La dise?adora de los sue?os de Hollywood
Collen Atwod ha creado el vestuario de unas 70 pel¨ªculas, trajes inolvidables que protagonizan exposiciones
"No quieren que hable de Tim¡±, dice Colleen Atwood (Washington, 1948) obviamente hablando de su amigo y continuo colaborador, el director Tim Burton. La dise?adora de vestuario tres veces ganadora del Oscar y con 11 candidaturas a esta estatuilla no va a poder evitarlo. Habla rodeada de algunos de sus mejores trabajos, en una exposici¨®n que es un despliegue de sus dise?os para Las cr¨®nicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo. ¡°Este traje de oro que dise?¨¦ para Charlize Theron es uno de los preferidos de mi carrera¡±, asegura se?alando un vestido tan majestuoso como brillante que lo dice todo sobre el personaje de la Reina Ravenna. Atwood las ha vestido a todas y a todos. ¡°Tambi¨¦n a Antonio y Pen¨¦lope¡±, recuerda de su trabajo en Philadelfia (1993) y Nine (2009) con Banderas y con Cruz, respectivamente. ¡°Y estar¨ªa bien tomarle medidas al marido de Pen¨¦lope¡±, a?ade con picard¨ªa esta leyenda del vestir en Hollywood en referencia a Javier Bardem. Es ambiciosa y no esconde sus metas. Tambi¨¦n le gustar¨ªa trabajar con Pedro Almod¨®var y empaparse de la moda isabelina. ¡°Me encantar¨ªa hacer algo sobre el siglo XV espa?ol. Un gran periodo y un estilo que nunca he tocado¡±, confiesa dej¨¢ndose llevar por sus sue?os.
La dise?adora vuelve una y otra vez a vestir las pesadillas de Burton, alguien con quien trabaj¨® por primera vez en 1990, en Eduardo Manostijeras. ¡°Ya ni cuento las veces¡±, afirma. En total 12 trabajos juntos, entre ellos el primer Alicia en el pa¨ªs de las maravillas (2010) que le vali¨® el ¨²ltimo de sus Oscar (los otros dos son por Chicago y Memorias de una Geisha). Una docena de pel¨ªculas que incluye su pr¨®ximo estreno en septiembre, El hogar de Miss Peregrine para ni?os peculiares, y la futura colaboraci¨®n en Dumbo. ¡°Fue una decisi¨®n dif¨ªcil porque tuve que abandonar Mary Poppins, pero me qued¨¦ con Tim. Ya tenemos nuestro propio lenguaje¡±, confiesa.
Atwood dise?¨® el bozal de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos (1991), el jersey de angora de Ed Wood (1994) o las capas rojas de Caperucita en Into the Woods (2014) y de la nueva Supergirl televisiva. Eso entre los cerca de 70 t¨ªtulos de una carrera que, dice, comenz¨® tarde, cuando se acercaba a la treintena. ¡°Ahora suena tan joven¡±, afirma a sus 67 a?os del d¨ªa en el que se qued¨® prendada del trabajo de Piero Tosi en El gatopardo y decidi¨® ser dise?adora de vestuario. Hoy ella es la fuente de inspiraci¨®n de las nuevas generaciones y alguien que se encarga de vestir a las mayores bellezas en la pantalla. ¡°Vestir a Charlize es como engalanar una obra de arte¡±, agrega volviendo a su trabajo juntas en Las cr¨®nicas de Blancanieves. ¡°Pero el trato es el mismo con estrellas o primerizas. Les comento mis planes, les pregunto sus ideas y, a partir de ah¨ª, dejo que fluya la locura¡±, revela. El m¨¦todo es igual con los actores. ¡°Chris (Hemsworth) es otra obra de arte a la que le encantan mis dise?os porque son c¨®modos y le quedan bien¡±, apunta se?alando otro de los modelos en exhibici¨®n de El cazador y la reina del hielo.
Nacida en la era del poli¨¦ster, a Atwood le encanta trabajar con tejidos naturales. Pero tambi¨¦n est¨¢ contenta con los avances tecnol¨®gicos, como las impresoras 3D que agilizan su trabajo, especialmente a la hora de fabricar abalorios. Lo que no ha cambiado tanto a su alrededor en sus a?os de carrera son las desigualdades que existen en Hollywood. ¡°A mi no me afectan tanto porque trabajo en lo que nos dejan a las mujeres, vestuario, peluquer¨ªa y maquillaje¡±, afirma. ¡°Pero es complicado. Veo muy de cerca las inseguridades de todas esas actrices que en cuanto pasan los 35 ya no son tan valiosas en esta industria donde quieren chavalas¡±, afirma ofreciendo su apoyo a todas esas mujeres que con sus dise?os hace inolvidables. Ese ser¨¢ tambi¨¦n el resultado de su trabajo en El hogar de Miss Peregrine para ni?os peculiares: ¡°Una pel¨ªcula m¨¢gica ¡ªanticipa volviendo al tema de partida del que no deb¨ªa de hablar¡ª. Un Tim de los buenos¡±.
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