Leer ficci¨®n nos hace m¨¢s emp¨¢ticos
Un estudio asegura que se puede aprender sobre las emociones al explorar la vida interior de los personajes ficticios
Leer ficci¨®n fomenta la empat¨ªa. Los lectores pueden formarse ideas sobre las emociones, las motivaciones y las ideas de los otros y trasladar esas experiencias a la vida real. As¨ª lo afirma Keith Oatley, psic¨®logo y novelista, en una revisi¨®n de un estudio sobre los beneficios de la lectura para la imaginaci¨®n que publica hoy en Trends in Cognitive Sciences.
En este nueva investigaci¨®n se aportan fundamentalmente dos estudios que apoyan la tesis de Oatley. En el primero de ellos se ped¨ªa a varios participantes que imaginasen una escena a partir de escuetas frases, tales como ¡°una alfombra azul oscuro¡± o ¡°un l¨¢piz de rayas naranjas¡±, mientras permanec¨ªan conectados a una m¨¢quina de resonancia magn¨¦tica. La escena que deb¨ªan imaginar, a ra¨ªz de las pistas que les iban dando, era la de una persona que ayuda a otra a la que se le ha ca¨ªdo un l¨¢piz al suelo. Oatley explica que con tan solo escuchar tres frases se produjo en los participantes la mayor activaci¨®n del hipocampo, una regi¨®n del cerebro asociada con el aprendizaje y la memoria. ¡°Los escritores no necesitan describir escenarios de forma exhaustiva, solo tienen que sugerir una escena y la imaginaci¨®n del lector har¨¢ el resto¡±, a?ade.
La teor¨ªa de Oatley, que es profesor em¨¦rito de psicolog¨ªa aplicada y desarrollo humano en la Universidad de Toronto, se basa en que la ficci¨®n simula una especie de mundo social que provoca comprensi¨®n y empat¨ªa en el lector. ¡°Cuando leemos ficci¨®n nos volvemos m¨¢s expertos en la comprensi¨®n de las personas y sus intenciones¡±, explica el investigador. Esta respuesta tambi¨¦n se encuentra en las personas que ven ficciones televisivas o que juegan a videojuegos con una historia narrativa en primera persona. Lo que es com¨²n a todas las modalidades de la ficci¨®n es la comprensi¨®n de las caracter¨ªsticas que asignamos a los personajes, seg¨²n Oatley.
El otro experimento aportado a la revisi¨®n del estudio consist¨ªa en que los participantes deb¨ªan adivinar lo que otras personas estaban pensando o sintiendo a partir de fotograf¨ªas de sus ojos. Para ello pod¨ªan elegir entre cuatro t¨¦rminos que describ¨ªan estados de ¨¢nimo, por ejemplo, reflexivo o impaciente. La conclusi¨®n fue que las respuestas de los lectores de ficci¨®n dieron lugar a t¨¦rminos m¨¢s aproximados que los lectores de ensayos y libros de no ficci¨®n. Adem¨¢s de estos dos estudios realizados por Oatley, el psic¨®logo tambi¨¦n aporta otras investigaciones que apoyan sus conclusiones, como uno realizado por Frank Hakemulder, investigador de lengua y literatura en el Institute for Cultural Inquiri (ICON), de la Universidad de Utrecht. Hakemulder afirma que la complejidad de los personajes literarios ayuda a los lectores a tener ideas m¨¢s sofisticadas acerca de las emociones de los dem¨¢s. ?
Todos estos experimentos se enmarcan en un momento de creciente inter¨¦s por los estudios sobre las im¨¢genes del cerebro. Hace unos a?os, en 2009, cuando el mismo autor public¨® el primer estudio sobre esta cuesti¨®n,? no hab¨ªa tanta disposici¨®n y expectaci¨®n ante estos temas. El giro de la comunidad cient¨ªfica hacia este tipo de investigaciones es algo que se ha producido en los ¨²ltimos a?os. ¡°Los investigadores est¨¢n reconociendo ahora que en la imaginaci¨®n hay algo importante que estudiar¡±, se?ala Oatley.
La caracter¨ªstica m¨¢s importante del ser humano es la sociabilidad, asegura Oatley. ¡°Lo distintivo es que los humanos socializamos con otras personas de una forma que no est¨¢ programada por instinto, como es el caso de los animales¡±, explica el psic¨®logo, para quien la ficci¨®n puede aumentar la experiencia social y ayudar a entenderla.
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