fundamental para la salud en la poblaci¨®n mantener una elevada cobertura de vacunaci¨®n para que esos tiempos no vuelvan jam¨¢s¡±.
La campa?a de la estrella de Memphis fue un ¨¦xito. La polio est¨¢ actualmente a punto de ser completamente desterrada. Seg¨²n el secretario para la erradicaci¨®n de la polio de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), quedan menos de 100 casos entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, y la organizaci¨®n prev¨¦ que sea una enfermedad acabada este a?o, o a principios de 2017. En ese caso, esta ser¨ªa la segunda enfermedad vencida por el hombre, despu¨¦s de la viruela.
Como explica la OMS, la poliomielitis es una enfermedad sin cura y muy contagiosa que afecta principalmente a los ni?os y puede causar par¨¢lisis permanente. El virus se transmite de persona a persona principalmente por v¨ªa fecal-oral o, con menos frecuencia, a trav¨¦s de un veh¨ªculo com¨²n, como el agua o los alimentos contaminados. Los s¨ªntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, v¨®mitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Hay tres cepas de poliovirus salvajes, ninguna de las cuales sobrevive mucho tiempo fuera del cuerpo humano. El virus muere si no encuentra una persona no vacunada a la que infectar. El poliovirus salvaje de tipo 2 se erradic¨® en 1999 y el n¨²mero de casos debidos al de tipo 3 est¨¢ en su nivel hist¨®rico m¨¢s bajo. En Espa?a, a¨²n muchos adultos arrastran las secuelas de una enfermedad que se ceb¨® con los m¨¢s d¨¦biles en la d¨¦cada de los 50. Sus hijos hoy est¨¢n a salvo de sus garras. Bravo, Elvis. Y no solo por tu Don't be cruel.
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