El lujo austero de Tomas Maier
ASOMADOS POR el hueco entre los labios, se vislumbran unos dientes brillantes y alineados que, en el marco de una media sonrisa, ayudan a rebajar el tono de solemnidad que impone la presencia de Tomas Maier. De pelo rasurado y rostro duro, con un ment¨®n partido que se presume apto para cualquier embate, el director creativo de Bottega Veneta intimida pero no muerde. Progresivamente va suavizando el rictus, cruza las piernas y acaba por apoyar el brazo de manera distendida sobre el sof¨¢ situado en la segunda planta de la reci¨¦n inaugurada boutique?de la firma en Los ?ngeles, que este 2016 cumple 50 a?os de vida y 15 con ¨¦l a la cabeza. ¡°Cuando llegu¨¦, en 2001, se hab¨ªa perdido bastante el rumbo, pero yo ten¨ªa una visi¨®n sobre ad¨®nde deb¨ªa ir y lo que era importante¡±, recuerda el alem¨¢n (Pforzheim, 1957), dejando ver por fin la dentadura completa. ¡°Ya sabes, los cuatro pilares: funcionalidad, calidad de los materiales, singularidad de la manufactura y dise?o¡±.
A medida que expone las tesis de su filosof¨ªa, cada una de las piezas va encontrando su encaje en el puzle: se trata de un hombre austero que perge?a un lujo sin boato para venderlo, como no podr¨ªa ser de otro modo, en una tienda sobria. La palabra adecuada, apunta, es ¡°contenci¨®n¡±. ¡°Inspirado en el revival?mediterr¨¢neo de principios del siglo XX¡±, el creativo ha elegido la vibrante ciudad californiana ¨Cy su m¨¢s reputada calle, Rodeo Drive¨C como sede de la segunda maison?de Bottega Veneta tras Mil¨¢n, ubicaci¨®n natural de una compa?¨ªa cuya identidad se define por la maestr¨ªa artesana en piel de la vecina regi¨®n del V¨¦neto. Una pericia materializada en la t¨¦cnica del intrecciato,?que consiste en cruzar diagonalmente finas tiras de cuero y que est¨¢ presente en multitud de sus productos. Rodeado de tiendas fastuosas, algunas ba?adas en brillos cegadores, Maier ha preferido el estilo blanco y recto, matizado por las curvas de arcos y barandas, para dar forma al ¨²nico espacio, junto con el italiano, donde muestra todas las facetas de la empresa: desde bolsos y complementos hasta ropa, perfumes, joyas y accesorios del hogar.
La palabra que explica su filosof¨ªa es contenci¨®n, y se inspira en el ¡®revival¡¯ mediterr¨¢neo de principios del siglo XX.
Todas son, incluido el propio proyecto de la tienda, fruto de su particular aproximaci¨®n al dise?o. Aunque a la hora de crear siempre mantiene un di¨¢logo. ¡°Si no, me cerrar¨ªa el campo de visi¨®n¡±, subraya este hijo de arquitectos que, tras haber sacado a la marca de la pr¨¢ctica bancarrota, concede sentirse ¡°un poco pionero¡±. Designado por Tom Ford, una de las primeras medidas que tom¨® a su llegada fue eliminar el logo de sus art¨ªcu?los, retomando la esencia original de ?Bottega expresada en el eslogan ¡°Cuando tus iniciales son suficientes¡±. Poco despu¨¦s alumbr¨® el Cabat, su bolso estrella, un capazo cuyo destino pasa por ser una posesi¨®n para toda la vida m¨¢s all¨¢ de tendencias. Ahora que el sector del lujo se vuelca en esta l¨®gica contraria a los excesos, Maier reivindica su adelanto a los tiempos.
¡°Siempre supe que hay que luchar por la calidad frente a la cantidad¡±, defiende este amante de ¡°los documentales¡± y, sobre todo, ¡°del silencio¡±. Su mirada enfoca directamente a la ¡°individualidad y la exclusividad¡±, pero tambi¨¦n a la ¡°procedencia y la sostenibilidad, que hoy d¨ªa es clave¡±. De ah¨ª su apoyo a la creaci¨®n en 2006 de la escuela de artesanos del cuero de Bottega Veneta en su ciudad de origen, Vicenza, ¡°porque es crucial asegurarnos el futuro¡±. ¡°Lo importante es la manufactura¡±, subraya Maier, que adem¨¢s dirige una casa de moda con su nombre centrada ¡°en torno a un estilo de vida relajado¡±. ¡°Para m¨ª es fundamental que todo est¨¦ hecho en Italia. No fabrico en pa¨ªses del Tercer Mundo bajo condiciones despreciables porque no quiero que se me asocie con eso¡±, sentencia. ¡°Ese no es mi universo¡±.
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