De fiesta con los ¡®marines¡¯

EL PAISAJE de ocho gr¨²as retirando motos se mezcla con la llegada de los invitados a la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia de Estados Unidos en el madrile?o Cuartel de Conde Duque. La bandera de barras y estrellas ondea sobre el frontal del edificio, junto a la t¨ªpica foto de las monta?as angelinas con la inscripci¨®n de Hollywood. Un escenario que conocen bien los anfitriones, el embajador de EE UU, James Costos, y su marido, el interiorista Michael Smith, pues ambos proceden de esa ciudad. La pareja ¨Ctraje azul con camisa sin corbata y deportivas¨C ha marcado un estilo alejado de la rigidez de la diplomacia. Ambos desplegaron todos sus encantos en la fiesta. El embajador, que deja su cargo con el Gobierno de Obama, se emocion¨® al despedirse de una capital en la que se han integrado con naturalidad y en la que se han sentido muy c¨®modos. ¡°Est¨¢n ustedes invitados a Los ?ngeles, pero no vengan todos juntos¡±, pidi¨® Costos. La fiesta fue el arranque de una bater¨ªa de celebraciones posteriores en torno a una historia que comenz¨® hace 240 a?os con la declaraci¨®n de Thomas Jefferson sobre la igualdad de las personas.

Entre los invitados, fornidos marines como sacados por unas horas de una pel¨ªcula de Clint Eastwood, quincea?eras emulando a Peggy Sue, tacones imposibles acompa?ando a minifaldas de v¨¦rtigo para gente sin complejos de volumen, alg¨²n caballero (pocos) con pantalones de estampados atrevidos y mucho fondo de armario, tan cl¨¢sico como olvidable. Sobre el escenario, Wings of Dixie, el grupo de la Fuerza A¨¦rea de EE UU, interpret¨® algunos de los hits?que componen la banda sonora de su pa¨ªs. Estados Unidos posee m¨²sica, popularizada en filmes universales, para cualquier momento del d¨ªa y de la vida. La ceremonia oficial, con la presentaci¨®n de las banderas estadounidense y espa?ola a cargo de los infantes de marina, se anunci¨® con m¨²sica de ?thriller.?Los invitados parec¨ªan inmersos en una pel¨ªcula, en la que suenan sin transici¨®n los himnos de los dos pa¨ªses. En el caso del anfitri¨®n, cantado a capela por Vanessa Williams. Abajo, entre el p¨²blico, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; la concejal de Ciudadanos Bego?a Villac¨ªs, la infanta Elena, Irene Villa, Garrigues Walker, el actor Miguel ?ngel Mu?oz y personalidades de las ¨¢reas m¨¢s diversas de la relaci¨®n hispano-estadounidense aplauden sonrientes. Y menos mal que Michelle Obama regres¨® a su pa¨ªs unas horas antes del evento. El catering,?a base de hamburguesas, perritos calientes, palomitas, tacos y galletitas, era lo opuesto a la dieta que predica. El t¨®pico espa?ol lo puso David Bisbal, sin rizos y acompa?ado al piano, al modo crooner.