Cuando los humanos contagian a los animales
Monos de un parque natural de Gambia portan una bacteria transmitida por los turistas
Desde la peste hasta el VIH y pasando por el ?bola, la mayor¨ªa de las enfermedades infecciosas humanas son de origen animal o zoonosis. Pero los humanos tambi¨¦n pueden contagiar a los animales. El ¨²ltimo ejemplo de antroponosis es el de unos monos de un parque natural al que acuden los turistas. Los primates portan una bacteria de origen humano que, en algunas cepas, ha desarrollado resistencia a los antibi¨®ticos, convirti¨¦ndose en una peligrosa superbacteria.
Los monos verdes (Chlorocebus sabaeus) son una de las atracciones del parque forestal Bijilo, en la costa atl¨¢ntica de Gambia y su principal zona tur¨ªstica. Aunque est¨¢s prohibido darles de comer, los turistas compran bolsas de cacahuetes a la entrada del parque. Al darles comida para que se acerquen, exponen a los monos a los pat¨®genos humanos.
Esa es la posible v¨ªa de transmisi¨®n de la bacteria Staphylococcus aureus que se ha encontrado en muestras de los monos. Aunque existen cepas espec¨ªficas de varios primates, tambi¨¦n los monos verdes, las variedades adaptadas al ser humano pueden provocar neumon¨ªa, bacteriemia (bacterias en la sangre) o meningitis. La cosa se complica porque alguna cepa de S. aureus se ha hecho resistente a la mayor¨ªa de los antibi¨®ticos.
Ahora un grupo de microbi¨®logos y ec¨®logos han estudiado la presencia de esta bacteria en los monos verdes de Bijilo. Analizaron 90 muestras de?S. aureus de las narices de los monos y de humanos, secuenciando su ADN para rastrear el origen y evoluci¨®n gen¨¦tica de las bacterias de los primates.
Los humanos en contacto con estos monos no alojan bacterias de origen animal
"Los resultados muestran que los monos han recibido cepas de S. aureus de humanos en varias ocasiones", dice en una nota el profesor de gen¨®mica microbiana de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y coautor del estudio, Mark Pallen. Conociendo la ratio de mutaci¨®n gen¨¦tica de una especie, una bacteria en este caso, se puede dibujar el ¨¢rbol de la vida de ese organismo a trav¨¦s de sus genes.
De esta manera, los investigadores pudieron determinar que los monos llevan la bacteria humana al menos desde hace 2.700 a?os. Ha pasado ya tanto tiempo que divergieron del ancestro com¨²n que ya forman un clado propio, no relacionado con las cepas humanas. Sin embargo, los genes tambi¨¦n muestran que otras dos variedades de la S. aureus saltaron de la piel humana a las narices de los monos hace solo 30 a?os.
"Aunque salvajes, estos monos est¨¢n muy acostumbrados a los humanos, que suelen alimentarlos con cacahuetes", explica el bi¨®logo del Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica de Banjul y coautor del estudio, Martin Antonio. Pero, seg¨²n explican en la revista Applied and Environmental Microbiology, no han detectado el viaje inverso: en las muestras humanas (que inclu¨ªan tanto a personas en contacto con los monos verdes como enfermos con infecciones por la bacteria) no detectaron cepas de origen animal.
No es la primera vez que se produce una antroponosis. Los primates, en particular, son susceptibles a muchos de los pat¨®genos humanos debido a su similitud biol¨®gica con los humanos. Muchas de las enfermedades que han pasado de humanos a animales o al rev¨¦s son el fruto de los diversos procesos de domesticaci¨®n. Pero el avance humano a costa del entorno natural har¨¢ que el tr¨¢fico de enfermedades entre humanos y animales salvajes aumente en el futuro.
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